Asesinan en Moscú a un reconocido tabaquero cubano
Moscú, 6 de marzo. El cubano Luis Cárdenas Miranda, el más reconocido tabaquero de esta capital rusa, fue asesinado a golpes en una céntrica calle de Moscú la madrugada del pasado domingo, confirmó este lunes la procuraduría local.
No deja de ser una trágica coincidencia que el mismo día que dos jóvenes, de entre 16 y 17 años, atacaron aquí al septuagenario maestro en el arte de torcer el tabaco, se anunció en La Habana, en el contexto de la octava edición del Festival del Habano, la cita anual de los aficionados al "buen fumar" que esta vez reunió a unos mil 200 invitados de medio centenar de países, la próxima apertura en Moscú de una filial del afamado bar Floridita.
De un tiempo para acá, numerosos restaurantes y centros nocturnos de esta ciudad apuestan a la mezcla de ron, música y tabaco cubanos para atraer a los clientes. Uno de los más prestigiados, el restaurante La Habana Vieja, contrató a Cárdenas Miranda, quien llegó encantado de poder dar a conocer a los rusos sus casi seis décadas de experiencia en la confección de tabacos.
Los puros de este singular tabaquero se vendían al equivalente de 50 dólares la pieza y la noche del sábado anterior, como siempre, estuvo muy solicitado. La madrugada del domingo, camino a la casa donde se alojaba, Cárdenas Miranda tuvo un altercado con dos jóvenes de apariencia eslava, después de que uno de ellos lo escupió sin motivo aparente, contó un testigo.
Los agresores pasaron de los insultos a los golpes y, tras derribar al hombre de avanzada edad, siguieron dándole patadas en la cabeza y el resto del cuerpo. Alguien llamó a la policía que acudió al lugar de los hechos: la céntrica calle Talalijin, pero demasiado tarde. Tampoco pudo hacer nada una ambulancia: Cárdenas Miranda ya había muerto y yacía en la nieve.
La procuraduría local prometió investigar a fondo este crimen, "sin excluir ninguna hipótesis".
Cárdenas Miranda era negro, lo cual hace pensar que pudo ser víctima de una agresión racista, inspirada por la xenofobia y el ultranacionalismo que multiplican en Rusia los ataques a extranjeros sin otro motivo que el de tener piel y rasgos diferentes a los de la mayoría eslava.
El tabaquero asesinado estaba a punto de concluir su contrato en Moscú y contaba los días para regresar a la Isla.