Usted está aquí: viernes 24 de febrero de 2006 Sociedad y Justicia La cooperativa Pascual, emblema de lucha laboral

La cooperativa Pascual, emblema de lucha laboral

La resolución de la Suprema Corte pone en peligro el sustento de 50 mil personas

* Elena Poniatowska/ I

''La única cooperativa en México que se enfrenta a las grandes trasnacionales es Pascual -exclama el corresponsal del periódico italiano Il Manifesto, Giovanni Proeittis- y nadie la ayuda." Es verdad. ¿Qué tendremos los mexicanos que no reconocemos nuestros mejores esfuerzos y no los apoyamos? Al contrario, la saña contra Pascual no tiene nombre. Cincuenta mil personas dependen de la empresa refresquera y cooperativa 100 por ciento mexicana. Pascual debería suscitar una admiración enorme porque es una cooperativa independiente y una industria refresquera absolutamente nuestra. Ha ido engrandeciéndose a lo largo de los años y se ha forjado en la lucha sindical. Pascual es un milagro frente a Estados Unidos y nosotros los mexicanos, en vez de ayudar a los trabajadores, los agredimos con nuestra indiferencia. Su gran esfuerzo merece todo el apoyo del mundo. Deberíamos estar orgullosos y dispuestos a darles la mano, pero Pascual avanza solo en medio de las agresiones de la viuda de Rafael Víctor Jiménez Zamudio, doña Victoria Valdez Cacho, y su hija Olivia Jiménez Valdez Zamudio, quienes alegan ser propietarias de los terrenos: uno en Clavijero 75 y otro en Insurgentes Norte 1320, camino a Indios Verdes. El terreno de Clavijero 75 consta de ocho predios fraccionados que ahora ya son uno solo, y el terreno en Insurgentes Norte 1320, junto a la estación Potrero del Metro, es un solo lote. En total son 51 mil 275 metros cuadrados.

El milagro del agua

Desde 1940, los dos terrenos tienen un pozo de agua cada uno. Esos dos pozos fueron autorizados antes de la veda de 1956 y son el máximo tesoro de Pascual, porque sin agua no hay refrescos. No se puede utilizar el agua municipal y Pascual consume al día una cantidad importante de metros cúbicos.

Todos los refrescos en México son sintéticos, menos Pascual.

''Una Coca-Cola tiene un costo de fabricación real de 4 pesos, pero en el mercado se vende a 14; la empresa gana 10 pesos y, con los millones de litros que vende, la Coca-Cola puede hacerse toda la publicidad del mundo", dice Mauro Solís Pérez. ''A nosotros la elaboración de un refresco nos cuesta 2.70 pesos y lo damos a 3.50, le ganamos 80 centavos. Con el fallo de la Suprema Corte de Justicia que amparó a doña Victoria Valdez Cacho viuda de Jiménez, en contra del decreto de expropiación del Gobierno del Distrito Federal en 2003, corremos el riesgo de perder 2 mil empleos aquí en el DF. También la cooperativa de Puruarán se verá afectada y los productores del campo a quienes les compramos la fruta''.

En contra de los refrescos de cola

-Nosotros estamos muy indignados por la actitud del gobierno federal -expresa Abad García Labastida-, que desprotege al sector social. Algunos sindicatos se manifiestan en contra del consumo de la Coca-Cola. Habría que hacer una labor más amplia de conciencia en los habitantes para apoyar la supervivencia de la cooperativa, y la segunda, para no tomar refrescos de cola, porque son dañinos para la salud. La Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (Profeco) publicó un artículo en la Revista del Consumidor informando que la Coca- Cola es dañina, acelera la diabetes, la obesidad y descalcifica el organismo. La Coca-Cola tiene nuez quemada, limón quemado y cafeína. La empresa Cadbury compró Orange Crush y Peñafiel. Todos los refrescos en México son sintéticos, menos los de Pascual."

