Domingo sin toros
Domingo sin toros, después de la borrachera taurina del pasado 5 de febrero. En la cruda torera el arrullo de la niebla invernal se asemeja a una sombría música de desesperanza. El eco de los olés resuena como un tañido funerario en los aficionados. ¿Será este domingo un paréntesis en la temporada, o bien ésta ya terminó? Los "ases" Ponce y Juli regresaron a España a preparar su campaña española, que inicia el mes entrante con la feria de Valencia, y los "ases" mexicanos firman contratos aislados en plazas de provincia.
Es José Luis Angelino la indiscutible revelación de la temporada que termina. Tiene torería, estilo y valor. Aún le falta la técnica, que tendrá que aprender, si es bien llevado y administrado. Mas en este serial demostró que posee un carácter firme y fina inteligencia torera. Del resto de los "jóvenes" toreros que esta temporada hicieron el paseíllo, en la Plaza México, ninguno arrebató a los "cabales". El corte de "orejitas" ya nada significa, hay que apasionar a la afición.
En el horizonte de la plaza, después del carnaval torero, este domingo, se amontonaban nubes de plata, nubes negras y los de cada ocho días no llegaban al coso. La borrachera, el baile y la pachanga dan paso a la tristeza, las frentes arrugadas, las comisuras labiales caídas, los párpados semicerrados, detonadores de un vacío. Un vacío que se abre y no deja ver claro. ¿Cuál será el futuro de la fiesta brava mexicana?
Por lo pronto sólo el salto volador del toro Pajarito -hecho inusual- atrajo la atención nacional a la fiesta brava.