Enfrentan escasas posibilidades de incorporarse a empleos acordes con estudios

Persiste discriminación laboral contra las mujeres: Canacope

En 30 años casi se duplicó su participación en la actividad comercial de la ciudad, señala

LAURA GOMEZ FLORES

A tres décadas de distancia, la participación de las mujeres en la actividad comercial de la ciudad de México creció casi al doble de 30 a 58 por ciento, debido a su nuevo rol de madre y proveedora del hogar, las escasas posibilidades para incorporarse en un trabajo acorde con los estudios realizados y la discriminación de que todavía son víctimas en el mercado laboral con "jornadas arduas y menos salarios".

Al dar a conocer los resultados del estudio Mujeres Emprendedoras, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), Enrique Guerrero Ambriz, destacó el alto porcentaje de mujeres que interviene en la creación, dirección o administración de los 105 mil negocios establecidos en la capital, con casi 60 por ciento, a fin de contar con un horario flexible y un mejor ingreso.

La preparación y capacitación obtenida a lo largo de estudios técnicos, de preparatoria o profesionales, por cerca de 26 mil mujeres que atienden estos negocios, queda de lado "ante la necesidad de tener tiempo para estar con su familia, el cual no tendrían en una empresa, y cubrir sus necesidades básicas, pues la mayoría de ellas son madres solteras, divorciadas, separadas de su pareja o viudas, y tienen de uno a tres dependientes".

Su edad oscila entre los 30 y 50 años de edad, rangos en los cuales resulta "muy difícil" ingresar a un empleo sin importar la preparación, necesidad o dedicación al trabajo, por lo cual han encontrado en la atención de un comercio la vía para atender sus requerimientos económicos, aunque la mayoría dedica poco más de la mitad de su tiempo a éste, que a su familia, lo cual también es un "signo de alerta".

Acompañado por la directora general de Equidad y Género de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, María Osiris Reyes, y la representante de la Red de Mujeres Empresarias, Martha Quiroz, reconoció que la globalización de la economía ha provocado que a las tradicionales vendedoras de abarrotes o estilistas, se sumen las conductoras de taxi o microbuses, las cerrajeras, mecánicas o internautas.

La incorporación de este sector a la actividad productiva, sin embargo, no ha erradicado la discriminación en cuanto jornadas laborales o salariales, así como el abuso sexual de que son objeto en muchas compañías, por lo que "si seguimos divorciando al trabajo de la familia, los costos sociales serán muy altos y los pagaremos todos", afirmó la funcionaria de la STPS.

La competitividad y globalización de la economía ha obligado al sector productivo a actuar de manera diferente para hacerle frente y únicamente las mujeres solteras o quienes han pospuesto la posibilidad de formar una familia pueden progresar, pues "hoy continúa la discriminación por maternidad actual o potencial, y mantiene roles de trabajo masculinos, sin tomar en cuenta las necesidades de este sector", precisó.

A ello se suma la falta de capacitación sobre sus derechos y obligaciones como pequeña empresa y la necesidad de contar con cursos de liderazgo, que les permita afrontar cualquier situación adversa, para lo cual se requiere del apoyo de las autoridades, sindicatos e involucradas.

"La lucha se está dando, porque las mujeres significan 38.5 por ciento de la población económicamente activa en el país, y confiamos que los resultados que obtengamos con esta política de equilibrio entre hombres y mujeres sean benéficos si los primeros asumen su rol como padres y proveedores del hogar también y acabar con la doble carga que ha asumido el sector femenino en las últimas décadas", afirmó.