Clérigos musulmanes llaman a proteger los templos
EU y chiítas participan en la violencia sectaria: sunitas
Casi una treintena de muertos en otro día de atentados
Ampliar la imagen Una mujer rompe en llanto luego de identificar el cuerpo de un familiar en un hospital en Bagdad, víctima de una ola de atentados con bomba en la que murieron 29 personas Foto: Ap
Bagdad, 1º de marzo. La Asociación de Clérigos Musulmanes, principal organización religiosa sunita de Irak, acusó este miércoles a Estados Unidos y al gobierno chiíta de participar en la violencia desatada desde la semana pasada tras el ataque a la Mezquita del Domo Dorado de Samarra, y llamó a la comunidad a proteger sus templos.
"Nuestros hermanos en todas las áreas deben proteger sus mezquitas, algo en que el gobierno ha fracasado", dijo el vocero de la asociación Abdul Qubasi, durante una conferencia de prensa televisada por la cadena Al Jazeera, y en la que enumeró los ataques contra los sunitas en todo el país.
Desde que una bomba estalló en la Mezquita del Domo Dorado el pasado 22 de febrero, uno de los sitios más sagrados del Islam chiíta, la violencia sectaria ha provocado la muerte de unas 480 personas, de acuerdo con cálculos del gobierno, aunque otras fuentes la ubican en más de mil 300.
Al mismo tiempo, el ayatola Ali Sistani, la más alta autoridad religiosa chiíta de Irak, pidió al pueblo "no dejarse arrastrar a la sedición confesional y a la guerra civil", al recibir al también jefe chiíta, el radical Moqtada Sadr, en Najaf.
Sadr se mostró dispuesto a cooperar con todas las partes para preservar a los iraquíes y combatir el terrorismo y a los takfiri (extremistas sunitas), informó uno de sus allegados Salah Obaidi.
Moqtada Sadr, que regresó el domingo a Irak después de un periplo de un mes por varios países, transmitió sus condolencias al ayatola Sistani durante el encuentro que ambos sostuvieron, y que se centró en el análisis de fórmulas para reducir la violencia, que continuó esta jornada y cobró la vida de 29 personas en más ataques de la resistencia en Bagdad.
En un primer atentado, un coche bomba estalló cerca de una estación de control policial en el área de Nueva Bagdad, predominantemente chiíta, y provocó la muerte de 23 personas y heridas a otras 58.
Otro artefacto colocado en un mercado callejero causó otras tres víctimas mortales, y otras tantas perdieron la vida por la caída de un proyectil de mortero en Mahmudiya, al sur de la capital iraquí.
Además un policía iraquí murió y varios más fueron capturados cuando hombres armados atacaron un vehículo de la policía en la zona de Tikrit.
El ejército de Estados Unidos también reportó la muerte de uno de sus militares, aunque el deceso fue por causas ajenas a los combates.
Ante el incremento de la violencia, el primer ministro chiíta Ibrahim Jafari, aseguró que actuará con rapidez para conformar el gobierno de unidad nacional por el que Washington ha presionado desde que los sunitas participaron en las elecciones de diciembre pasado.
En este contexto, Saddam Hussein admitió su responsabilidad por la ejecución de 148 agricultores en el poblado de Dujail, al norte de Bagdad, tras un intento de asesinato en su contra en 1982, así como de todas las decisiones tomadas entonces, al señalar que tenía facultades para hacerlo.
"Soy el único responsable", afirmó Saddam Hussein en la audiencia de este miércoles en el proceso que se le sigue junto a siete de sus colaboradores, acusados de haber ejecutado a los 148 habitantes de Dujail y de haber destruido sus huertos tras un atentado contra la caravana en la que viajaba el ex presidente perpetrado en esa zona.
"Fui yo quien ordenó la destrucción de los huertos, yo firmé la orden del Consejo de Mando de la Revolución (la más alta instancia del país) para destruir los huertos de todos los implicados en el atentado contra mí", dijo a la corte que lleva el juicio por crímenes contra la humanidad, y declaró que lo hizo para "hacer cumplir la ley", al tiempo que exculpó a sus siete ayudantes.
Hussein también precisó que fue él quién ordenó el juicio de los sospechosos del intento de atentado ante el tribunal de la revolución, y que fueron condenados a muerte en un juicio sumario y luego ejecutados.
Pero otras cuatro personas fueron incluidas por error en la lista de los condenados y ejecutados también en marzo de 1985.