El representante del Banco Mundial se limita a decir que es un plan interesante

Ratifica el E-9 que pretende cancelar o canjear deudas por gasto en educación

Demandan que las naciones ricas incrementen sus flujos de inversión a las pobres

KARINA AVILES ENVIADA

Monterrey, NL, 15 de febrero. En la Declaración de Monterrey, integrada por 32 puntos, los nueve países más poblados del mundo (Grupo E-9) que impulsan el programa Educación Para Todos (EPT) se pronunciaron por incrementar la cooperación sur-sur para fortalecer una movilización de recursos mediante vías alternativas, como la cancelación, restructuración y canjes de deuda por inversión en la enseñanza y también se manifestaron porque los países industrializados aumenten los flujos financieros a las naciones con menor desarrollo para combatir el rezago educativo que llega a la exclusión.

Al concluir los trabajos de la sexta Reunión Ministerial del Grupo E-9, que congregó aquí a las naciones que concentran 771 millones de adultos analfabetos y 45 por ciento de los niños en el mundo que no acuden a la escuela, anunciaron un sistema de monitoreo para vigilar el cumplimiento del programa EPT y la creación de redes con organismos de la Organización de Naciones Unidas, además de movilizar instituciones financieras y organismos internacionales para la generación de recursos adicionales.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) manifestó su respaldo a las iniciativas del E-9, mientras el Banco Mundial (BM), mediante su representante en el área de educación, Harry Patrinos, señaló, en entrevista, que es "interesante" discutir el planteamiento del canje de la deuda por inversión en educación.

El director de la UNESCO, Koïchiro Matsuura, señaló que hay comprometidos 120 mil millones de dólares para 2010 por parte de los países industrializados para apoyar la educación básica; sin embargo, esto no "es suficiente, hace falta más ayuda y apoyo".

En la declaratoria, el E-9 estableció la necesidad de llegar paulatinamente a una inversión de 6 por ciento del producto interno bruto (PIB), como establece la norma internacional, incrementar la asignación de los presupuestos nacionales a la educación y el apoyo a la educación básica.

El E-9 asumió "el riesgo de ir más allá de nuestro compromiso para que se beneficien países de menor ingreso en lo que concierne a los enfoques innovadores". Recordaron que un mecanismo ya establecido, en el que participan la UNESCO y el BM, es la llamada iniciativa fast track, mediante la cual los países más ricos canalizan recursos a los más pobres para la alfabetización y la cobertura universal de primaria, entre otros rubros.

También elaborarán mapas y bancos de datos para compartir las experiencias exitosas, además de crear un sitio de Internet en el que se informe acerca de los casos.

En materia de evaluación, señalaron que es un instrumento poderoso que debe ser usado con independencia técnica e integridad. Los resultados deben ser utilizados para el debate político, la formulación de políticas públicas y crear una cultura de evaluación que sea elemento para la práctica del magisterio.

Además, subrayaron, la evaluación debe ser utilizada para la rendición de cuentas y para crear una ciudadanía informada. Pidieron a la UNESCO intervenir para apoyar esta declaratoria de los cinco organismos de Naciones Unidas que apoyan el programa EPT.

La UNESCO tiene un papel primordial que desempeñar como facilitador y catalizador de apoyo efectivo a las iniciativas del E-9 y de la cooperación sur-sur, resaltaron.

En tanto, el BM, en su informe Determinantes del aprendizaje, recomendó a México mantener programas compensatorios como Oportunidades, Apoyo a la gestión escolar y Escuelas de calidad, por lo que, de atenderse estas observaciones, los proyectos del gobierno foxista quedarían "amarrados" para los próximos años.

En entrevista, Harry Patrinos dijo que los programas citados propician una disminución en la deserción, un impacto en el "clima escolar" y contribuyen al incremento de la equidad.