Prolongan el toque de queda hasta hoy; prohíben las manifestaciones armadas
Obra de expertos, la voladura de la Mezquita del Domo Dorado: Bagdad
Los rezos de los viernes se realizaron en los barrios para prevenir ataques a grandes mausoleos
El atentado fue obra de un país que intenta provocar guerra en el Islam, acusa el gobierno iraquí
Bagdad, 24 de febrero. Los rezos de este viernes se desarrollaron en Irak en calma bajo el toque de queda, que fue prolongado hasta este sábado, en tanto que el ministro de Construcción y Vivienda iraquí, Jassem Mohammad Jaafar, afirmó que la "voladura del mausoleo chiíta de Samarra fue obra de especialistas que debieron trabajar durante al menos 12 horas en el interior del edificio".
El estado de queda decretado en Bagdad, Diyala, Babil y Salaheddin provocó que las calles en esas ciudades amanecieran prácticamente desiertas, sin embargo no impidió que los habitantes de los diferentes barrios de la capital iraquí salieran a la calle a hacer sus compras.
Además, la mayoría de los fieles acudió al rezo de los viernes en sus propios barrios y no en masa a las grandes mezquitas, como ocurre habitualmente.
La destrucción del santuario de Samarra desató una ola de violencia religiosa sin precedentes en el país ocupado, que dejó más de 130 civiles muertos.
Sin embargo, chiítas y sunitas respondieron en varios lugares a la invitación de orar conjuntamente. Clérigos y políticos de todas las filas exigieron a sus respectivos seguidores mantener la calma y no realizar acciones violentas contra otras tendencias religiosas.
En las regiones chiítas los sermones eximieron a los sunitas de toda responsabilidad en el atentado contra la Mezquita del Domo Dorado y acusaron a "los terroristas partidarios de Saddam (Hussein) y los tafkiris (extremistas sunitas)" de ser los responsables.
"Este crimen fue cometido por el enemigo común de los sunitas y los chiítas. Debemos afirmar hoy nuestro compromiso de vivir juntos de forma pacífica y fraternal", señaló en la ciudad santa chiíta de Kerbala el representante del ayatola Alí Sistaní, Abdel Mehdi Karbalai.
En las ciudades de Kut, Nasiriya e Hilla los imanes llamaron "a la unidad en las filas y al rechazo de las luchas internas".
En Kufa, el movimiento del jefe radical chiíta Moqtada Sadr organizó una manifestación para "oponerse a los intentos de sembrar la división" entre los iraquíes.
El primer ministro iraquí, Ibrahim Jaafari, en mensaje por televisión anunció que desde ahora están prohibidas las manifestaciones armadas, así como llevar armas sin autorización, al tiempo que prolongó hasta este sábado el toque de queda.
En tanto, el ministro de Construcción y Vivienda iraquí señaló que "la voladura del mausoleo chiíta fue obra de especialistas que debieron trabajar durante al menos 12 horas en el interior del edificio", en declaraciones a la cadena oficial Al Iraquia.
Jassem Mohammad Jaafar, quien realizó el pasado jueves una visita de inspección al mausoleo de Samarra, precisó que los destrozos son importantes: "La cúpula está destruida por completo, además de que se hundió totalmente, y los cimientos del edifico también están dañados".
Por su parte, el ministro de Exteriores iraní señaló que el ataque contra el mausoleo del Domo Dorado fue obra de un país que intenta provocar una guerra en el mundo islámico.
"Creemos que varias manos están trabajando para generar una guerra étnica, una guerra religiosa entre chiítas y sunitas o cualesquiera otros grupos, no sólo en Irak, sino en todo el mundo islámico", dijo Manuchehr Mottaki durante una conferencia de prensa en Bangkok, Tailandia.
"No puedo hablar de ningún país específico, pero tomamos en cuenta este problema con mucho cuidado", agregó el ministro.
Iraníes acusan a EU y GB
En Teherán, decenas de miles de chiítas iraníes realizaron una manifestación de protesta contra la voladura del santuario y acusaron a las fuerzas militares de Estados Unidos y Gran Bretaña en Irak de llevar a los chiítas y a los sunitas a una guerra civil.
En este sentido, el embajador de Estados Unidos en Bagdad, Zalmay Jalilzad, urgió a los sunitas a constituir un gobierno de unidad nacional para evitar sumir al país en una guerra civil.
Por su parte, la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, reconoció que la violencia religiosa que sufre Irak representa un "golpe" para la formación de un gobierno, aunque reafirmó su confianza en los dirigentes de ese país.
El presidente George W. Bush dijo que Irak se encuentra en un momento clave y que los propios iraquíes enfrentan "un momento de decisiones" ante la amenaza de guerra civil, pero se declaró "optimista" respecto del futuro de la nación árabe y volvió a defender su estrategia en Irak.
Mientras tanto, a pesar del toque de queda, al sur de Bagdad tres personas de una misma familia fueron asesinadas y una mezquita sunita fue atacada con obuses poco después de pasada la medianoche, lo que causó heridas a cinco vigilantes y severos daños en el edificio.
Asimismo, el ejército de Estados Unidos abatió en la mañana de este viernes a Abu Asma (Abu Anasun), presunto dirigente local de la red Al Qaeda, durante un registro llevado a cabo en un sector del norte de Bagdad.