Mueren tres niños iraquíes al estallar una bomba en Bagdad

Más de mil 300 británicos, con problemas siquiátricos después de servir en Irak

THE INDEPENDENT, AFP Y DPA

Londres, 15 de febrero. Al menos mil 333 militares británicos, tanto hombres como mujeres, han regresado de Irak sufriendo graves problemas siquiátricos, y la mayoría de ellos no está recibiendo tratamiento adecuado o tratamiento alguno.

El diario británico The Independent cuenta con una lista oficial en que se identifica a militares diagnosticados con problemas mentales mientras estuvieron de servicio. El periódico se pregunta qué tratamiento están recibiendo no sólo ellos sino también aquellos cuyos síntomas aparecieron cuando estaban de regreso, y que no están incluidos en la lista oficial.

El soldado Anthony Bradshaw, de 22 años, es uno de los identificados en la lista, y padece de pesadillas y ataques de pánico que le impiden asistir a la universidad.

El ejército diagnosticó "trastorno prostraumático de estrés". Sin embargo, solamente tuvo una consulta con un siquiatra militar antes de ser dado de baja.

Según los datos obtenidos por The Independent, de los mil 333 soldados diagnosticados con severos trastornos mentales, 182 sufren trastorno postraumático de estrés, 601 tienen estrés de combate, otros 237 padecen depresión y 167 son víctimas de otras enfermedades mentales o de dependencia a las drogas.

Mandos militares sostienen que los soldados que sufren algún desorden mental a consecuencia de las condiciones hostiles en las que tuvieron que hacer su servicio en Irak, reciben la mejor atención disponible.

Sin embargo, la Asociación de Veteranos y sus Familias de la Guerra del Golfo aseguró que la situación es inquietante porque los afectados no están recibiendo la atención médica que necesitan y que es probable que muchos de los casos ni siquera lleguen a ser diagnosticados, pues los síntomas de los males mentales pueden tardar años en aparecer.

En Bagdad, por otra parte, tres niños de unos 10 años murieron al estallar hoy una bomba. Por otra parte, tres coches bomba estallaron en diferentes barrios de la capital dejando seis muertos, cuatro de ellos policías, además de 16 heridos.

Yunes Omar, dirigente del disuelto partido Baaz de Saddam Hussein, fue asesinado en Mosul por hombres armados, según fuentes policiales, lo que eleva a cuatro el número de dirigentes baazistas muertos en los últimos 10 días en esta ciudad.

Asimismo, tres iraquíes que trabajaban en una base militar británica en Basora fueron secuestrados en su domicilio, informaron fuentes castrenses.

Por último, el ex representante especial de Naciones Unidas para Irak, el argelino Lakhdar Brahimi, reconoció haber fracasado en su misión de supervisar la formación en la nación ocupada de un gobierno provisional en 2004, en declaraciones al periódico panárabe Al Sharq al Awsat.

"No tuve éxito porque era una misión imposible, especialmente después de que el país fue destruido y ocupado", afirmó.

Aunque dijo que los países árabes tienen responsabilidad en la actual situación que sufre Irak, Brahimi sostuvo que el gobierno de Estados Unidos es el principal responsable porque lanzó una guerra sin que hubiera justificación.