Usted está aquí: jueves 16 de febrero de 2006 Ciencias Científicos elaboran teoría para explicar el efecto de placebo

El neurotransmisor dopamina, relacionado con las mejorías con tratamientos falsos

Científicos elaboran teoría para explicar el efecto de placebo

La sustancia, usada para tratar el mal de Parkinson, se libera cuando se experimentan sensaciones placenteras

La expectativa de beneficio, crítica para que funcione, afirman

STEVE CONNOR THE INDEPENDENT

Los científicos parecen haber descubierto una causa posible del misterioso efecto de placebo, en el que un tratamiento con un medicamento neutro logra un beneficio genuino para el paciente.

Un estudio ha descubierto que la producción de un "mensajero" químico en el cerebro parece tener un papel esencial en generar el efecto de placebo en pacientes que reciben tratamientos falsos.

Los hallazgos podrían contribuir a explicar muchos casos de "curas" que resultan sólo de la creencia de los pacientes de que han recibido un tratamiento que los ayudará a recuperarse.

Los médicos han atendido muchos padecimientos valiéndose del efecto de placebo, desde librar a las personas de verrugas pintándolas con tinta de brillantes colores, pero inerte, hasta llevar a cabo operaciones ficticias que han inducido a los pacientes a creer que se sometieron a verdadera cirugía.

El placebo, que significa "para complacer" en latín, ha sido aceptado durante mucho tiempo como un fenómeno legítimo en medicina, pero nadie ha podido explicarlo a satisfacción, de no ser diciendo que demuestra el poder de la mente sobre el cuerpo.

Exámenes clínicos con nuevas y potentes drogas tienen que tomar en cuenta el efecto de placebo al monitorear un grupo de control de pacientes a quienes se da una píldora inocua hecha de azúcar o almidón, aun cuando el fenómeno no puede explicarse en términos científicos.

Sin embargo, Jon Stoessl, profesor de neurología en la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, cree que el efecto podría ser causado por la producción de un potente químico en el cerebro, llamado dopamina, el cual participa, entre otras cosas, en desencadenar la expectativa de placer y recompensa.

El profesor Stoessl llevó a cabo un estudio en pacientes que sufrían del mal de Parkinson, el cual se sabe que es resultado de una reducción de los niveles normales de dopamina en ciertas partes del cerebro. Normalmente, cuando a esos pacientes se les administra un precursor químico de la dopamina muestran mejoramiento en los niveles de esa droga que se producen en el cerebro de manera natural, lo cual los hace sentirse mejor.

Expectativas mejoran tratamientos

Sin embargo, cuando Stoessl inyectó a seis de sus pacientes una solución salina simple, descubrió que también éstos mostraron mejoría en sus niveles de dopamina: en promedio se elevaron a más del doble. A los pacientes que recibieron el placebo se les dijo que se les daría el tratamiento normal, y en consecuencia esperaban una mejoría, refirió. "Por supuesto, tuvimos suerte de que se tratara de una enfermedad en la que la dopamina tiene una función esencial", comentó.

"Creemos que la expectativa de beneficio es crítica para el efecto de placebo, sea cual fuere el padecimiento: una vez que se produce, es probable que el cerebro active otra maquinaria más específica para la enfermedad de que se trate", indicó.

Los detalles del experimento se difundieron en un programa de televisión de la BBC, dirigido por la profesora Kathy Skyes, de la Universidad de Bristol. "La dopamina puede ser esencial para el efecto de placebo en todos los casos, a causa de su conexión con la expectativa", consideró Sykes.

"Todos liberamos dopamina cuando experimentamos algo bueno, sea comida, sexo, una bebida o quizá un tratamiento médico. Y eso significa que el mecanismo de placebo que parece operar en el Parkinson podría desencadenar el efecto en todos nosotros", añadió.

El programa de televisión da seguimiento a pacientes que se han sometido a operaciones fingidas en la rodilla y descubierto que sus síntomas mejoran como si la cirugía hubiera sido real. "Lo que más me interesa es que el efecto de placebo es mucho más poderoso de lo que creíamos", expresó la profesora. "No enseñamos a nuestros estudiantes a entender que si dan a sus pacientes la expectativa de que un tratamiento funcionará, los ayudarán a recuperarse."

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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