Dice hallarse en Coahuila indagando el accidente minero
Ni huí ni estoy escondido, afirma el líder depuesto
Ampliar la imagen El domingo pasado familiares de los mineros que murieron en el yacimiento carbonífero de Pasta de Conchos realizaron una marcha en Nueva Rosita, Coahuila, para exigir el rescate de los cuerpos * Stephanie Willock /Micphotopress
''No huí del país ni estoy escondido. Estoy en Coahuila, con las familias de los mineros fallecidos, iniciando por cuenta propia la investigación de los hechos de la mina Pasta de Conchos'', aseguró ayer Napoleón Gómez Urrutia, quien dijo no ''tener miedo'' de las demandas que hay en su contra, porque no ha incurrido en malversación de fondos.
El dirigente fue localizado ayer por varios medios de comunicación, ya que ofreció entrevistas a varios noticieros radiofónicos y medios impresos. A todos aseveró que se encuentra en México, que no dejó el país ni piensa hacerlo y que bastaba marcar su teléfono celular para que uno de sus asistentes lo comunicara.
Gómez Urrutia dijo que ha estado en diferentes municipios y pueblos alrededor de San Juan de Sabinas, como La Burrita o Nueva Rosita, donde ha recabado testimonios de los mineros que se encontraban al momento del accidente; apuntó que incluso se ha estado hospedando en hoteles de la región y ha comido en restaurantes, sin que ninguna orden de presentación se le haya entregado, aunque no descartó una acción sorpresiva en su contra, ya que todo se ha hecho ''bajo el agua'' para incriminarlo.
Hizo ver que hay clara responsabilidad de la empresa, de la Secretaría del Trabajo, primero de no haber corregido a tiempo las irregularidades que provocaron la explosión y después de haberse coludido para engañar a las familias y para manipularlas, lo cual será denunciado y ''tendrán que pagar'' por estos ''delitos infames''.
En entrevista con La Jornada, respondió al portavoz presidencial, Rubén Aguilar que es una mentira total que haya ''corrupción en grado extremo en su organización''; ratificó que se presentarán esta semana las denuncias contra el secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, y otros funcionarios de la dependencia por su ilegal destitución y el aval a un dirigente espurio.
Dijo que la maniobra no les saldrá bien, porque no contaban con que es respaldado por toda sus organización y los mineros. Agregó que la complicidad de Salazar Sáenz y los directivos del Grupo México para engañar a las familias de los 65 mineros fallecidos, y para alargar dolosamente la esperanza, se concretó desde la ''casa de visitas'' que el grupo empresarial tiene en San Juan de Sabinas. En este lugar, desde donde despachó el secretario del Trabajo, ''armaron todo, manipularon los datos, marginaron de la información al gobernador y al sindicato y también determinaron lavarse las manos de su responsabilidad social'', pero todo les reventó y quisieron desviar en una campaña sucia, en una ''maniobra perversa'' toda esta situación culpando al sindicato.
Es toda una red orquestada lo de las denuncias de corrupción; quieren lavar el nombre de la empresa, pero las acusaciones del desvío de 55 millones de dólares que entregó el Grupo México al sindicato son falsas, porque de estos recursos 38 millones ya se entregaron a 5 mil 500 trabajadores y el resto del dinero está en las cuentas congeladas del sindicato; esto, incluso se puede auditar. ''No hay nada que me culpe'', apuntó.
Estos 55 millones de dólares fueron un triunfo moral y legítimo del sindicato contra Grupo México, que durante 15 años arguyó una serie de cuestiones para no pagar a los trabajadores este dinero, que era 5 por ciento de las acciones de Cananea y Nacozari, que se obligó a entregar la empresa a los mineros y ésta no lo hizo hasta que se pelearon estos recursos a través de dos huelgas y múltiples demandas legales.
Sin embargo, dijo, a la fecha la mayor parte de los trabajadores con derecho legítimo ya recibieron su dinero, 80 mil pesos, en promedio; "se tienen todas las pólizas de finiquito, con copia de cheque de cada uno de ellos, y el sindicato está abierto a que se revise esta situación, se lleve a cabo una auditoría, porque no se ha escondido nada; el consejo de vigilancia y justicia ha revisado las cuentas con los contadores, los abogados, tesoreros y se ha informado a la convención nacional.
"Incluso, en mayo próximo, el día primero, se iniciará la convención y ahí se volverá a rendir cuentas, por lo que eso no es el punto central de esta persecución contra la dirigencia del sindicato minero, sino ocultar el 'homicidio industrial' que provocó Grupo México, ya que no es posible que las minas continúen en estas condiciones y que en el afán de obtener grandes cantidades de recursos mineros se ponga en la balanza la vida de los trabajadores.
"Porque mientras el precio internacional del carbón ha alcanzado un nivel récord, a los trabajadores sindicalizados se les paga un promedio de 130, 150 pesos por 8 horas de trabajo bajo el riesgo de perder su vida, y a los no sindicalizados 90 pesos. Por lo que no se puede dejar pasar esto; el accidente no puede quedar ahí, sin castigo para los culpables y sin que se modifiquen las condiciones de mantenimiento de equipo, sin seguridad y sin que la empresa se inmute y se le solape su corrupción", aseguró.
Para Gómez Urrutia, lo fundamental es que tiene el respaldo y apoyo de la mayoría de sus dirigencias seccionales, por lo que lo único que ha provocado el reconocimiento que hizo la Secretaría del Trabajo de Elías Morales Hernández como nuevo líder es un ''polvorín'' entre los mineros. Esto puede tener graves consecuencias, porque los trabajadores no dejarán que se les imponga un líder que no eligieron, no votaron, ni conocen. ''Morales Hernández y su grupo sólo son mercenarios, que fueron sancionados y castigados por el sindicato bajo cargos de traición y tienen denuncias penales''; no lo van a aceptar y el secretario del Trabajo sólo ha generado un gran descontento obrero con sus errores; los mineros no van a dejarlo tomar posesión, no se van a doblegar, remató.