Lograr el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, entre los objetivos principales
Más de 80 organizaciones acuerdan luchar por un nuevo proyecto de nación
Más de 80 organizaciones indígenas decidieron reunirse y, con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), crear una gran alianza nacional para construir un nuevo proyecto de nación, una reforma del Estado y conseguir el reconocimiento y la inclusión de los pueblos indígenas, como parte del Pacto por el Devenir de los Pueblos Indígenas de México.
A 10 años de la firma de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, las agrupaciones resaltaron la traición del Estado mexicano que no respetó su palabra empeñada y dejó pasar una reforma constitucional aprobada por el Congreso de la Unión en 2001, que omitió el espíritu de los acuerdos suscritos en Chiapas.
El Estado, insistieron, logró la división de los pueblos indígenas, mismos que dejaron de ser prioridad en la agenda nacional. No obstante, los acuerdos de San Andrés sirvieron de bandera política y mediante ellos se generaron procesos autonómicos que contribuyeron a la reivindicación de la identidad indígena.
Ahora lo que corresponde es avanzar hacia la unidad indígena nacional por medio de un diálogo entre todos los pueblos y organizaciones, incluido el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en el que el principal objetivo será lograr el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar.
Durante dos días (lunes 13 y martes 14) las agrupaciones efectuaron el segundo encuentro el Devenir de los Pueblos Indígenas de México, con el apoyo el Programa Universitario México Nación Multicultural de la UNAM.
Algunas de las conclusiones señalan que "la tarea debe ser nuestra y para ello hay que acabar con las divisiones e intereses políticos, religiosos e ideológicos".
En el espacio dedicado a la evaluación del periodo que ha transcurrido desde la firma de los acuerdos de San Andrés, resolvieron empezar a diseñar la reforma del Estado, así como revisar las leyes locales, nacionales e internacionales en materia de derechos indígenas, y en general fortalecer la organización y autodeterminación de los pueblos y comunidades indígenas.
En el ámbito político concluyeron que la democracia representativa "ya no representa la aspiración democrática de la sociedad. Los partidos no son alternativa para los pueblos indígenas, porque el proyecto actual de nación no los incluye".
Por eso, dijeron, se requiere buscar o construir un modelo alejado de los partidos políticos, pero cuya visión sea comunitaria y de calidad. Al mismo tiempo se pronunciaron por no fomentar el abstencionismo, "pues eso contribuye a la continuación de las políticas neoliberales. Debemos, entonces, dejar en libertad a los pueblos, organizaciones y comunidades indígenas a que voten por el (candidato) que consideren el menos peor".