El autor del parangón de ''las lavadoras de dos patas'' condena la violencia verbal
La equidad de género, requisito para una democracia plena: Fox
Reconoce la necesidad de superar rezagos, abatir prejuicios y desterrar costumbres sexistas
En el México democrático no hay lugar para la discriminación, el maltrato y las injurias, advirtió el presidente Vicente Fox en la ceremonia oficial del Día Internacional de la Mujer.
''Las palabras también son una forma de violencia'', expresó el mandatario, quien hace poco habló de ''las lavadoras de dos patas'', y reconoció la existencia de enormes rezagos por superar, prejuicios que deben ser desterrados y costumbres que deben cambiar.
En el acto, realizado en la explanada del Castillo de Chapultepec, dijo que las desigualdades son atentados contra la democracia y la justicia.
Incluso, aseguró, en México la lucha por la democracia, la justicia y la vigencia plena de los derechos humanos se identifica con la equidad de género, sin la cual la democracia está incompleta.
Acompañado por su esposa, Marta Sahagún, quien pese a estar anunciada en el programa original como primera oradora no intervino en el acto oficial, el presidente Fox subrayó que la celebración por el Día Internacional de la Mujer, más que un festejo, es un recordatorio de la deuda social hacia el género y de los rezagos que, entre todos, debemos superar.
La pobreza, con rostro femenino
En el mundo del siglo XXI -expuso-, la pobreza y la marginación tienen rostro de mujer. Al inicio del tercer milenio la violencia mata en el orbe a más mujeres que el cáncer, y en millones de hogares se violan cotidianamente sus derechos humanos, además de que prevalecen el machismo, el autoritarismo, los prejuicios y la discriminación.
Ante integrantes de los poderes Judicial y Legislativo; del secretario de Gobernación, Carlos Abascal, y del procurador General de la República, Daniel Cabeza de Vaca, así como de decenas de mujeres de diversas organizaciones, el titular del Ejecutivo federal hizo un breve recuento de los avances de su gobierno en el terreno de la equidad de género, entre los cuales están el hecho de que mayor número de niñas y mujeres permanezcan en las escuelas públicas y continúen sus estudios, el apoyo de microcréditos a proyectos productivos y la creación del Instituto Nacional de las Mujeres.
No obstante, admitió, esos avances no son únicamente de una institución o de un gobierno, sino de una sociedad que progresa, que valora la equidad y condena la discriminación.
El México democrático de este nuevo siglo, ratificó, debe asumir como uno de sus grandes retos garantizar el ejercicio pleno de todos los derechos para todas las mujeres, y aseveró: "el siglo XXI es el siglo de las mujeres".
La mujer mexicana, señaló, se ha ganado su lugar en la sociedad; se ha esforzado y luchado por que se reconozca y amplíe su participación en las esferas social, política, económica y cultural del país. ''La suya no ha sido una lucha fácil; más de una vez ha tenido que superar la adversidad y la discriminación; más de una vez ha tenido que superar la violencia''.
Semillas de igualdad
El Presidente definió a la nación como la tierra de millones de mujeres que, anónimamente, han construido con su esfuerzo y pasión el México moderno y democrático.
Tras hacer un amplio reconocimiento por el trabajo que diariamente hacen en la construcción de un mejor país, también destacó que las mujeres se han organizado desde la sociedad civil y desde ahí han impulsado la democracia y luchado por colocar el tema de la equidad de género en la agenda nacional.
El logro de la equidad plena, insistió, reclama más voluntad, más esfuerzo, más generosidad y más respeto de las diferencias.
Por último, indicó que cada alumna que termina la educación básica, que llega a la universidad y se prepara para un mejor futuro "es una semilla de equidad que dará frutos".