Elogia los programas de Fox y dice que seguirá "con lo bueno" de esta administración
Calderón relanza su campaña y ofrece trabajar "codo con codo" con Espino
"Voy a gobernar con las leyes del Estado laico", señala el abanderado blanquiazul
Ampliar la imagen Felipe Calderón Hinojosa en unos días más estrenará imagen Foto: Jesús Villaseca
El candidato del PAN a la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa, reivindicó al gobierno del presidente Vicente Fox, endureció el discurso contra su contrincante perredista Andrés Manuel López Obrador y, sabedor de las críticas que suscitó su oposición a la píldora del día siguiente, prometió gobernar con las leyes del Estado laico.
A cinco días de haber reconocido errores y estancamiento, el candidato panista relanzó ayer su campaña presidencial ofreciendo convertirse en el candidato de las propuestas, de los contrastes con el PRI y el PRD, y que trabajará "codo con codo" con el presidente de su partido.
Arropado por el dirigente blanquiazul, Manuel Espino, así como por decenas de líderes y jóvenes panistas, ratificó a Josefina Vázquez Mota en la coordinación general de la campaña y le dio carta abierta para hacer cambios en el equipo. Ayer sólo se formalizó el nombramiento de Abraham González Uyeda, hombre de confianza del gobernador Francisco Ramírez Acuña, en la coordinación de giras.
Después de la abrupta salida de Francisco Ortiz de la coordinación de imagen, el michocano acudió por primera vez a un acto sin eslogan ni imagen de campaña.
Los carteles, suvenires, la indumentaria de "Amor y pasión por México" desaparecieron; en su lugar, imágenes monocromáticas y difuminadas del candidato proyectadas en dos pantallas y en mamparas. En los próximos días aparecerá la nueva imagen.
Como para dar una imagen juvenil de la campaña, lo rodeaban decenas de jóvenes portando playeras blancas tipo polo. También así se vistieron su esposa Margarita Zavala, Espino y otros líderes panistas.
En la primera fila estaban sus ex contrincantes Santiago Creel y Alberto Cárdenas, el ex perredista Demetrio Sodi y los coordinadores en las cámaras de Diputado y de Senadores, José González Morfín y Héctor Larios, respectivamente.
Para remarcar el simbolismo de su oposición al PRD, eligió el pequeño y oscuro salón Caza Total del polémico hotel María Isabel Sheraton, ése que expulsó a los cubanos y fue clausurado por la delegación Cuauhtémoc durante unas horas.
Poco después de las seis de la tarde apareció Calderón -vestido de pantalón y camisa azules- y pronunció un largo mensaje entre gritos de "¡Felipe, Felipe!", "Sí se puede, sí se puede" y "Ni un paso atrás, ni un paso atrás".
Sin reconocer errores abiertamente, destacó que logró meter al PAN a la contienda presidencial, porque al inicio era conocido sólo por 44 por ciento de los mexicanos y hoy este número es de 90 por ciento.
Ante los cuadros panistas, repitió frases completas sacadas de sus discursos en foros empresariales y mítines. Así habló varias veces de López Obrador, de que no quiere un México derrotado, de que el 2 de julio es una decisión entre pasado y futuro.
Presentó una listado de siete puntos en los que radica su apuesta para el triunfo, entre los que incluyó nuevos mensajes publicitarios y recorridos regionales, la presentación de una propuesta diaria y la organización de foros temáticos para ese fin.
Quien ha tenido abiertas diferencias con el dirigente de su partido aseguró que acordó "tajantemente" con Manuel Espino trabajar "codo con codo... juntos y sin descanso".
Cuestionado por su rechazo a la píldora del día siguiente y por su imagen de político conservador, dijo que no dejará de defender sus creencias y convicciones, pero tampoco las impondrá.
"Voy a gobernar, que le quede a todo México claro, voy a gobernar con las leyes del Estado laico. Respeto todas las creencias y voy a respetar la libertad para que cada quien elija lo que quiere, para que cada mexicano viva de acuerdo con sus convicciones, preferencias religiosas, políticas, sexuales y éticas", expresó.
En su nueva estrategia de campaña, arreció las críticas a su adversario López Obrador, incluso lo mencionó por su nombre en una ocasión.
Quiso revivir los escándalos en el Gobierno del Distrito Federal, cuando ofreció cuidar el dinero de los contribuyentes contra la opción "que apuesta el dinero de los mexicanos en Las Vegas", o interponer las "manos limpias a las maletas con billetes y ligas".
Entre porras para animar la alicaída campaña, insistió en que López Obrador hoy se niega a debatir y tiene un doble discurso, porque primero satanizó a Salinas y luego se rodeó de sus colaboradores más cercanos.
Lejos de tomar distancia del foxismo, elogió los programas de su administración, la "transparencia" y el cambio que significaron su llegada al poder.
"Ni un paso atrás, pensemos en el futuro para que todo vivamos mejor. Seré un presidente que siga con lo bueno en este gobierno, y de manera tajante lo digo: un presidente que corrija y cambie todo aquello que los mexicanos exigen: generación de empleos, seguridad pública y combate frontal a la corrupción con mano firme."
Al estilo del priísta Roberto Madrazo, aseguró que él sí sabe cómo combatir la injusticia, atacar la miseria y generar empleos.
Al final llamó a sus correligionarios a trabajar: "no es tiempo de resignación ni desaliento; por el contrario, es tiempo de unir y multiplicar esfuerzos".
Francisco Ortiz y las "manos limpias"
Pero el discurso de "manos limpias" de Calderón se tambaleó en el mismo acto, cuando la prensa le preguntó a la coordinadora Josefina Vázquez Mota por el escándalo de Francisco Ortiz Ortiz, el ex coordinador de Imagen, señalado de haber cometido irregularidades como director del Consejo de Promoción Turística y de haberse comprado un departamento en Miami.
La ex secretaria de Desarrollo Social respondió que desde el sábado pasado Ortiz no colabora en la casa de campaña y que tocará a otras instancias la investigación.
¿Tendrá sus manos limpias Francisco Ortiz?, se le preguntó. "Felipe Calderón tiene su manos limpias", contestó la coordinadora.
Insistió en que la salida de Ortiz no se debió a la información del departamento en Miami, sino a una evaluación de la primera fase de campaña, y reiteró que "el activo más importante" de Calderón es su credibilidad y honestidad.