Piden revocación; Bush se manifiesta en favor
Controversia sobre compra de seis puertos de EU por árabes
Washington, 21 de febrero. La compra de seis importantes puertos en Estados Unidos por una compañía de los Emiratos Arabes Unidos desató una tormenta política este martes, cuando políticos estadunidenses pidieron la revocación del contrato, una empresa inició un juicio para bloquearlo, y una organización de defensa de árabes radicados en el país calificó de racistas los argumentos de oposición a la compra-venta.
El propio presidente George W. Bush entró al debate y prometió vetar cualquier legislación que demore la operación comercial.
Según medios estadunidenses, la empresa Continental Stevedoring and Terminals Inc., con sede en Miami, en Florida, entabló una demanda contra el acuerdo que autoriza la compra de los puertos al operador portuario estatal de Emiratos Arabes Unidos, Dubai Ports World, por 6 mil 800 millones de dólares.
Continental es una subsidiaria en Miami de la firma británica Peninsular and Oriental Steam Navigation Company. Por ello argumentó que la venta por parte de la empresa británica a la compañía árabe, la obliga a convertirse en un "socio involuntario" del gobierno de Dubai, en una transacción que "puede poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos".
Senadores republicanos y demócratas exigieron al presidente la suspensión de la compra y plantearon "serias dudas respecto a la seguridad" del territorio estadunidense. Incluso dijeron haber preparado una legislación que, si es aprobada por el Congreso, podría congelar el acuerdo.
El republicano Peter King, jefe del comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, se manifestó "muy preocupado" por el trato, y consideró "irresponsable (...) tener una compañía que podría tener una infiltración de Al-Qaeda, dentro de estos puertos, al tanto de nuestros procedimientos de seguridad y de lo que se hace".
A su vez, el senador demócrata Chuck Schumer declaró, citando preocupaciones en materia de seguridad: "Nuestra petición al presidente es que suspenda de inmediato este contrato, que no le permita seguir adelante".
En respuesta, Bush prometió vetar cualquier ley que impida la operación y dijo que los legisladores estaban enviando "señales confusas". Los parlamentarios, acusó Bush, no dijeron nada cuando una compañía británica estuvo a cargo de los puertos, pero emprenden una campaña en contra del acuerdo ahora que concierne a una firma de Medio Oriente.
"A mi juicio la transacción debería concretarse. Si hubiera algún riesgo de que la venta ponga en peligro la seguridad de Estados Unidos, no tendría lugar", agregó el mandatario.
Bush explicó que "la compañía (árabe) no administrará la seguridad portuaria, la seguridad de nuestros puertos seguirá estando a cargo de los guardacostas y las aduanas (estadunidenses)".
Añadió que Dubai Ports World tiene sede en un país que "coopera en la guerra contra el terrorismo".
Más temprano, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, sostuvo que los Emiratos Arabes Unidos "han sido un socio muy, muy sólido en nuestros trabajos en el Golfo (Pérsico). Es un país involucrado con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo".