Le perdieron confianza porque denostó públicamente a trabajadores
Empleados del Juan N. Navarro exigen la salida del director
Personal médico y la planta sindical y administrativa del Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro desconoció la mañana de ayer al director general del nosocomio, Félix Higuera Romero, por "pérdida de confianza", ya que en varias ocasiones "se le sorprendió denostando" públicamente el trabajo de la plantilla médica a su cargo y porque fue uno de los principales promotores de la reubicación de este centro especializado único en el país.
Durante la asamblea general para informar a la comunidad trabajadora y a los usuarios del hospital de la situación en que se mantiene el lugar, el pleno decidió unánimemente entregar este martes una carta al coordinador general de Hospitales Federales de Referencia, Bernardo Vidart Ramos, en la que le informarán que Higuera Romero ha dejado de ser una figura de autoridad para los que laboran en HPI.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, por lo menos en la administración de Vicente Fox el siquiátrico infantil no cambiará de sede, pues el gobierno federal omitió destinar una partida presupuestal para la "remodelación" del nosocomio. En cuanto a la pretendida remoción del directivo, el organismo asistencial dijo que, aunque no se ha recibido documento alguno, la demanda es improcedente.
Desde el jueves de la semana pasada, las oficinas del director se encuentran aseguradas y permanecen selladas para evitar que ingresara y reasuma sus funciones; desde entonces se solicitó su remoción.
En la reunión de la planta laboral se hizo público un documento "de los incondicionales del director del hospital", que encabeza "la doctora Arriaga", firmado por 15 personas y dirigido a Enrique Camarena, director de los Servicios de Atención Siquiátrica, para que investigue el origen de las inconformidades.
Según consigna el texto referido, interceptado por trabajadores del hospital, éstos "han impedido la entrada al personal; han hecho partícipe a la prensa de las dificultades internas del hospital; no han cumplido los objetivos asistenciales, a la poca claridad en la información y sugiriendo con esto que se ha fomentado la división entre los compañeros de trabajo".
En dicho texto se pide "enérgicamente" al directivo hospitalario "que investigue el origen de las irregularidades antes mencionadas y que les dé pronta atención".
De acuerdo con personal médico y sindicalizado, la doctora Arriaga intimida al personal de enfermería para que se adhiera a su posición. Esto no ha sucedido del todo porque los trabajadores obtuvieron una copia del documento y en él se aprecian sólo 15 firmas, "que por cierto son los incondicionales del director del hospital".