La delegación ocupa el primer lugar en el DF en este problema: Patricia Ruiz Anchondo
Anualmente, ocho mil niños de la GAM son atendidos por violencia intrafamiliar
Ampliar la imagen Una familia toma un descanso durante su paseo por el Centro Histórico capitalino Foto: Carlos Ramos Mamahua
No todos los niños de la ciudad de México pueden disfrutar de un domingo familiar ni celebrar hoy el Día de la Familia. Algunos de ellos ni siquiera saben que existe un día para este festejo, pues lejos del calor de hogar, de alguna caricia o algún obsequio, reciben maltratos y golpes por parte de sus padres.
Tal es el caso de miles de niños que habitan en la delegación Gustavo A. Madero (GAM), donde anualmente entre 4 mil y 8 mil menores llegan a los hospitales de la zona por las lesiones ocasionadas por sus progenitores o familiares.
Así lo reveló la jefa delegacional, Patricia Ruiz Anchondo, quien afirmó que esa demarcación ocupa el primer lugar de violencia intrafamiliar en la ciudad de México.
"Aquí tenemos la más alta densidad poblacional de toda la ciudad. Tenemos 15 mil habitantes por kilómetro cuadrado y esto hace que las cosas se compliquen''.
Por ello, explicó que los programas sociales que se prestan en Gustavo A. Madero van enfocados hacia los grupos vulnerables; muchos de ellos son apoyos económicos directos y otros tienen que ver con el mantenimiento a las áreas de recreación cultural y centros deportivos, principalmente. Sin embargo, reconoció que "el empobrecimiento y el hacinamiento generan violencia y las propias condiciones de vida no ayudan".
Ruiz Anchondo señaló que 60 por ciento de los niños que llegan a los hospitales de la demarcación lo hacen a consecuencia de las agresiones ocasionadas por sus padres, quienes en su mayoría les provocan traumatismos y diversas lesiones.
Ahí es donde se ven los datos duros del problema social que se padece en esta materia, señaló, y agregó que a esos menores se les proporciona atención médica, pero también sicológica y de orientación.
No se trata meramente de un problema de inseguridad, sino de un dilema social que no termina necesariamente en una denuncia ante el Ministerio Público. Se trata de menores de edad, de sectores vulnerables que tenemos que proteger, y lo estamos haciendo por medio de la comunidad escolar, padres de familia, directivos, maestros y comités vecinales. Es un asunto tremendo que realmente nos preocupa, y tenemos que abordarlo de manera interinstitucional, con recursos y determinación, dijo la funcionaria y agregó que los problemas de violencia, desintegración familiar y pobreza derivan en otras situaciones, como el incremento de los menores de edad en la participación de delitos.
Ruiz Anchondo reveló que 16 por ciento de los jóvenes en Gustavo A. Madero forman parte de la delincuencia.