Convoca a los veteranos luchadores a no rendirse, venderse ni dejarse engañar
Invita Marcos a ex braceros a reuniones con mexicanos que trabajan en EU
Ampliar la imagen Ex braceros reciben a Marcos en Zacatelco, Tlaxcala Foto: Víctor Camacho
Zacatelco, Tlax., 20 de febrero. Después de reunirse hoy con más de 500 ex braceros que exigen al gobierno el pago de un dinero que les retuvo hace décadas y nunca les fue devuelto, el subcomandante Marcos los invitó a marchar juntos el próximo Día del Trabajo en la ciudad de México, y a participar en las próximas reuniones de la otra campaña con migrantes en Ciudad Juárez y Tijuana.
"Va a haber una movilización el Primero de Mayo. Ahora que ya está claro que somos compañeros, les proponemos ir juntos, Asamblea Nacional de Braceros (ANB) y EZLN. Vamos a llevar nuestras demandas, y que nos vean juntos, a ver si no da vergüenza no pelear. A ver si no da vergüenza no unirse a esta lucha. Que oigan nuestra voz de rebelión, nuestra voz demandando justicia. Les proponemos que lo discutan en su asamblea, y si es que sacan acuerdo, manden una delegación, o que vayan todos los que puedan."
El delegado Zero agregó ante los veteranos luchadores que llenaban el recinto de El Dorado, a orillas de la carretera Tlaxcala-Puebla: "La otra campaña no es nada más aquí en México. Sabemos que hay gente en Estados Unidos. Entonces va a haber dos reuniones con ellos. Los vamos a ver de este lado; una reunión en Ciudad Juárez y otra en Tijuana. Les propongo que manden una comisión que vaya con nosotros, y apoya tú que estás del otro lado, porque yo también pasé por eso, y que los mexicanos y mexicanas que están en Estados Unidos conozcan la lucha de ustedes. Ayudamos para que vayan 100 compañeros de ustedes, si pueden más, pues manden más. Ayudamos con el camión. Y a empezar movilizaciones en Estados Unidos de apoyo a su lucha".
Como si regresaran de las viejas fotos de Nacho López y Dorothea Lange, más grandes y canosos pero siempre sombrerudos, éstos son los braceros que tras engaños y decepciones decidieron organizarse para exigir el pago del dinero que les retuvo el gobierno mexicano entre 1942 y 1966, y los intereses generados desde entonces. Es la primera vez que en la otra campaña se escucha el nombre de Gustavo Díaz Ordaz como causante de un abuso, perpetuado en los cinco sexenios posteriores.
Estos hombres y mujeres, y en muchos casos sus descendientes, han formado la ANB y dicen: "No hemos tenido reserva alguna para unirnos a la Sexta declaración de la selva Lacandona". Otro dijo: "Fuimos víctimas del olvido del gobierno, por eso entramos a la otra campaña". Las autoridades les han ofrecido entre 38 mil y 100 mil pesos, cantidades que muchos no han aceptado por considerarlas indignas.
Vienen del largo desencanto del "sueño" en los años dorados del gran salto al otro lado. Generaron millones de dólares de los que las autoridades hacendarias aseguran no tener registro, pero el movimiento ha localizado ese registro.
"No pedimos limosna, es nuestro trabajo"
Son parte de los de abajo. Hasta hoy padecen las penurias que los hicieron emprender aquella travesía, hoy masificada por las nuevas generaciones. "Hemos ido a Los Pinos, a la Cámara de Diputados; nadie nos hace caso", expresa don Marcial. "No pedimos limosna, es nuestro trabajo."
Don Abel protesta: "Ya estuvo suave de que el gobierno nos trate como borregos". Y el profesor Felipe llama a "quitarles lo que nos deben a los bandidos que se están robando la patria". Y don Pedro menciona "los trancazos que estamos sintiendo". Como expresa un colega de Narconews, la de los braceros es "una herida que sigue abierta".
Tras escuchar datos, testimonios y desahogos, el subcomandante Marcos les dirige las siguientes palabras: "Su lucha ha llegado hasta nosotros. Vimos cuando nacieron, cómo lucharon y llegó el día en que estamos aquí con ustedes y podemos decirles: ya compañeros y compañeras; en su lucha está ya el EZLN. Vemos que la mayoría tienen ya edad, y queremos decirles que allá en nuestras tierras la gente de edad es la que más vale, la que nos dirige. Siempre escuchamos con atención su palabra, porque son mayores en experiencia, sabiduría y conocimiento de las leyes de la tierra.
"Hace 12 años nos alzamos en armas contra el supremo gobierno porque así como pasaba un perro por la calle así pasaba un indígena y nadie lo miraba. Me tocó a mí salir con la columna guerrillera que tomó San Cristóbal de las Casas. Tenían que salir al combate sólo los hombres y mujeres que se habían preparado. Cuando estamos a punto de salir se presentaron los oficiales a decirme que había un anciano que quería ir también al combate y no hacía caso de que tenía que quedarse. Me mandaron a convencerlo. En lengua, trataba de explicarle al compañero que iba a haber guerra, combate y que no iba a poder pelear así como estaba. El usaba un bastón para caminar porque ya estaba muy grande de edad y con dificultad podía ponerse en pie. El me dijo: 'Dame un arma, con ésa voy a poder caminar. Yo tengo ya poco tiempo de vida y siento que si no participo en esta lucha, qué cuentas le voy a dar a mis muertos, a mis antepasados cuando los encuentre allá en el otro lado. Siento que si llego con ellos con las manos vacías, entonces me van a reclamar. A mí no me preocupan mis hijos, mis nietos, mis bisnietos; lo que me preocupa son mis padres y mis abuelos porque ellos lucharon y yo también siento ese deber'. Le dimos una escopeta y con ella fue apoyándose como si fuera un bastón a atacar San Cristóbal, y junto con él rendimos a la policía y tomamos la ciudad".
