India: ¿ejemplo a seguir?
La señal de alarma se ha prendido. China ya nos golpeó; ahora la amenaza para la economía mexicana viene de India, afirman distintos consultores. Sus sueldos son más bajos, su mano de obra es más calificada y parte muy importante de su población habla inglés.
India se ha convertido en la niña mimada de los apologistas del neoliberalismo. Se le menciona como el ejemplo que deben seguir otras naciones. El Indice Global de Confianza, de McKinsey, señala que este gigante asiático es la zona económica del mundo que irradia más optimismo. El tema del Foro de Davos en este año fue: "India en todas partes". Los autobuses suizos se cubrieron con la leyenda: "India: la democracia de más rápido crecimiento en el mundo". Se afirma que en unos años será una superpotencia.
India se ha convertido también en una de las consentidas del Imperio. El presidente George W. Bush y el primer ministro indio, Manmohan Singh, firmaron un histórico pacto nuclear mediante el cual Estados Unidos permite a esa nación tener acceso a su tecnología atómica incluso en la industria militar. El mandatario estadunidense asegura que su socio es una potencia nuclear responsable que se ha ganado el derecho a la tecnología de energía nuclear que necesita una economía en auge.
Nueva Delhi ha pactado con Washington una alianza militar como la que tiene con Japón y Corea del Sur. Siendo este último una fuerza impredecible, y convertido Japón en un poder en declive, India ofrece la alianza que Estados Unidos quiere tener para lidiar con China. El Pentágono desea un amigo que sea capaz de compartir el desafío de enfrentar a China en 2020, un aliado competente que pueda asumir más responsabilidades para operaciones de bajo perfil en Asia, tales como mantenimiento de la paz, búsqueda y rescate, asistencia humanitaria, que permitan al Pentágono concentrar sus recursos en misiones de gran intensidad.
En un mundo en el que la economía de las grandes potencias prácticamente no crece, India es una excepción. Junto a China ha sido presentado como un gigante económico en potencia y como uno de los ejemplos exitosos de los programas de ajuste estructural. Durante los últimos años ha tenido un crecimiento económico sostenido de más de 5 por ciento del PIB anual (6.7 por ciento durante 2005), mientras su inflación ha sido de sólo 4.1 por ciento y sus reservas alcanzan 100 mil millones de dólares.
Sin embargo, India es el país con más pobres en el planeta. Los cálculos más optimistas señalan que de una población de poco más de mil millones de habitantes, 350 millones viven por debajo de la línea de pobreza. Otros contabilizan 500 millones de seres humanos en esa condición. Cerca de 800 millones de personas subsisten con ingresos de menos de dos dólares al día. A pesar de que es una nación autosuficiente en la producción de granos y de que sus almacenes guardan reservas de millones de toneladas, dos tercios de los niños menores de cinco años están desnutridos. En años recientes se ha producido una epidemia de suicidios entre campesinos arruinados.
Una de las claves de su éxito es la elaboración de programas de cómputo, ya que India es hoy uno de los colosos planetarios en la producción de software. Sus científicos no sólo han desarrollado bombas nucleares, sino también paquetes informáticos sofisticados. Sabeer Bhatia, el inventor de Hotmail, que vendió su producto a Bill Gates, era indio. El 36 por ciento de los científicos de la NASA, 34 por ciento del personal de Microsoft y 28 por ciento del de IBM provienen de India.
Son muchas las empresas de Europa y Estados Unidos que están suprimiendo empleos y reduciendo gastos en sus países para contratar ingenieros, programadores y técnicos en India. Por ejemplo, Intel, el mayor fabricante de chips del mundo, invertirá más de mil millones de dólares allí.
Las diferencias salariales con México son significativas. Aquí un gerente de recursos humanos se puede contratar por un sueldo de 45 mil 155 dólares anuales, un gerente de mercadotecnia por 23 mil 390, y un trabajador calificado por 4 mil 625. En India un gerente de mercadotecnia se contrata por 14 mil 294, un ingeniero de software por 10 mil 277, y un obrero calificado percibe mil 853 dólares anuales.
El crecimiento más acelerado de la economía se ha producido, sin embargo, en otro sector: los centros de atención telefónica. Más de 250 mil personas, en su mayoría mujeres, laboran ahí. La actividad genera ingresos anuales por 2 mil 300 millones de dólares. Quienes atienden las llamadas telefónicas son menores de 30 años, laboran jornadas de entre 12 y 14 horas diarias por 150 dólares mensuales y pasan la noche trabajando para empresas como American Express Co, Dell Inc y Citigroup Inc.
Este traslado de empleos de países desarrollados a India abarca también una nueva rama económica: la farmacéutica. Pfizer, Merck, Abbot, GlaxoSmith-Kline y Novartis han trasladado operaciones a ese país. En la actualidad es la cuarta productora mundial de medicinas y fuerte exportadora de medicamentos genéricos.
No obstante, sólo provee 1.4 por ciento de las exportaciones mundiales de servicios; ocupa el lugar número 21 entre los exportadores mundiales de servicios y en bienes es el número 30; tiene un déficit comercial de aproximadamente 8 mil millones de dólares, y sus importaciones crecieron en 20 por ciento en 2003. Las exportaciones de programas de computación representan menos de 3 por ciento de las ventas mundiales y de 2 por ciento del ingreso nacional, y pocas empresas logran ingresar en el circuito de alto valor agregado. Existen solamente 7 millones de usuarios de Internet.
La bonanza económica india está parada sobre pies de barro. Aunque una parte de su población cuenta con una educación privilegiada, carece de caminos, puentes, puertos e infraestructura. No en balde la izquierda radical controla uno de cada cinco distritos en ese país.