Testigo de la riqueza y diversidad de nuestro pueblo, dijo Sari Bermúdez

Exportar arte popular, no artesanos es la premisa del museo tripartita

Entre los gobiernos del DF y el federal, y la Asociación de Amigos de ese recinto, aportaron $108 millones

Aun con la apertura de esta sede, falta todo para apoyar la artesanía: Teresa Pomar

LAURA GOMEZ Y ANGEL VARGAS

Ayer se realizó la ceremonia de inauguración del Museo de Arte Popular (MAP). En ese acto, en el que por dislate se anunció a Vicente Fox como ''ex presidente", ante el azoro de invitados y representantes de los medios de comunicación, y que para el jefe del Ejecutivo pasó, en apariencia, inadvertido.

Fue también momento idóneo para anuncios, como el que hizo el propio mandatario, de la creación del Centro de las Artes Indígenas, o el del jefe de Gobierno Alejandro Encinas, quien informó que a partir del actual ejercicio fiscal la administración capitalina destinará una partida de 7 millones de pesos al nuevo museo.

Día de fiesta y parabienes por doquier. También de mucho calor, fragancias exquisitas, vestidos y joyas de diseñador, trajes y accesorios de marca, automóviles de lujo, guaruras y mucha seguridad en torno de las céntricas calles de Independencia y Revillagigedo, en cuya esquina se ubica el edificio art decó que ocupa la naciente institución.

Sólo es un paso

Finalizada la ceremonia tras casi una hora de discursos, comenzaron a circular los vasos con las mexicanísimas aguas de limón, jamaica y horchata; de igual manera copas de vino tinto y blanco y ricos canapés.

Ovacionada durante el acto, al ser mencionado su nombre en una de las intervenciones oficiales, la especialista María Teresa Pomar se mantuvo un tanto al margen de la euforia, y si bien reconoció la creación del museo como un acto de justicia para los artesanos mexicanos, resaltó que ''aún queda mucho por hacer".

Con más de 50 años dedicada a la investigación y difusión del arte popular nacional, e inclusive un museo en Colima lleva su nombre, la promotora dijo a La Jornada: ''Abrir un museo no significa que se ha revalorado el arte popular mexicano ni que los artesanos vivan mejor. Sólo es un paso para ayudarlos; falta todo.

''Seguimos discriminándolos y haciendo cosas que no deberíamos hacer, como sepultar los bancos de barro bajo enormes capas de asfalto, en provincia (o) cortar árboles (por) los rapamontes y negarles un tronquito a los artesanos para tallar una máscara."

La concurrencia comenzó a poblar el recinto de lo que fue el hospicio de indigentes por siglo y medio y la antigua estación de policía y bomberos por 20 años, desde hora y media antes de la llegada del presidente Fox y su esposa, Marta Sahagún, así como de una comitiva encabezada por el secretario de Educación y la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Reyes Tamez Guerra y Sari Bermúdez, respectivamente.

Irreconocibles lucieron las calles donde se encuentra el inmueble, recién asfaltadas y pintadas, además de ¡limpias! El paisaje sólo resultó ''afeado" por el polvo y el ruido incesante de las megaobras de construcción en Plaza Alameda.

Correspondió abrir la parte protocolaria de los discursos a Sari Bermúdez, quien calificó al Museo de Arte Popular como un sueño cumplido y lo definió como ''un testigo de la riqueza y la diversidad de nuestro pueblo'', ''foro de difusión y conocimiento en el que podrá descubrirse el esfuerzo y el virtuosismo de las manos artesanas''.

Destacó, al igual que los que la precedieron en el uso de la palabra, que el proyecto fue posible por el esfuerzo de los gobiernos federal, del DF y la sociedad civil.

Traducido en dinero significa que el Gobierno del DF aportó 41 millones 938 mil 90 pesos, considerando el valor del edificio, que asciende a más de 30 millones; el gobierno federal, por medio del CNCA, 35 millones 500 mil, y la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular (AAMAP), 38 millones 352 mil 398.

Espacio incluyente

Fue la presidenta de la AAMAP, Marie-Thérèse Arango, quien cometió el lapsus de llamar ''ex presidente de México" a Fox, justo al comienzo de su discurso.

La promotora, una de las principales impulsoras del museo, indicó que éste ''nace sano y fuerte" y será ''abierto e incluyente", y tras enumerar a varias de las instituciones y personas benefactoras, enfatizó que el recinto persigue una causa noble e importante:

''Valorar como es debido el arte popular mexicano; estimular el disfrute y la demanda de sus creaciones dentro y fuera de México, y crear empleos que arraiguen el talento autóctono, contribuyendo así a inhibir la migración", puntualizó.

''Partimos de una premisa que nos parece inobjetable: nuestra mejor opción es desarrollar el mercado mexicano y el internacional para hacer crecer la demanda del arte popular. Exportemos arte popular, no artesanos."

De los respectivos discursos de Fox y Encinas, destacaron sendos anuncios. El primero refrendó la creación de un nuevo museo y sitio de artesanía indígena, cuyo nombre será Centro de las Artes de los Pueblos Indígenas, que ocupará la Antigua Casa de las Ajaracas, como adelantó La Jornada (04/enero/2006).

''El propósito -manifestó Fox- es poner a disposición del pueblo de México el acervo de nuestros hermanos y hermanas de los pueblos indígenas."

Por su parte, el mandatario capitalino, además de lo de los 7 millones de partida presupuestal que a partir de este año el Gobierno del DF asignará al Museo de Arte Popular, adelantó que se apoyará con la difusión del espacio y que se incluirá como parte de la ruta del turibús.