''Los pinches periodistas me acusan de hambreador'', se quejó el empresario
Vía telefónica, Nacif celebró con su socio Hubert Guez el arresto de Cacho
Salarios de miseria, humillaciones y explotación de niños, política laboral de sus fábricas textiles
Ampliar la imagen El industrial textilero Kamel Nacif Borge Foto: Archivo de La Jornada
Hubert Guez, dueño del consorcio textilero Azteca Production International (AZT International), amigo del industrial Kamel Nacif, quien promovió meter a la cárcel a la periodista Lydia Cacho, celebró con este último la noticia del arresto y traslado de Cancún a Puebla, en condiciones humillantes y con exceso de fuerza, de la autora del libro Los demonios del Edén.
''Ese es perfecto'', comentó en conversación telefónica grabada en una cinta entregada anónimamente a este diario. Otros extractos de estas grabaciones fueron publicados en La Jornada en días anteriores.
Socios en varios negocios de la industria textil de Puebla, y conocidos desde hace más de una década, Guez y Nacif platicaron por teléfono en dos ocasiones, entre el 16 y el 23 de diciembre, cuando se produjo el arresto, traslado y auto de formal prisión de la escritora. Y Nacif se quejaba de los ''pinches periodistas'' que lo caracterizan como ''hambreador'' por la política laboral de sus fábricas. Y se queja con Guez de su mala fama en los medios de comunicación: ''¿Cuántos años tiene que me putean?'', pregunta.
Los empresarios, en la mira de ONG de México, EU y Canadá
Desde hace al menos tres años, Nacif Borge y los hermanos Hubert, Gerard y Paul Guez, francófonos originarios de Medio Oriente, están en la mira de organizaciones no gubernamentales de México, Estados Unidos y Canadá, que monitorean las violaciones laborales en la franja maquiladora de Puebla y Tlaxcala, donde han proliferado fábricas, maquiladoras y lavanderías textiles de su propiedad.
Gerard Guez es socio mayoritario de Tarrant Apparel Group, donde Nacif también tiene una importante porción de acciones. Hubert y Paul son dueños de la segunda productora textilera del área, AZT International. Hubert posee además acciones en otras empresas: Innovo, Candie's y Cygne. Los hermanos Guez tienen oficinas en Los Angeles.
La Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán, la Red de Solidaridad en la Maquila (canadiense) y el Consorcio Pro Derechos de los Trabajadores (estadunidense) describen en sus informes e investigaciones a este grupo de industriales como un grupo de presión que impide la organización de los obreros y la defensa de sus derechos, debido a la influencia que ejercen en todos los niveles de gobierno en el estado de Puebla.
Y enumeran los problemas comunes que se reportaron en todas las fábricas de estos empresarios: salarios de miseria, trabajo de horas extras obligatorias sin el pago correspondiente, abusos verbales y humillaciones por parte de los supervisores, discriminación racial contra trabajadores indígenas y mujeres embarazadas, abuso y hostigamiento sexual contra trabajadoras, inseguridad e insalubridad en las condiciones laborales con exposición a sustancias tóxicas, omisión de registro de trabajadores en el IMSS, contratos de protección y represión a la libre organización de los trabajadores y empleo ilegal de mano de obra infantil, mediante subcontratos de trabajo en casas.
En 2003, los despidos masivos en el grupo Tarrant, sin el pago de las indemnizaciones correspondientes para los obreros, merecieron numerosas protestas internacionales.
A raíz del arresto de la periodista Lydia Cacho, Kamel Nacif (KN) compartió con su amigo Hubert Guez (HG) lo que al respecto había comentado con el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres:
(KN) Y le dije, le dije, habla de derechos humanos porque la detuvieron. La detuvieron porque es una criminal. Hay criminales con la boca y hay criminales con pistolas. Y esta es una criminal con la boca. ¿Por qué tiene el derecho? ¿Porque es periodista? El que injurie, aquí la mano del gobernador, se va a la cárcel. Que diga verdades, no mentiras. Porque los odia.
(HG) Ese es perfecto.
(KN) Y me habló hoy el gobernador y me dijo: 'muy bien, chingue a su madre, aquí a esta hija de puta le parto la madre. ¿Eh?'
(HG) Kamel, eso es muy bueno.
(KN) N'ombre. Pero los pinches periodistas en todos los periódicos me sacan. Que soy hambreador, que lo de Tarrant, que esto, que lo otro, que la chingada.
(HG) Pero, ¿no hay ni una voz de equilibrio?
(KN) Ese es el equilibrio. El gobernador de Chiapas me ha dicho -que también me ha hablado unas 500 veces- me dice: 'te estoy mandando periodistas, hay que equilibrar'. Uno es oído, el agredido tiene que ser oído. Exactamente esa es la palabra, equilibrio. ¿Cuántos años tienen que me putean?
(HG) Pero te acuerdas, yo te dije haces sopas populares. ¿Te acuerdas o no?
(KN) Sopas su chingada madre, que se mueran de hambre.
(HG) ¿Pero te acuerdas o no te acuerdas? Eso no cuesta ni un chip a dar a comer cada día a 10 mil cabrones, 20 mil cabrones, con tu nombre, para compensar ese.
(KN) Que chinguen su madre.