Usted está aquí: martes 21 de febrero de 2006 Opinión ITACATE

ITACATE

Cristina Barros y Marco Buenrostro

De México a California

LA RELACION DE México con California, Estados Unidos, es permanente. Esta entidad, como sabemos, perteneció a nuestro territorio. Mesoamérica tuvo comercio con la región. Al llegar los españoles, la evangelización desempeñó un papel importante ahí, del que son testigos las misiones franciscanas y jesuitas que perviven.

AL SERNOS ARREBATADA esa gran extensión, muchos mexicanos continuaron su vida allá. Con el tiempo y sobre todo a partir del programa Bracero que se instituyó en 1942, muchos paisanos emigraron a California en busca de las oportunidades que México no les brindaba.

BUENA PARTE DE estos trabajadores emigrantes radicaron en Los Angeles, ciudad que desde entonces se pobló con cientos de familias mexicanas. La necesidad de reproducir sus costumbres hizo indispensable el abasto de gran cantidad de ingredientes culinarios.

LOS GRANDES MERCADOS de Los Angeles, comenta la investigadora Magdalena Barros Nock, ubicados en las calles siete y nueve, y en el mercado central, se semejaban en mucho a la Central de Abastos de México. Ahí podían encontrarse los insumos para la cocina mexicana básica, así como lo necesario para la cocina de algunos estados de la república. En los primeros tiempos debió preponderar la del Bajío, pues los primeros en llegar a California procedían en general de esa región.

HACIA 1980 SE creó una nueva central para el abasto. El mercado de la calle nueve fue ocupado entonces por los emigrantes de origen asiático, el de la calle siete siguió surtiendo a la población de origen mexicano y el mercado central vendió ahora al menudeo.

EN ESE MOMENTO, algunos mexicanos que trabajaban con los bodegueros mayoristas de Estados Unidos optaron por poner su propio negocio de venta al menudeo de productos mexicanos.

EN ESA EPOCA la modificación del tipo de cultivos del valle central y otros valles californianos hizo que los trabajadores agrícolas tendieran a establecerse ahí, pues hubo trabajo durante periodos más prolongados.

PARA SURTIRLOS DE alimentos se establecieron bodegas, tiendas, restaurantes y otros sistemas de abasto y distribución. Es el caso del valle de Santa María y la población de Guadalupe, ubicada a 7 millas de dicho lugar, cuyos habitantes son mexicanos en su mayoría.

EN LOS SWAPMEETS, que nuestros paisanos llaman ''remates", la población estadunidense podía encontrar antigüedades y objetos de segunda mano; hoy los habitantes de origen mexicano pueden consumir ahí comida de su tierra, comprar toda clase de chiles y adquirir cazuelas, comales, molcajetes y molinillos.

ESTO PUEDE VERSE en fotografías, en la exposición que se presenta en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en el recinto de Juárez 222, centro de Coyoacán. Corresponden a un interesante proyecto que la institución desarrolla con la Universidad de California en Santa Bárbara. Está abierta de lunes a viernes, de 9 a 18 horas. Concluirá el 13 de marzo.

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