Usted está aquí: miércoles 8 de marzo de 2006 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

En autos

Autonomía automotriz

(Otros) archivos perdidos

Pajas y vigas ópticas

EL SECRETARIO FEDERAL del trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, fue detenido años atrás "por policías metropolitanos para investigación por compra de autos robados", según acusación pública del rector de la universidad en la que el panista era dirigente sindical del personal académico. Además, como diputado local, formó parte de una directiva congresal que a fin de periodo hizo perdidiza la documentación comprobatoria de gastos de esa legislatura, razón por la cual la siguiente diputación presentó una demanda penal que está vigente. Ambos casos muestran que el impugnado funcionario federal tiene una concepción peculiar de lo que significa la autonomía (la universitaria, 13 años atrás; la sindical, actualmente) y del valor condenatorio de los indicios de corrupción que para los líderes sindicales incómodos pueden ser insalvables pero, en el ojo propio, resultan ínfimas vigas invisibles.

EL 8 DE ENERO de 1993, el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Alfonso Lastras Ramírez (ya difunto, cuyo nombre lleva el estadio de futbol de primera división de la capital potosina), hizo publicar en el diario Pulso un desplegado oficial bajo su firma en el que expresaba, con sintaxis y puntuación atropelladas: "El ing. Salazar Sáenz tiene una concepción equivocada de la autonomía, probablemente por su formación de químico egresado de la escuela lasallista, de la que ya había dado muestras cuando hace ocho años aproximadamente, fue detenido por policías metropolitanos para investigación por compra de autos robados y el departamento jurídico de la universidad entonces a mi cargo lo defendió; el ing. Salazar Sáenz alegaba una violación a la autonomía argumentando que su investidura de dirigente sindical vulneraba el supremo principio universitario, igualmente confundido antes como ahora".

POR OTRA PARTE, el enérgico defensor del estado de derecho (mediante simples tomas de nota redactadas por firmantes apócrifos) fue vicepresidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado de San Luis Potosí en su 56 legislatura (2000-2003), cargo que ejerció solamente durante el primer año, pues en noviembre de 2001 fue designado coordinador de asesores del secretario Carlos Abascal. Las sospechas de alta corrupción que se tenían respecto a esa legislatura potosina no pudieron ser confirmadas ni desechadas por los siguientes diputados, pues los archivos correspondientes desaparecieron (cual boletas electorales de 1988). De esos indicios de irregularidades que lo alcanzarían, pues él formó parte de la comisión que decidía sobre la aplicación de recursos de los cuales luego no hubo posibilidad de comprobación documental, el ingeniero químico jamás se deslindó, a pesar de que la siguiente legislatura (2003-2006) presentó una demanda penal contra quien resultara responsable.

ASTILLAS: EL PRESIDENTE DE la República al fin entabló diálogo en tierras norteñas con trabajadores mineros. Pero no en Coahuila ni con los deudos de quienes siguen bajo tierra en Pasta de Conchos, sino con presuntos representantes de los trabajadores defraudados por el hampón sindical conocido como Napito. Los adecuadamente inconformes fueron colocados en la escenografía hermosillense para que dialogaran con el muy justiciero presidente del Grupo (burocrático) México, el empresario Fox (que no Larrea, pero sí la riega). Las demandas de los oportunos quejosos le cayeron de perlas a la estrategia del presidente que está bajo dominio de la rea... Que dice Felipillo Bejarano-Ponce-Ahumada que no sabe nada de las pillerías adjudicadas a quien era su publicista designado, Francisco Ortiz, porque "hay muchos pillos que asesoran a gente honesta, y la gente honesta no sabe que quienes los asesoran son unos pillos, y eso creo que lo podemos demostrar en muchísimos casos"... El héroe de las marchas callejeras del invierno mexicano de 2006 está siendo ni más ni menos que el pillastre Napoleón Gómez Urrutia, corresponsable de las desgracias mineras, súper millonario a costa de la miseria de sus presuntos representados. Pero el mundo al revés en que hoy vive México hace que la defensa de un cierto tipo de sindicalismo relativamente independiente pase por la defensa del cacique perfumado (¡ah, si vivieran Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Rafael Galván!)... En Francia, nomás falta que le ofrezcan disculpas a distancia a míster Ten per cent, el mejor actor mexicano de reparto en la película Los Hermanos Salinas. Nada por aquí, nada por allá. Jurídicamente limpiecito y con sus muchísimos millones de dólares a salvo... Las redes captadoras de cascajo priísta se han declarado en estado de alerta máxima, pues prevén diversas rupturas en el partido tricolor, causadas por oportunismos reciclables (como el de los poblanos, el principal de los cuales, Rafael Moreno Valle ¡chin!, se fue gordillamente al PAN; o el del presidente municipal, Enrique Doger, que ahora quiere dárselas de mártir cuando ha sido un partícipe más de los enjuagues priístas cometidos desde diversas pandillas; él, Doger, desde la rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla)... Andrés Manuel López Obrador sigue predicando en el estado de México, hablando de buenos gobiernos y mejores modales políticos cuando en esas tierras mexiquenses la mayoría de las administraciones municipales perredistas han sido cueva de latrocinios. Ah, pero eso sí, bien bonito que se oye pedirle a los futuros administradores de la corrupción municipal que se rebajen sus sueldos (como si el enriquecimiento verdadero viniera de los ingresos oficiales). Total, son palabras de campaña (como antes fueron las del mismo AMLO, dirigidas a candidatos similares, cuando era dirigente nacional del PRD, sin que nada cambiara)... Y, mientras las reformas a la Ley de Radio y Televisión siguen silenciosamente su curso, en espera del momento oportuno (la llegada del alba) para que sean aprobadas, ¡hasta mañana!

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