Guillén Espinosa reconoce fracaso de políticas educativas dirigidas a ese sector
En Chiapas, menos de 8% de indígenas estudian licenciatura, según académico
Para ellos la prioridad es insertarse en el campo productivo, dada su pobreza, asegura
Tuxtla Gutierrez, Chis., 5 de marzo. Menos de 8 por ciento de los estudiantes de nivel superior en Chiapas son indígenas, porque la necesidad de supervivencia de este grupo social sigue obligando a sus jóvenes a insertarse en el campo productivo antes que al educativo, señaló Laureano Reyes, director del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
En tanto, Armando Guillén Espinosa, del Centro de Investigaciones Humanísticas de la Facultad de Humanidades de la UNACH, señaló que otra causa de que pocos indígenas vayan a universidades, pese a que constituyen 30 por ciento de la población de la entidad, es el desaliento que provoca la falta de vinculación entre los egresados y la oferta laboral.
Un ejemplo del fracaso de las políticas educativas dirigidas a ese grupo social es la Universidad Tecnológica de la Selva (UTS), creada en el municipio de Ocosingo en 1998 por el entonces presidente Ernesto Zedillo.
Al respecto, Guillén Espinosa, en la presentación de su libro titulado Impacto de la Universidad Tecnológica de la Selva en las Comunidades Indígenas de Chiapas, sostuvo que la institución sirvió sólo para aparentar un interés del gobierno en resolver el conflicto armado zapatista.
La Universidad Intercultural, inaugurada en julio de 2005 en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, es otro de los proyectos de centros de educación superior destinados especialmente a los grupos indígenas, con grandes inversiones, pero sin ningún beneficio social.
En el acto de apertura, el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía sostuvo que el objetivo del centro educativo es la "búsqueda del desarrollo económico, cultural y científico de los pueblos indígenas" en el ámbito estatal, nacional e internacional, como siete años antes planteó el ex presidente Zedillo, al inaugurar la UTS.
La Universidad Tecnológica de la Selva imparte las carreras de agrobiotecnología, procesos agroindustriales, administración y evaluación de proyectos, y administración de empresas turísticas.
En tanto, la Universidad Intercultural ofrece las licenciaturas de lengua y cultura, turismo alternativo, desarrollo sustentable y comunicación intercultural.
Guillén Espinosa señaló que aun cuando los proyectos de estudio estén bien planificados y acordes con las necesidades económicas de las comunidades indígenas, en la práctica no existe una vinculación entre la especialidad de los egresados y las ofertas de empleo en sus lugares de origen.
Indicó que para cubrir esa necesidad de empleo se requieren mayores inversiones en el aparato productivo, pues en la región selvática no existe empresa alguna que pueda participar en la competitividad nacional, menos internacional.
Precisó que de la UTS, ubicada en el corazón de las comunidades indígenas de la selva, han egresado 151 alumnos que demandan empleo en el mercado de trabajo, y en dos años serán 400 más.
La realidad es que "la nueva educación se aleja cada vez más de la economía real. Quedan fuera las necesidades sociales y políticas de la mayor parte de la población", sostuvo el académico.
Por su parte, Laureano Reyes detalló que la prioridad de las comunidades indígenas es la alimentación, por lo que los padres prefieren que sus hijos colaboren en la siembra de sus tierras para fines de autoconsumo, o que emigren a las ciudades o a Estados Unidos.