Molestia en la cúpula política de Islamabad por el pacto Washington-Nueva Delhi
Musharraf, "aliado estratégico" en la guerra antiterrorista: Bush
El presidente de EU calificó de "valiente" al dictador paquistaní; le negó un acuerdo nuclear
El estadunidense concluyó una accidentada gira de cuatro días a Afganistán, India y Pakistán
Ampliar la imagen Mientras Bush juega cricket en la embajada de Estados Unidos en Islamabad, manifestantes paquistaníes antiestadunidenses marchan en Multan Foto: Reuters
Ampliar la imagen Foto: ANJUM NAVEED
Islamabad, 4 de marzo. El presidente estadunidense, George W. Bush, reiteró hoy aquí que su homólogo Pervez Musharraf es un "aliado estratégico" en la llamada "guerra contra el terrorismo", pero reclamó al gobierno paquistaní un "mejor" intercambio de información de inteligencia sobre las actividades de la red Al Qaeda, porque "queda mucho por hacer" para lograr su derrota.
El visitante concluyó aquí una accidentada gira de cuatro días por tres países asiáticos -Afganistán, India y Pakistán-, pero a pesar de que llamó "valiente" a Musharraf, el mandatario estadunidense negó a Islamabad la posibilidad de formular acuerdos de cooperación nuclear y comercial.
La visita de sólo 24 horas de Bush a la capital paquistaní se desarrolló en un clima de tensión social y de estrictas medidas de seguridad para la comitiva presidencial estadunidense.
Una serie de protestas protagonizadas el viernes pasado por miles de paquistaníes en las principales ciudades del país precedieron a la llegada del gobernante.
Este sábado, Islamabad quedó prácticamente paralizada, la gente evitó salir de sus casas y las autoridades policiales arrestaron a cientos de activistas opositores en la capital y otras localidades.
Uno de los detenidos fue Imran Khan, líder de un pequeño partido islamita de oposición, que se opuso persistentemente a que Pakistán apoyara la invasión de Afganistán a finales de 2001, de acuerdo con un despacho Al Jazeera, publicado en su sitio de Internet.
Cerca de mil personas desafiaron a los cuerpos policiales en Karachi -principal puerto paquistaní, en el sur del territorio- al tratar de celebrar un acto político ante el consulado estadunidense.
Para impedir su avance hasta las instalaciones consulares, la policía disparó gas lacrimógeno y golpeó con garrotes a los manifestantes, que respondieron con piedras, indicó Al Jazeera.
Apenas el jueves pasado, un diplomático estadunidense murió en un atentado en Karachi.
Bush debió pasar la noche del viernes al sábado en la embajada estadunidense, fuertemente fortificada, y las pláticas con Musharraf y otros funcionarios locales se llevaron a cabo en el palacio gubernamental paquistaní.
En vez de visitar el sitio de un terremoto ocurrido en 2005 en el norte de Pakistán, Bush vio un documental del tema, en tanto que un grupo de niños estudiantes fue trasladados al edificio presidencial de Islamabad para que Laura Bush, la primera dama estadunidense, pudiera observar las actividades de un salón de clases.
De acuerdo con el diario británico The Independent, la cúpula paquistaní dio señales de "incomodidad" con el hecho de que el mandatario estadunidense haya pactado el jueves pasado con India un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear y declarado que Nueva Delhi -rival histórico de Islamabad- es "poder global".
El presidente paquistaní -un militar que llegó al poder en octubre de 1999, mediante un golpe de Estado- trató de destacar el hecho de que Bush haya declarado que Pakistán es "socio estratégico", al afirmar que la visita presidencial "sentó los fundamentos de una relación muy firme, fuerte y de largo plazo, entre Estados Unidos y Pakistán".
Frustración y promesas
Los dirigentes paquistaníes esperaban que la visita de Bush sentara las bases de un tratado bilateral sobre inversiones, previo a un acuerdo de libre comercio, además de un pacto de cooperación nuclear similar al logrado entre Washington y Nueva Delhi.
Sobre el primer tema, Bush se limitó a decir ante la prensa que "trabajaremos en ello".
Y acerca del segundo asunto, el presidente estadunidense afirmó que "hemos hablado del programa atómico civil y he explicado que Pakistán e India son dos países diferentes, con necesidades distintas e historias diferentes", razón por la cual -añadió- "a medida que progresemos, nuestras estrategias tendrán en cuenta esas diferencias bien conocidas".
"No es un buen momento para eso", precisó a su vez la secretaria de Estado, Condeleezza Rice.
Miembros de la comitiva estadunidense que hablaron a condición de mantener el anonimato, recordaron que Estados Unidos perdió confianza sobre la protección de Pakistán de sus secretos nucleares, luego que en 2004 Abdul Qadeer Khan, creador de la bomba atómica de este país asiático, confesó haber liderado una red de exportación de tecnología nuclear para Irán, Libia y Corea del Norte, a los que Bush designó en 2001 como "el eje del mal".
Para Bush, según explicó en su mensaje semanal de radio, relaciones más estrechas con países como India, Pakistán y Afganistán fortalecerán la seguridad nacional de Estados Unidos, en momentos en que trata de detener el programa de desarrollo nuclear de Irán.
Mientras Bush y Musharraf hacían declaraciones a la prensa, en la región de Waziristán, 250 kilómetros al suroeste de Islamabad, combatientes islamitas de un campo de adiestramiento militar de extranjeros se enzarzaron en un combate que dejó 46 militantes islámicos muertos, según versión entregada por el Ministerio de Defensa de Pakistán.