Encinas rechaza el argumento de falta de refacciones como medida de presión
El Metro, en alerta amarilla desde la noche del martes
Delegados del SNTSTC acuerdan esperar la respuesta a su pliego hasta hoy a las 6 de la tarde
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Los usuarios del Metro continúan utilizando las líneas con normalidad, después de que el sindicato encabezado por Fernando Espino anunciara una falta colectiva de los trabajadores de este transporte
Foto: Cristina Rodríguez
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, advirtió a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (SNTSTC), que el argumento de la falta de refacciones para el mantenimiento del Metro no servirá como medida de presión en la negociación que se estableció con las autoridades de la empresa para evitar la suspensión del servicio.
La determinación por ello de decretar una "alerta amarilla" en el Metro, poner en marcha un programa de contingencia desde la noche del martes para garantizar la transportación de 4.5 millones de pasajeros diarios y establecer un sistema de monitoreo, vigilancia, supervisión y grabación en las áreas estratégicas, como el puesto de control central, correspondencias y andenes, informó el secretario de Transporte y Vialidad, Francisco Garduño Yáñez.
Por la noche, en sesión extraordinaria el consejo general de delegados del sindicato aceptó esperar hasta las 18 horas de este jueves la respuesta de las autoridades a nueve de los puntos planteados, instalarse en asamblea permanente y volverse a reunir el próximo 2 de marzo para votar la aceptación de la propuesta o fijar la fecha para la realización de la falta colectiva, informó su dirigente Fernando Espino Arévalo.
Al término del banderazo de salida de 17 nuevas unidades del Metrobús, Garduño Yáñez explicó que el programa de contingencia incluye la suspensión del Hoy no circula para que 2 mil microbuses y 500 autobuses que les corresponde descansar presten el servicio en corredores estratégicos, de manera paralela al Metro, con una tarifa de dos pesos, cuyo cobro se dará a conocer a través de cartulinas que portarán en los parabrisas.
La contratación de los servicios del transporte público concesionado y privado -para lo cual se podría echar mano de los 4 millones del Fondo de Contingenci--, la definición de rutas y el incremento de derroteros, "están ya afinados, así como los volantes, cartulinas, mantas, conos, silbatos y portaestandartes a distribuirse, para hacer frente a una posible falta colectiva de los trabajadores", señaló.
Cada una de las 11 líneas de la red cuentan con un programa específico de operación, pues las primeras tres, que van de Pantitlán a Observatorio, Tasqueña a Cuatro Caminos e Indios Verdes a Universidad, atienden el 60 por ciento de la demanda de servicio; y las demás son accesorias, por lo que, de manera paralela, correrían las 2 mil 500 unidades concesionadas.
"No se temen afectaciones o casos de sabotaje contra las instalaciones del organismo, pero su vigilancia se mantendrá hasta que no exista el riesgo de una falta colectiva y acepten las propuestas que les presentará este jueves, pues la inversión en el organismo es millonaria. Tan solo en 2004 se invirtieron 13 mil millones de pesos, equivalente a la que se requiere para cambiar los 28 mil microbuses que circulan en la ciudad de México", precisó.
Inversión en mantenimiento
Por la mañana, el mandatario capitalino explicó que en este momento se tiene una inversión de 500 millones de pesos en refacciones que están disponibles en talleres. "Si a algo hemos dado prioridad, es al mantenimiento, la renovación del equipo, la adquisición de nuevos trenes y ha ido mejorando sensiblemente el servicio, disminuyendo el número de incidencias diarias que tiene todo sistema de transporte y nos vamos a mantener en esa ruta", sentenció.
El Metro sigue siendo la principal columna vertebral del transporte público de la ciudad de México y como tal debe consolidarse, por lo que lamentó que no se haya construido una línea más en esta administración, debido al alto costo que representa y a que los recursos se destinaron al mantenimiento de la red y a la adquisición de nuevos trenes.
Consideró sin embargo que el problema del transporte público no deriva del rezago que se tiene en la construcción de nuevas líneas, sino en la manera en que se desarticuló la red de transporte público de superficie mediante el desmantelamiento de Ruta 100, lo que generó un transporte paralelo que compitió en contra del STC.