Manuel Zavala y Alonso inaugurará De volcanes y templos en Casa Lamm
La palabra y la imagen dialogan para reflexionar sobre la condición humana
''Artistas y escritores debemos ayudar a desatorar el proyecto social'', señala
Inscrito en la tradición de los fotógrafos viajeros, presenta 16 imágenes a color, trabajadas
El diálogo de la imagen con la palabra es fundamental en la obra del fotógrafo Manuel Zavala y Alonso. De allí que hace tres décadas comenzó un trabajo en el que interactúan la imagen fotográfica, el texto y un planteamiento de diagramas geométricos, en aras de constituir la base para una reflexión sobre la condición humana.
Su exposición De volcanes y templos, de 16 fotografías a color, trabajadas, que será inaugurada mañana a las 19:30 horas en Casa Lamm (avenida Alvaro Obregón 99, colonia Roma), también celebra varios hitos del expositor: su medio siglo de vida, 30 años de artista, 20 de editor -en 1986 fundó la revista Vértigo- y una década de Artes e Historia México, portal que dirige.
La serie completa integrada por 20 piezas fue expuesta en su totalidad en el Centro Cultural Olimpo en Mérida, Yucatán.
Egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y del Instituto Politécnico Nacional en la carrera de arquitectura, Zavala y Alonso empezó a tomar fotografías en 1973, principalmente de arquitectura, sitios arqueológicos y naturaleza. Su archivo de más de 100 mil imágenes se ha convertido en un vasto material para plantear sus series.
Severo callejón sin salida
De volcanes y templos, exposición curada por Elín Luque y Justo Sierra, con textos de Maris Bustamante, Rodolfo Mata, Fernando Muñoz y Deborah Dorotinsky, se refiere a su interés por la condición del hombre. Señala: ''La sociedad contemporánea, no el ser humano, está en un callejón sin salida muy severo. Toca a los individuos tratar de sacar adelante el proyecto de la humanidad, pero como individuos, no tanto como proyectos colectivos. Porque partidos políticos, gobiernos, todo está atorado. Entonces, a los artistas, los escritores, nos toca agregar un granito de arena en la marcha por tratar de desatorar el proyecto de lo que es la sociedad".
Zavala tomó la mayoría de las imágenes con una cámara panorámica. Después viene una retícula que tiene que ver con la composición de la fotografía. Este diagrama geométrico conceptual se apoya con una frase en español y una reflexión en latín, en su calidad de ''pilar de nuestro idioma", para crear un ''diálogo".
La foto, no obstante, es sólo un pretexto visual. ''No me importa -apunta el entrevistado- señalar si se tomó en Calakmul o Yaxchilán".
Sin lugar a dudas los volcanes son el Popocatepétl y el Iztaccíhuatl. En la medida que las fotos fueron tomadas hace 10, 15 o 20 años, también hacen alusión al deterioro planetario.
En una de las imágenes se aprecia la zona de los glaciares del Popo, que desafortunadamente están por desaparecer. Esta situación tiene que ver con el calentamiento del cono por la erupción fumarólica permanente desde 1994, pero también por el calentamiento planetario.
Trabajar el paisaje en el arte contemporáneo tiene su parte delicada, reconoce Zavala. Como, por ejemplo, ganarse el estigma de ser un artista chafa. Mientras el cine ha logrado rescatar y explotar el sentido del paisaje en los términos poético y dramático, en la pintura y la fotografía, había quedado relegado.
Para el artista ahora es cuando más se debe retomar el paisaje, ''no sólo como testimonio de un planeta agonizante, sino en la medida que te lleva a hacer una reflexión sobre lo que hacemos en general como individuos y como sociedad".
A final de cuentas, Zavala inscribe su trabajo en la tradición de los fotógrafos viajeros:
''Me interesa esa parte del individuo con su cámara, mirando el paisaje y cómo éste también lo mira a uno."