CIUDAD PERDIDA
TEDF: un puesto a cambio de dos reporteras
Las "inquietudes" de Bermúdez
Un proyecto fracasado
¿CUANTO CUESTA el silencio de dos reporteras que tienen a un tribunal "en jaque"?
LA RESPUESTA correcta a esa interrogante tenía como premio la muy lucrativa Dirección de Comunicación Social del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF), y se dio después de muchos rodeos: "2 millones de pesos".
ERA EL 5 de febrero y en las oficinas de ese organismo se tenía programada una reunión oficial del pleno del TEDF, que entre otras cosas escucharía los argumentos de un aspirante a dirigir la estrategia de comunicación del tribunal.
TOMA LA palabra el magistrado filopanista Estuardo Mario Bermúdez, quien se disculpa por estar ausente mientras el examinado hacía "su exposición", es decir, la propuesta para alcanzar el puesto que se ofrecía.
ACTO SEGUIDO, va al grano: "Hay un aspecto muy particular que en lo personal considero perfectamente identificado (para dar una mala imagen del organismo): Tenemos dos reporteras, mujeres, de dos diarios con tendencias opuestas, incluso, que nos han agarrado, ahora sí, que de sus clientes".
EL MAGISTRADO Raciel Garrido les pone nombre: Carolina y Gabriela; la primera, reportera del periódico Reforma, y la segunda, de esta casa editorial.
BERMUDEZ RETOMA la idea y después de confirmar los nombres asegura que las profesionales han logrado conseguir información del tribunal, alguna veces clasificada pero "veraz", de fuentes anónimas, y que "en función de ello (la información que disgusta a Estuardo) han apostado a sus méritos personales de promoción las dos".
"TRAER AL tribunal en jaque es algo así como una línea personal. (...) Usted hablaba en alguno de los espacios que me tocó estar aquí de sus relaciones (con periodistas de diferentes niveles). ¿Qué tan viable o factible pudiera ser que hubiera en ese sentido cambio de reportero para la fuente, o para el tribunal particularmente, (para) poder acreditar o plantear que ya no hay imparcialidad ni una objetividad en la información, sino una tendencia de daño, de nocividad de estas dos personas? Es pregunta e inquietud. ¿Tendría usted la manera, por lo menos, de plantearlo con ciertas posibilidades de atención?" El aspirante al puesto navega entre el nombre de sus relaciones y su deseo de no querer golpear reporteros, pero sí de advertir a sus jefes, a los más importantes, del trabajo contrario al tribunal de las periodistas, para minimizarlo, y pide entonces que se le "presupueste", porque "sí podemos hacer algo".
ENTONCES ESTUARDO pide al aspirante que diga lo que necesita saber: "¿Cuánto nos va a costar en un momento dado?"
LA SIGUIENTE respuesta es un cúmulo de ambigüedades, se habla de pagar "publirreportajes" en la revista, de El Universal, o de comprar el espacio de la Rayuela en La Jornada, que según él "no nos va a salir muy caro".
ESTUARDO INTERRUMPE y presiona: "De una vez le digo, si no, sin eso (los costos de la estrategia) no tenemos elementos precisos de juicio".
POR FIN el aspirante a estratega pone la tasa: "de aquí (febrero), marzo, abril, mayo, junio no nos estamos gastando más de 2 millones de pesos, y es nada (...), creo que hasta nos sobra".
LA REUNION termina inmediatamente después con el clásico "gracias, lo mantendremos informado". Y es que a todas luces la conversación parecía demencial, ya que mientras Estuardo hablaba de neutralizar a las reporteras, el aspirante pretendía, a toda costa, meterle un proyecto de comunicación que, según todo indica, fracasó.
AQUELLA REUNION del 5 de febrero, como todas las consideradas oficiales del pleno del Tribunal Electoral del Distrito Federal, fue grabada y lo que les presentamos aquí es la transcripción, proporcionada por manos anónimas a este espacio.
EN UN punto sí se puede coincidir con el magistrado Estuardo: algo hay que hacer con el tribunal, y de manera urgente.