Huelgas de sindicatos y de trabajadores petroleros que reclaman mejoras salariales
Gran agitación social en Ecuador por el rechazo al TLC con Estados Unidos
Sin concretar, llamado a una huelga general contra el gobierno de Alfredo Palacio
Ampliar la imagen Trabajadores ecuatorianos protestaron ayer en Quito contra el TLC con Estados Unidos Foto: Ap
Quito, 8 de marzo. Ecuador vivió este miércoles la mayor agitación social de los pasados 10 meses por las huelgas de sindicatos contra un tratado de libre comercio con Estados Unidos y la de trabajadores petroleros que reclaman mejoras salariales, en acciones que afectan principalmente la producción estatal de crudo.
Más tarde el gobierno ordenó toque de queda luego de haber decretado el estado de emergencia en las provincias de Orellana, Sucumbios y Napo, en la zona petrolera, por los incidentes con los trabajadores petroleros que no reciben pago desde hace tres meses.
Cientos de trabajadores marcharon y quemaron neumáticos en las principales vías de Quito y otras ciudades, pero no lograron concretar su llamado a una huelga general contra el gobierno del presidente Alfredo Palacio, al que exigen la expulsión de la petrolera estadunidense Oxy, un incremento salarial de 30 dólares, y la no firma del acuerdo comercial.
La protesta incluyó el cierre de algunas avenidas en la capital del país y choques esporádicos entre manifestantes y policías en las inmediaciones del palacio presidencial, que dejaron como resultado una profesora herida y más de 40 detenidos.
"La movilización ha sido acatada por los cerca de 200 mil afiliados a nuestras centrales", indicó Jaime Arciniegas, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT).
"Esta es una huelga de carácter preventivo, porque las mayores acciones se realizarán más adelante y en las cuales contaremos con el respaldo de los indígenas, para que el TLC no pase sin una consulta a la población", indicó Arciniegas.
La policía reportó normalidad en las primeras horas de la protesta, con excepción de un cierre de carreteras en la provincia de Pichincha, de la que la Quito es capital.
Medios locales calificaron las manifestaciones de un fracaso.
La convulsión se reactivó con especial fuerza en la Amazonia, donde el gobierno impuso el estado de emergencia en tres provincias para controlar la protesta de unos 2 mil trabajadores de la estatal Petroecuador.
Los manifestantes ocuparon varias instalaciones petroleras obligando a la paralización de 291 pozos, lo que deja pérdidas calculadas en 156 mil 992 barriles de crudo y valoradas en los 9.8 millones de dólares, según la empresa.
A raíz de ello, el presidente Palacio restringió algunos derechos constitucionales y dejó el control en manos de los militares por un periodo indefinido.
Tropas tomaron algunas de las bases ocupadas por los huelguistas y se enfrentaron con ellos; un dirigente obrero fue detenido, indicaron las autoridades.