Lectura de atril de la obra El de la triste figura en el restaurante Mesón de Cid
López Tarso da vida a Don Quijote en sus andanzas por la ciudad de México
"Es una interpretación parcial, pero auténtica, íntima y sincera", asegura el actor
Ampliar la imagen Ignacio López Tarso interpreta a Alonso Quijano en la obra adaptada por Juan Ignacio Aranda, Eduardo Ruiz Saviñón director y Carmen Carrera Foto: Yazmín Ortega
El año pasado se cumplieron 400 años de la publicación de El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, y en todo el mundo se llevaron a cabo diversos actos para conmemorar la excepcional obra literaria. México se sumó a ese homenaje con numerosas manifestaciones creativas, entre ellas la lectura en atril de El de la triste figura, en voz de Ignacio López Tarso.
Ha finalizado el año conmemorativo, pero el Quijote continúa cabalgando por plazas, universidades, preparatorias y teatros, izando bien alto la bandera de un mundo menos violento, una humanidad más libre y el derecho a soñar más allá de utopías. Ahora ese Quijote ha recibido posada en el Mesón del Cid, restaurante ubicado en la colonia Centro del Distrito Federal.
Se trata de un montaje cuya adaptación fue realizada por Juan Ignacio Aranda -hijo de López Tarso-, Eduardo Ruiz Saviñón -quien dirige la obra- y Carmen Carrera, directora de la Casa Universitaria de la UNAM.
La novela se reduce aquí a una hora y media de espectáculo. En el escenario, tres actores, Ignacio López Tarso (el Quijote), Juan Ignacio Aranda (personajes masculinos) y Gabriela Pérez Negrete (personajes femeninos), narran la historia del caballero en algunas aventuras.
Acompañados por el guitarrista Guillermo González Phillips -quien musicaliza la obra con temas de la época-, los actores encarnan a los personajes sin necesidad de escenografía, vestuario o maquillaje.
"Acepté el trabajo con mucho gusto y una única condición: que a los cinco minutos de lectura la obra ya no pareciera lectura. Que desaparezca el atril para dar paso a una interpretación parcial, pero auténtica, íntima y sincera. Una interpretación desde el interior, porque un actor, cuando quiere pescar un personaje, lo primero que tiene que hacer es conocerlo por dentro, para luego poderlo interpretar de adentro para afuera", dice López Tarso.
La obra fue estrenada en julio del pasado año en la Universidad Latinoamericana. Desde entonces ha recorrido diferentes foros de la capital y el interior del país. Hasta ahora suma 80 representaciones y el objetivo de quienes participan en ella es llevar el espíritu de la novela donde lo soliciten. En el Mesón del Cid la obra está acompañada de un menú, que pretende evocar la gastronomía de la época.
"En la novela hay una relación estrecha entre las aventuras del Quijote y la comida. Inclusive, existe un libro de cocina cervantina inspirada en la obra. Llevar la representación a un restaurante ha sido una experiencia singular, que ha gustado al público", afirma su director.
Con 70 años de trayectoria actoral, López Tarso se confiesa admirador del Quijote. Dice que lo leyó cuando era joven y que le sigue cautivando:
"Leí El Quijote cuando tenía 16 años; era el lector oficial del seminario donde estaba. Cuando mis compañeros estaban comiendo, me subía al púlpito y leía. En una ocasión leí El Quijote -aunque no lo acabé en ese momento- y desde entonces admiré la obra. Me encanta su postura sentimental, su relación con Dulcinea, su amor imposible, platónico, y la amistad estrecha con su escudero, que se va transformando en un solo personaje. Estar trabajando con mi hijo favorece la interpretación de esa amistad intensa."
La obra es también una invitación a acercarse de nuevo a la novela, que todo el mundo conoce, pero pocos leen.
"El Quijote no es una lectura fácil porque en 400 años el lenguaje ha cambiado mucho. Aun así, pensamos que mucha gente, especialmente los jóvenes, al oír esta lectura en atril pueden darse cuenta de que se trata de una obra que no sólo habla de cosas profundas, sino que es muy divertida. Y así está funcionando, porque mucha gente, cuando oye la lectura, decide luego comprar el libro", dice
La obra se presentará en el Mesón del Cid el viernes 17 de febrero a las 20 horas. El menú que se servirá es entrada de pastel de liebre, duelos y quebrantos, así como ensalada de pisto manchego. Como plato fuerte hay gallina silvestre con judías blancas, postre castellano y vino tinto de La Rioja. El costo es de 450 pesos. El Mesón del Cid está ubicado en Humboldt 61, col. Centro. Reservaciones al 5512-7629 y 5521-6998.