Pascual, la tercera refresquera en México

''Después de las refresqueras Coca-Cola y Pepsi Cola nosotros venimos siendo la tercera fuerza. Cubrimos 15 por ciento del mercado nacional. Lo demás se reparte entre la Coca y la Pepsi y otras marcas pequeñas. Jarritos prevalece porque exporta a Estados Unidos. Todas las demás han sido absorbidas por empresas grandes. Pascual es 100 por ciento mexicana y se caracteriza por producir refrescos de fruta. Además, el producto no se endulza con alta fructosa, sino con azúcar de caña. La cooperativa beneficia a otra cooperativa, un ingenio en Puruarán, Michoacán, que nos vende toda su producción de azúcar de caña, es decir, trabaja exclusivamente para nosotros y le pagamos por adelantado. Las trasnacionales como Coca-Cola o Pepsi Cola endulzan con alta fructosa importada de Estados Unidos, que es de alto riesgo para la salud, porque proviene del maíz amarillo transgénico."

No tenemos publicidad

''Para nosotros la publicidad tiene un costo muy elevado, por segundo nos cobran 20 millones de pesos. Lo que hemos hecho es vitaminar nuestros Boings y el DIF y los niños en general los prefieren por sus vitaminas C y B, y logramos refrescos de mucha más calidad."

Aguas y paletas

''Pascual se inició en 1938. Rafael Víctor Jiménez Zamudio empezó vendiendo aguas y paletas, y luego elaboró agua Pascual natural, tipo garrafón, y de ahí incursionó en bebidas refrescantes. Tenía Pascual y Lulú, refrescos gaseosos. Posteriormente lanzó el Boing refresco-jugo, que ahora es la bebida líder de la cooperativa. Tuvo mucha aceptación, por su alto contenido de jugo.

''Tenemos 13 sabores que elaboramos con guayaba, mango, tamarindo, fresa, manzana, piña, guanábana, uva, limón, toronja y durazno. María del Carmen Ruiz, química de profesión y pariente de uno de los trabajadores, nos ayudó a hacer las fórmulas tanto de Pascual, Lulú y Boing, que son las marcas de la cooperativa. Nos adjudicamos las marcas a raíz de la huelga iniciada el 18 de mayo de 1982."

La huelga de 1982

Según Abad García Labastida, Pascual nació de una lucha obrero patronal. ''En 1982 la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos dictaminó un aumento de 10, 20 y 30 por ciento, y el patrón Rafael Víctor Jiménez Zamudio no lo acató y nos fuimos a una suspensión laboral".

García Labastida entró a la refresquera en 1968, cuando el movimiento estudiantil. Primero fue ayudante de ventas, luego estuvo en la dirección.

Muy buen ambiente, el de la cooperativa Pascual

''Desde el inicio de la cooperativa el ambiente en oficinas y plantas era diferente al de otras empresas; la operación, regulada por los trabajadores mismos, era muy buena. En las oficinas el atavío era casual: ni sacos ni corbatas, abundaban los tenis y las botas. En las plantas, la forma de hablar era directa, sin tonos de superioridad; la gente sabía cuál era su responsabilidad y cumplía armoniosamente.

Según Mauro Solís Pérez, actual secretario de la comisión educativa, en Pascual se capacita al personal en las áreas operativas o administrativas, y también en el cooperativismo. Un periódico interno informa acerca de temas relacionados con el cooperativismo. En los inicios de la cooperativa la comisión de cultura se dedicó a tareas básicas, como la alfabetización y la educación primaria, secundaria y preparatoria, y recibió apoyo del Movimiento Revolucionario del Magisterio. ''Ahora tenemos becarios en maestrías y diplomados, en cursos de inglés y de computación".

Presencia en 19 estados

''Se puede comprar un refresco de Pascual en 19 estados de la República. Todavía no tenemos cubierto todo el país, porque se requiere de mucho capital, pero queremos abarcar toda la República para que Pascual sea nacional. En los 19 estados tenemos distribuidoras. En la actualidad no contamos con dinero para construir plantas en otras partes de la República, prácticamente no cubrimos el norte, llegamos hasta Monterrey, pero el norte está descubierto: Chihuahua, Sonora, Durango. En el Bajío faltan varias distribuidoras. No estamos en Chiapas ni en Tabasco, en el sureste, pero sí en Veracruz."

 
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