Usted está aquí: miércoles 1 de marzo de 2006 Mundo EU pagará 300 mil dólares a un egipcio detenido tras los atentados del 11-S

Primer acuerdo del gobierno estadunidense que enfrenta varias denuncias por abuso

EU pagará 300 mil dólares a un egipcio detenido tras los atentados del 11-S

Demanda el Times al Departamento de Defensa por negar documentos sobre las escuchas

REUTERS Y AFP

Washington, 28 de febrero. Estados Unidos aceptó pagar 300 mil dólares para poner fin a una demanda presentada por un egipcio que estuvo entre las docenas de musulmanes detenidos y deportados luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, informó hoy el periódico The New York Times.

Es el primer acuerdo que logra el gobierno de George W. Bush entre un número de denuncias sobre casos de abusos y violaciones de derechos constitucionales contra personas tras los ataques.

El involucrado en el acuerdo es el egipcio Ehab Elmaghraby, quien manejaba un restaurante en Manhattan junto al paquistaní Javaid Iqbal, quien aún mantiene la demanda.

El Departamento de Justicia prefirió no comentar la información.

El juicio de Elmaghraby contra el fiscal general estadunidense John Ashcroft, fue iniciado en mayo de 2004 y ambos hombres declararon haber sido torturados física y sicológicamente.

Por su parte, el Times presentó una demanda contra el Departamento de Defensa en la que exige que ofrezca documentación sobre el programa de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) que controló las comunicaciones internacionales de un número indeterminado de ciudadanos estadunidenses.

El diario invocó una ley que obliga al gobierno a entregar los papeles solicitados o a justificar la razón por la que los niega.

El rotativo pide documentos que incluyen memorandos internos y correos electrónicos sobre el programa de seguimiento de llamadas telefónicas sin orden judicial. También solicita el nombre de las personas o grupos afectados por el programa.

El diario neoyorquino reveló en diciembre pasado que entre las medidas adoptadas tras los atentados del 11-S, Bush ordenó en 2002 a la NSA que controlara las comunicaciones internacionales -llamadas telefónicas y correos electrónicos de estadunidenses o extranjeros- "en el proceso de investigación de pruebas de actividades terroristas", sin recurrir a un mandato judicial, como se hace con las comunicaciones nacionales.

El Times informó además que un soldado que trabajó como interrogador del ejército estadunidense admitió haber usado perros para intimidar a los prisioneros en Irak, al seguir órdenes de sus superiores.

"Desde enero de 2004 hasta enero de 2005 cumplí mi servicio en Irak (lo que incluye la cárcel de Abu Ghraib) como interrogador. Siguiendo órdenes que yo creía legales, utilicé perros del ejército durante los interrogatorios", escribió Anthony Lagouranis para el diario estadunidense.

El ex interrogador relató que cuando no le complacía una respuesta, acercaba el perro al prisionero, que tenía los ojos vendados, logrando aterrorizarlo hasta el punto que llegaba a mojar sus pantalones.

"Quizá yo merezca ser perseguido. Pero si este es el caso, entonces la culpa se remonta muy alto en la cadena de mando del ejército", consideró Lagouranis, al agregar que él mismo abandonó estos métodos después de algunos meses: "no podía soportar ser tan brutal y de una forma tan rutinaria", agregó.

A todo esto, el jefe del brazo saudita de Al Qaeda, Fahd Ben Faraj Ben Mohamad Joweir, figura entre los cinco sospechosos muertos el lunes en enfrentamientos en Riad por estar involucrados en un atentado fallido contra un complejo petrolero, informó el Ministerio del Interior saudita.

 
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