El delegado Zero recuerda luego el diálogo y "esta historia que ustedes bien conocen, donde el gobierno prometió solución y no cumplió. Una y otra vez buscamos la forma de seguir nuestra lucha, de no rendirnos. El compañero este ya de edad, murió por fin, y lo último que alcanzó a decirnos fue : 'No se rindan , no se vendan, no se dejen engañar'. Y nosotros sentimos un deber con ese compañero que nos estaba dejando como una herencia, no un terreno, ni una cantidad de dinero. Nos estaba dejando el deber de luchar. Y yo vengo a traerles este mensaje a nuestros mayores de la ANB. No se rindan, no se vendan, no se dejen engañar.
"Ustedes y su lucha son muy importantes para nosotros. Es un orgullo y es un honor que podamos decirle a la gente allá que los tenemos de compañeros. Su rostro colectivo y que es la ANB, y su lucha se conocen y se respetan. Queremos decirles que si siguen adelante en su lucha nosotros vamos a estar con ustedes."
El delegado zapatista refiere que ha encontrado hombres y mujeres de edad que le dicen: "oye, sub, es que a nosotros en este sistema nos tratan como si fuéramos una envoltura ya vieja, como si fuéramos un mueble que ya no sirve, y nos tienen ahí arrinconados, esperando a ver si nos come el animal o si nos echa a perder el clima; como que estamos allí arrumbados, estorbándoles. Y nosotros no nacimos ancianos. Trabajamos y trabajamos duro y generamos riqueza, y ahora que ya no les servimos nos quieren hacer a un lado, nos quieren matar".
Y ahora, agrega, "conocimos aquí en su voz y en su indignación esta historia. Sabemos bien que tuvieron que ir a trabajar en condiciones de peligro. Porque era una guerra, la guerra mundial. Y todavía, como explicaron ustedes, soportar el maltrato de los capataces gringos, que al fin y al cabo los despreciaban porque tenemos otro color, otra lengua, así como nos pasa como indígenas en nuestro propio país".
Todo ese trabajo, las cosechas que levantaron, los ferrocarriles que pudieron echar a andar, generaron riqueza, "y sólo una pequeña parte es lo que nos pagaban. Y todavía de esa parte nos quitaban, según esto para el ahorro, y como demostraron aquí en su palabra, lo mandaban a que lo cuidara el gobierno. El gobierno. Desde cuándo ha cambiado, pues el gobierno sí es el mismo, no importa qué color tiene. Nomás está robando y holgazaneando, porque ahora resulta que empiezan a decir que el dinero se perdió, pero están las pruebas de que el dinero sí se mandó. Los papeles, donde dice que el dinero que les quitaron a ustedes, a sus padres, a su maridos, sí entró al banco. Y ahora el gobierno se está haciendo pato".
Continúa: "Al gobierno no le cuadra si ustedes se organizan y exigen su derecho. Como que no lo entiende, porque está allá arriba; viera que está abajo, entonces sí entendería lo que es el dolor y sobre todo entendería lo que no tiene: dignidad. La dignidad es el respeto a uno mismo. Y esa gente de allá arriba no se respeta a sí misma. Por eso los gringos los hacen como quieren. Y ahora que los pobres se levantan y exigen sus derechos, el gobierno dice: 'tú tienes que estar en un rincón o en una esquina; a vender chicles, y mientras voy a dejar que pase el tiempo, al fin que ya tienes edad, voy a esperar a que te mueras'. Así como están esperando que los indígenas desaparezcamos, a que nos arrepintamos del color que tenemos, de la lengua, de la cultura".
Según el gobierno, "no hay dinero; ni modo. ¿Cuánto están ganando los hijos de Marta Sahagún? Ahí está el dinero que les robaron. Y está en las campañas políticas de los partidos. Sí hay dinero, pero lo tienen ellos".
Marcos refiere que ha escuchado esos clamores en todas partes. "¿Para qué queremos ese gobierno? ¿Para qué queremos ese sistema? Y nosotros lo estamos manteniendo. Y nos dicen que hacen ley. Ustedes saben que esas leyes son para quitarle las tierras al campesino, para que el obrero no tenga derechos, para que el estudiante no tenga buenas escuelas y para que los maestros se obedezcan y no luchen por sus derechos. Ustedes tienen mucho tiempo en estos suelos, bajo estos cielos y saben lo que es una lucha y saben que no es fácil. Queremos una lucha nacional, pacífica, para que se vayan los ricos y los gobiernos".
Por la tarde el delegado Zero se reunió con el magisterio democrático de Tlaxcala, donde reiteró sus críticas a los partidos políticos, a los líderes del tercer Diálogo Nacional y a los candidatos presidenciales.