Entusiasta apoyo de jerarcas católicos y Sedeso
El Día de la Familia, identificado con el pensamiento conservador
Ampliar la imagen Celebración del Día de la Familia en Guadalajara, Jalisco Foto: Notimex /Luis Moreno
El común denominador de quienes festejaron ayer el Día de la Familia es que adoptaron como ideología lo que plantea la Iglesia católica, por ejemplo, el rechazo a las uniones de hecho o entre homosexuales -aunque éstos también integren grupos familiares- y de aquellos que proponen el aborto o la eutanasia.
Entre los más interesados en hacer eco al llamado del Consejo de la Comunicación para celebrar este día, por segundo año consecutivo, estuvieron los jerarcas católicos y Ana Teresa Aranda, hoy titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).
El cardenal Norberto Rivera Carrera denunció la existencia de grupos que pretenden la "destrucción del plan de Dios sobre la familia". Citó entre los impulsores de esta medida a legislaciones y organizaciones que fomentan enlaces no reconocidos por la ley civil (los de hombre y mujer), además de condenar el consumismo, aunque no mencionó a las empresas integrantes del grupo convocante, que resultaron de los más beneficiados, gracias a los paquetes que ofrecieron para festejar el día, por ejemplo en restaurantes, en algunos de los cuales los accesos fueron adornados con arcos de globos.
También condenó en su homilía dominical en la Catedral Metropolitana a quienes impulsan "la destrucción de la vida humana en su fase inicial o en sus momentos finales".
Cuestionó las acciones que fomentan el "hedonismo. O sea, la ambición de disfrutar sin importar las consecuencias, ni el daño que a veces la búsqueda del goce personal genera en los demás". Criticó la violencia intrafamiliar, las redes de corrupción "que aprisionan a la familia" y la desigualdad social.
A la familia, el arzobispo primado de la ciudad de México la definió como "algo tan sagrado que no se le puede lastimar sin sufrir las nefastas consecuencias de una sociedad que se disgrega y explota en mil formas de infelicidad, manifestadas en la violencia y las adicciones".
Conminó a no "esclavizarla a otros intereses, como la ganancia y el lucro ilícito, como la infidelidad que anida en los corazones, como el afán de poder que lleva incluso a la violencia" dentro del seno familiar.
En tanto, Aranda hizo repartir una carta a los trabajadores de la Sedeso, en hoja membretada, donde explicó que la familia "es el contenedor amoroso, el lugar donde se procura la protección y donde se crean las condiciones para la vivencia plena de los derechos de cada uno de sus miembros".
También les hizo llegar un libro editado en 2005, entre otras instituciones por el DIF, cuando ella aún lo dirigía, titulado Familias valiosas: ideas para fortalecer valores entre padres e hijos.
La diócesis de Texcoco, por otro lado, incluyó en su portal de Internet el enlace al Consejo de la Comunicación, donde se plantea que "el valor de la familia se basa fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, haciendo un esfuerzo por cultivar los valores en la persona misma, y así estar en condiciones de transmitirlos y enseñarlos. Algunos de los valores más importantes para vivir en familia son unión, honestidad, solidaridad, amor, respeto y tradición".