''Que cuelguen en el Zócalo a pederastas, pero primero que les prueben que son culpables''
Niega el arzobispo Chedraoui haber solicitado a Marín apoyo para Nacif
Nadie pide castigo para quienes espían por teléfono; ¡casi los consagran!, dice el patriarca ortodoxo
Ampliar la imagen Antonio Chedraoui, el pasado 17 de enero Foto: José Carlo González /Archivo
Puebla, Pue., 23 de febrero. ''¡Es mentira, es mentira!'', exclamó el arzobispo de la Iglesia ortodoxa, Antonio Chedraoui, cuando este reportero le preguntó si había intervenido, como se rumora aquí, para pedir a Mario Marín Torres, gobernador de Puebla, que ayudara a Kamel Nacif Borge, el empresario de origen libanés, contra la periodista Lydia Cacho.
En una entrevista concedida vía telefónica, el patriarca exigió que a los pederastas ''los cuelguen en el Zócalo'', pero en el caso concreto de Nacif señaló que ''primero tienen que demostrar que es culpable'', tras lo cual subrayó que ''nadie está pidiendo castigo para los que hacen espionaje telefónico, al contrario, ¡casi los consagran!''
De ascendencia libanesa, como Kamel Nacif y muchas familias poderosas de Puebla, muy cercanas al gober precioso, en los comederos políticos de esta ciudad se menciona que el arzobispo exhortó a Marín Torres -''mi amigo'', como reconoció ante este enviado- para que nombrara a su paisano Antonio Karam jefe de la Policía Judicial del estado, como en efecto ocurrió. A continuación, la entrevista.
-La Jornada (LJ): Don Antonio, aquí en Puebla se dice que ahora que fue el cumpleaños de usted (17 de enero 2006), a la fiesta que hizo allá en su casa (Huixquilucan, estado de México) asistió Kamel Nacif. ¿Es cierto?
-Antonio Chedraoui (ACh): ¡No, no es cierto! ¡Eso no es cierto! El no ha venido a mi casa ni dos veces en 40 años.
-LJ: Se lo pregunto, señor arzobispo, ya que también se dice que usted le pidió al gobernador Mario Marín que ayudara a Nacif contra Lydia Cacho.
-ACh: ¡Es mentira, es mentira! No sé de dónde sacan eso, no es cierto.
-LJ: Pero Marín sí asistió a su cumpleaños.
-ACh: Sí, él sí vino porque yo lo invité, es mi amigo. También vinieron Roberto Madrazo y Felipe Calderón. Y también invité a Andrés Manuel López Obrador; los tres son mis amigos. Cuando hablé con el presidente del PRD, este señor Leonel... Cota, nada más me pidió una mesa lejos del PRI y del PAN, y sin embargo, no vino ni habló para disculparse.
-LJ: ¿Qué relación tiene usted con Mario Marín y Kamel Nacif?
-ACh: ¡No me mezcle con ellos! Yo vivo en México, ellos en Puebla. Kamel es de la comunidad libanesa y es otras cosas; tiene empresas en Puebla, en Chiapas y en Guerrero, pero a mi casa no ha llegado ni dos veces en 40 años.
-LJ: ¿Y qué piensa de él? ¿Es culpable?
-ACh: Si es culpable, primero que lo demuestren; si es inocente, que se diga. Mire, en Estados Unidos, que es el país más poderoso del mundo, el presidente (Richard) Nixon cayó por el espionaje telefónico. Aquí el que hace espionaje telefónico es héroe nacional; aquí el espionaje telefónico se admira. Y nadie está pidiendo castigo para los que lo hacen, al contrario, ¡casi los consagran!
-LJ: ¿Las conversaciones (de Nacif con Marín y otros) son verdaderas?
-ACh: No sé, pero el espionaje aquí nadie lo condena. Es terrible, estoy en mi casa y no puedo hablar por teléfono por ese temor. ¡No se pueden espiar las cosas íntimas!
-LJ: Como autoridad religiosa, ¿qué castigo pide para los pederastas?
-ACh: ¡Que los cuelguen en el Zócalo! ¡Que les den la pena máxima!
-LJ: ¿Pediría lo mismo para Nacif?
-ACh: Sí, si es culpable que lo cuelguen, y a todos los que hacen eso con los niños. Yo nunca he visto a un animal adulto detrás de un animal joven; que lo hagan los humanos es una bestialidad, pero no voy a dejar de insistir en que se castigue el espionaje. Si cayó Nixon por espiar, aquí también deben castigar ese delito. Imagínese, si una persona me habla por teléfono para confesarse y nos están oyendo...
-LJ: ¿Puede dar absolución por teléfono?
-ACh: Yo no les doy la absolución por teléfono, pero sí un consejo, y si alguien más lo sabe me parece abominable. Yo pido que se castigue el espionaje y la pederastia.
-LJ: Pero volviendo a Kamel Nacif, usted...
-ACh: ¿Por qué no espían a los secuestradores? ¿Por qué no espían a los narcotraficantes? ¡Estamos hartos de secuestros y de narcotráfico, estamos hartos de pederastas y de espionaje telefónico!