Borges perdura como un clásico y Sábato es un autor indiscutible, dijo en la UNAM
Erudito repaso de Beatriz Sarlo por el siglo XX de Argentina y algunos de sus escritores
De Jorge Luis Borges reconoce que sigue siendo un clásico; de Ezequiel Martínez Estrada, que es fundamental y nunca ha dejado de ser leído; de Julio Cortázar dice que en él destaca sobre todo la destreza técnica, más que la profundidad de su narrativa; de Ernesto Sábato, que tiene un mensaje para la juventud y que no es un autor que se discuta en Argentina.
Con lucidez y erudición, la controvertida ensayista y crítica literaria Beatriz Sarlo regaló un repaso histórico por el siglo XX de su país y, a preguntas del público, caracterizó sintética y críticamente a varios escritores argentinos, con lo cual magulló los corazones de varios fans presentes.
Sin embargo, su lenguaje directo y sincero, y su manejo impresionante de la historia social, política y cultural de su país le valieron para ganarse a los asistentes que el miércoles abarrotaron el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para escuchar su conferencia Balance de un siglo. Borges, batallas culturales, identidades y representaciones.
Sarlo, quien presentará su libro Tiempo pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión (Siglo XXI Editores), describió a una Argentina con un pasado joven, sin tradición virreinal, con escasa población indígena originaria y colonizada sobre todo por migrantes pobres provenientes de países europeos.
Habló de la búsqueda, en las primeras décadas del siglo XX, de una identidad nacional y de la urgencia de crear un imaginario. Inclusive recordó el planteamiento de Borges sobre la necesidad de ''armar" los fantasmas y los mitos de Buenos Aires.
Evocó la importancia de los periódicos modernos y masivos, como El Mundo y Crítica y de sus colaboradores fundamentales: Roberto Arlt en uno y Borges, en el otro, desde donde, por cierto, construyó su gloria. Ambos conformaron el ''sistema literario clásico argentino", resumió.
Fue en Crítica que Borges escribió sus textos más ''desviados y enigmáticos", dijo Sarlo al recordar, por ejemplo, la colección de cuentos La historia universal de la infamia. No eran los ejercicios de un ''tímido", como él mismo decía, sino de un ''soberbio" que ya prefiguraba su proyecto escritural futuro, agregó. El más grande escritor argentino, pues, fue ''codificado" por la industria cultural del periodismo.
La posteridad literaria es cruel
Y al comentar acerca de la ''desaparición" de Cortázar en las preferencias de los escritores argentinos jóvenes, dijo: ''La posteridad literaria es cruel", y agregó:
''Ya con las teorías literarias predominantes en los años 80, Cortázar se fue haciendo más difícil de leer, además de que era una lectura muy relacionada con la preferencia de los adolescentes. Luego publica su mejor novela, Modelo para armar, pero la gente esperaba 'Rayuela 2'. Cortázar, como casi todos los escritores en los pasados cien años, padece los cambios de las modas literarias."
De Ernesto Sábato señaló que se trata de un autor de ''increíble consagración mediática", como sucedió a Borges al principio, y dijo que es valorado por ser ''un escritor que tiene un mensaje para la juventud", sobre todo por su rechazo a la técnica. ''Ni Borges ni Martínez Estrada tenían un mensaje", contrastó.
Recordó que Sábato, cuya obra El túnel consideró que es una novela ''existencialista", no ha publicado nada en las pasadas tres décadas y que no es un autor que se discuta en Argentina.
Destacó la importancia de Martínez Estrada y dijo que, en realidad, el autor de Muerte y transfiguración de Martín Fierro nunca se ha dejado de leer en su país.
Sarlo mencionó a escritores argentinos de generaciones recientes a los que considera que tienen algo que decir, como César Aira, Sergio Cheifec y Martín Kohan.
El domingo, la ensayista estará en la Feria del Libro de Minería para hablar sobre Borges y el martes en el Palacio de Bellas Artes para presentar Tiempo pasado, con Carlos Monsiváis.