Usted está aquí: lunes 27 de febrero de 2006 Deportes Herrerías y los Rejoneadores de Schwarzenegger

Herrerías y los Rejoneadores de Schwarzenegger

LUMBRERA CHICO

No, a los propietarios del derecho de apartado no les han dicho media palabra; a los que renovaron obligatoriamente su abono, pues en caso contrario lo perderían; a quienes de tal modo, por la fuerza y con el apoyo del Gobierno del Distrito Federal, entregaron a Herrerías casi 20 millones de pesos para que el peor "empresario" taurino de todos los tiempos pagara el alquiler de la Monumental Plaza Muerta (antes México) un año más; a los que por esa razón deberían ser tratados como los principales de la fiesta, el cacique de Mixcoac no ha tenido la decencia de informarles que a la temporada "un poco menos chica" 2005-2006 le quedan, si bien nos va, dos o tres domingos.

En cambio, a los que nunca van a las corridas de toros, a los que ignoran el abc de esta tradición cultural que en las tierras de lo que hoy se llama México data de hace casi 500 años; a los que incluso y con abundantes motivos aborrecen los ritos y costumbres que giran en torno al sacrificio del ganado de lidia; a ellos sí, y con bombo y platillo, mediante espectaculares anuncios de televisión, ya les están avisando que el viernes 31 de marzo el desprestigiado coso de Insurgentes volverá a ser escenario de una exhibición de motociclismo.

Intrépidos rejoneadores montados en caballos de acero realizarán piruetas girando en el aire al saltar desde elevados pináculos de arena, y miles de amantes de la gasolina, el aceite y las bujías aplaudirán a rabiar, sin saber o sin que les importe que el circo de esos jinetes esté patrocinado por la bebida Red Bull, fabricada, enlatada y exportada al mundo por una empresa del pésimo actor de origen austriaco y actual gobernador de California, el racista y nazi Arnold Schwarzenegger, que tiene una política de odio contra los migrantes mexicanos.

Claro que no puede extrañarnos la nueva alianza de Herrerías con un ser tan despreciable como ése. Ayer, durante la decimoséptima fecha de la insignificante temporada "grande", hizo el paseíllo un fantoche que viaja por el inframundo taurino con el nombre "artístico" de Pasión Gitana, que desprestigia por igual, tanto a los gitanos legítimos que regalan costureros a las mujeres que se llevan al río creyendo que eran mozuelas cuando en realidad tenían marido, como a las pasiones que son los huesos del esqueleto del alma humana.

Una vez más, como todos los años, Herrerías no cumplirá con el compromiso jurídico -¡hay dinero de por medio, señor alcalde Alejandro Entinas!- de presentar a una serie de diestros y ganaderías que anunció en el elenco del derecho de apartado, cuando la gente renovó su tarjeta de abono engañada por la oferta de que vería a tales y cuales artistas del redondel, y no a unos motociclistas posmodernos. Al burlarse de los desamparados aficionados a la fiesta más antigua de México, el cacique incurrirá nuevamente en un delito, pero ninguna autoridad se atreverá a castigarlo. Hoy todos lo disculpan tragándose el cuento de que, al término de la temporadita, se irá de la plaza... cuando se le acabe el contrato a fin de año. Y por lo tanto, sin duda, otra vez no habrá novilladas.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.