En todo el orbe ya han sido sacrificados casi 200 millones de pollos
Crisis por la dramática caída global del consumo de productos avícolas
Advierte la FAO sobre creciente incertidumbre comercial
Estados Unidos y Brasil, entre los principales exportadores afectados
Insta a lanzar campaña informativa
Ampliar la imagen Entierro de restos de pollos, ayer, en el extremo norte de Pakistán Foto: Reuters
Roma, 28 de febrero. Los brotes de gripe aviar en Europa, Medio Oriente y Africa han provocado "un dramático descenso del consumo de productos avícolas" en el mundo, advirtió este martes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que detectó restricciones al comercio y una fuerte caída de los precios.
"Una erosión constante en los datos del consumo de productos avícolas situará previsiblemente la cifra a escala mundial en 2006 en 81.8 millones de toneladas. Son cerca de 3 millones de toneladas por debajo de la estimación previa para este año, que era de 84.6 millones", denunció Nancy Morgan, experta en productos agrícolas de la FAO.
La aparición de los primeros brotes de gripe aviar a comienzos de 2004, generó la caída del consumo en Asia y la pérdida de importantes mercados para la exportación, con un descenso de 8 por ciento en el comercio avícola internacional, señaló la FAO.
Con la llegada de la enfermedad a Europa y Africa, la FAO prevé un "desplome" del consumo de productos avícolas en numerosos países, incrementado por el temor al contagio.
"La caída de los precios está sembrado fuerte incertidumbre en el sector", sostiene la FAO.
Dos países, Brasil y Estados Unidos figuran entre los más afectados, ya que "generan alrededor de 70 por ciento del comercio avícola a escala mundial", señala el organismo especializado de Naciones Unidas.
Caso Brasil
En Brasil, donde las exportaciones suponen aproximadamente 30 por ciento del total de la producción avícola, el precio de los pollos recién nacidos, que puede servir como indicador de cambios potenciales en la producción, ha descendido en forma brusca.
Si hasta hace poco los productos avícolas habían subido más de 30 por ciento en el mercado internacional debido a la escasez de productos para la exportación, para 2006 se prevé una caída del consumo debido al descenso progresivo de la demanda mundial de importaciones de pollos.
"Los precios van a bajar, amenazando la rentabilidad de la industria avícola a escala global, así como los medios de subsistencia y las oportunidades de empleo en el mundo rural en los países en desarrollo", aseguró la FAO.
De acuerdo con cálculos de la Organización de las Naciones Unidas, en Europa la caída del consumo oscila de un "dramático 70 por ciento en Italia, a mediados de febrero, a un 20 por ciento en Francia o un 10 por ciento en los países de Europa del norte".
Ese tipo de reacción por la llegada de la llamada enfermedad de los pollos ya se había registrado en el viejo continente a finales de 2005, lo que generó un descenso del consumo de uno por ciento sobre la media anual en 15 países de la Unión Europea.
En algunos países de Africa, como Egipto y Nigeria, los consumidores están dejando de comprar aves de corral y huevos.
En India se ha producido un descenso del consumo de 25 por ciento, con la caída de los precios de entre 12 y 13 por ciento, y un descenso previsto en la producción, indicó la entidad.
Descenso récord
En Estados Unidos, los precios de los pollos troceados para la exportación, tras alcanzar un nivel récord el pasado octubre, cayeron 13 por ciento como resultado del descenso de los envíos hacia Europa oriental y Asia Central en noviembre y diciembre.
En todo el mundo, casi 200 millones de pollos han sido ya sacrificados o han muerto desde que la crisis de la gripe aviar se inició a finales de 2003.
La FAO teme que los más afectados sean los pequeños productores de muchos países en desarrollo, los cuales están perdiendo sus ingresos y sus medios de subsistencia, y enfrentándose al riesgo de inseguridad alimentaria.
La organización pide que se adelanten campañas informativas que expliquen que los productos avícolas, cocinados correctamente en forma completa a una temperatura igual o superior a 70 grados centígrados, pueden ser consumidos sin ningún riesgo.