Encuestas, rectificaciones y fortunas
Cuando una encuestadora, o algunas, se salen totalmente de lo esperable, algo les pasa. Si ni siquiera hay hechos de peso que de algún modo respalden sus diferencias con la tendencia anterior, con las otras encuestadoras y con el contorno en general, ese "pronóstico" singular no se sostiene, y en el siguiente sondeo de la misma empresa se observa una rectificación.
Un ejemplo: Reforma publicó un "casi empate" en noviembre, en el que López Obrador le llevaba una ventaja de sólo un punto porcentual a Calderón. Pero la siguiente publicación, en enero, ya le daba al candidato de la coalición Por el Bien de Todos ocho puntos de ventaja: 34 a 26 por ciento, y Madrazo, con 22, en último lugar.
Otro: Mitofsky, a finales del año pasado, daba sólo dos puntos de ventaja a López Obrador sobre Madrazo. Pero la siguiente vez, en enero, ya le llevaba 10 puntos, y ocho puntos de ventaja a Calderón, que había pasado al segundo lugar.
Por último, en enero, GEA/ISA anunció empate a 30 por ciento entre López Obrador y Calderón; pero en el siguiente mes, febrero, rectificó y le dio nueve puntos de ventaja a Andrés Manuel, con 41 por ciento, frente a 32 para Felipe Calderón y 26 para Madrazo.
Con saltos tan fuertes de un mes al siguiente no es posible atribuir el cambio a lo realmente encuestable. Se trata, como dijimos, de la rectificación de posiciones insostenibles. Y en febrero vemos más consistencia entre unas u otras encuestas que en meses anteriores.
Dado este cuadro, es interesante un enfoque del más importante diario de Los Angeles, California. Dice que con la nueva situación política, la riqueza puede ser un riesgo. Señala que López Obrador vive en un departamento de 140 metros cuadrados (traduzco las unidades de medición a las nuestras), y tiene el primer lugar en las encuestas. Calderón vive en una casa de 270 metros cuadrados, y ocupa el segundo lugar. Y el tercer sitio lo tiene Madrazo, que vive en una residencia de mil 300 metros cuadrados. Agrega otros bienes en cada caso, pero se concentra en los de Madrazo, que destacan por su magnitud: cinco casas, tres condominios, tres automóviles de lujo, medio millón de dólares en oro y efectivo, y así sucesivamente. Ah, y un condominio de más de un millón de dólares en Miami, en proceso de adquisición. A Madrazo no sólo lo sitúa en el tercer lugar al que lo mandan las encuestas, sino que, según las mismas, menciona que tiene el doble de porcentaje de rechazos frontales que el de sus adversarios.
En efecto, una fortuna de ese tamaño, y con la famita que de por sí ya tenía Madrazo, es uno de los elementos que lo golpean. Creo que es indispensable agregar una consideración, completamente de otra naturaleza.
López Obrador no sólo ha estado contrayendo compromisos con la gente. Sus antecedentes, especialmente en el Gobierno del Distrito Federal, le dan confiabilidad a esas promesas. Puede ser que mucha gente no sepa todo lo que se realizó durante su mandato, pero con que conozca algunos puntos ya es un antecedente que a los otros candidatos no se les ve por ningún lado. A lo mejor muchos no saben de las 15 nuevas preparatorias y de la formación de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, pero sabrán de la ayuda a los ancianos y de los segundos pisos, por ejemplo.
Ni Calderón ni Madrazo pueden presentar algo similar. De por sí, como no quieren el cambio real, lo que pueden ofrecer de cambios estará en la superficie; pero además no será mucha la gente que crea que van a cumplir esas promesas, con la bola de mentiras que se han dicho en el actual gobierno y en los inmediatos anteriores.
Es muy importante que todos votemos el 2 de julio. El cambio es posible. Quienes quieren desacreditar el proceso electoral desalentando esa participación, consciente o inconscientemente le hacen el juego a la derecha.