MELON
La Danzonera Mandinga
Danzón a la mexicana
La importancia del cinquillo
CON TRISTEZA INFINITA debo informar, mi enkobio, del fallecimiento de mi amigo Alejandro Rangel, quien desde un diario deportivo -por medio de su columna Ecos del Son- nos tenía al tanto del ambiente sonero, así como de su labor al frente de la Hermandad Sonera. ¡Descanse en paz!
POR OTRA PARTE, Pablito, mediante un emilio, me pregunta si soy el de Lobo y Melón. Por supuesto que sí. Niebla del riachuelo es un tango compuesto por los sensacionales Cobián y Cadicamo, que tiene gran variedad de intérpretes, como El Cigala, Cacho Tirado, Eduardo Falu, Chucho Avellanet, Dimensión Latina, Felipe Rodríguez y Davilita, Orquesta Típica Porteña con el gran Roberto Polaco Goyeneche, Panchito Riset, así como Pacho Alonso.
EL SEÑOR ALEJANDRO ROSAS me pregunta si he grabado discos, porque aseguro que la Danzonera Mandinga me parece la mejor. De Medellín, Colombia, el señor Juan Carlos Angel, director de El sonero del barrio, me envía un artículo publicado en esa revista, acerca de este humilde sonero.
EMPEZARE POR DECIRLE a Alejandro Rosas que he grabado algo más de 30 discos y recomiendo que compre un libro de Fernando Ortiz, Africanías de la música cubana, en el que encontrará explicaciones del danzón. Así se dará cuenta de por qué aseguro que la Danzonera Mandinga es la única que ha interpretado con toda propiedad el danzón.
ESO EN CUANTO A DANZONERAS mexicanas, que quede claro. Aunque, dicho sea de paso, no existe el danzón mexicano; este ritmo es cubano. Acaso puede decirse que las danzoneras del México tocan un danzón a la mexicana y desconocen, o soslayan, el cinquillo.
SABIDO ES QUE SIN CINQUILLO no hay danzón. Así que sin afán de molestar y mucho menos de herir la susceptibilidad de quienes se dicen "conocedores" o de músicos que se dedican a interpretar este ritmo que ha calado hondo en nuestro país, invito a que lean lo que dice Fernando Ortiz, prestigioso musicólogo originario de Cuba.
LA DANZONERA MANDINGA, a instancias a Rafael de Paz, grabó en 1957 danzones tradicionales por una cara, y en la otra, en ese ritmo, canciones interpretadas por Luis Demetrio y Leo Soto, que reúnen calidad, buen gusto y, sobre todo, propiedad. Los arreglos y la dirección corrieron a cargo de Luis González Pérez y la orquesta, toda una constelación de brillantes músicos del país.
ENTRE ELLOS, MARIO CONTRERAS, el popular Cazuelas con su trompeta; Vitillo en el contrabajo; Armando Hidalgo, El Rango, se encargó de la paila, la cual le dirá qué es el cinquillo; Chucho Aguirre La Vaca en un trombón de muchos kilates, con sabor, afinación y sin truco. En fin, todo este equipo nos regaló un disco que vale la pena buscar, ya que es todo un compendio de buena música.
DESDE AQUI UN RECUERDO envuelto en agradecimiento para el pianista Pepe Bustos (RIP), quien participó en la confección de esta joya, en la cual nos regaló lo que no se compra en botica, porque es lo que nos da mamá: ¡sabor!
ESPERO, DON ALEJANDRO, que si logra conseguir este tesoro me haga saber su opinión, ya que, como decimos en el barrio, "en gustos se rompen géneros y en petates, etcétera, etcétera".
DESDE LUEGO HAY OTROS DISCOS de danzones que recomiendo, como los de Cheo Belén Puig, José María Romeu, la Orquesta Aragón y, por supuesto, Arcaño y sus Maravillas, en los que intervienen Cachao, su hermano Orestes, Enrique Jorrín y Felix Reyna, aunque éstas son cubanas.
LA MUSICA CUBANA encierra muchos puntos finos que hace falta descubrir, aprender y desarrollar con propiedad, lo mismo al tocar, cantar y bailar, porque la clave es algo que no a todos se les da. A simple vista parece fácil, pero no es así. Para interpretarla con propiedad muy pocos son elegidos. Aquí en el país la mayoría ya nos dejó. Por fortuna dejaron cosas dignas de admiración, que pasaron de noche para los gerentes de las radiodifusoras, y a casi todos -por no generalizar- les descubrieron su oído de artillero.
PARA TERMINAR CON EL TEMA trataré de explicar lo que puede usted notar para encontrar el cinquillo, que es una figura que ejecutan el güiro y la paila (instrumento que aquí llaman tarolas) al unísono, es decir, tocan lo mismo en la introducción. En la melodía, el ejecutante de güiro voltea el instrumento y en vez de rascarlo lo golpea levemente. En el estribillo la figura cambia, pero paila y güiro siguen tocando lo mismo.
ESTO ES FACIL DE NOTAR si se pone atención. Ojalá pueda conseguir el disco. Así sabrá por qué la Danzonera Mandinga me pone a gozar de manera espantosa. ¡Vale!