El libro será presentado el 15 de marzo en Casa Lamm, adelanta antropólogo
Vocablos ''resucitados'' y neologismos tzeltales en nueva versión de la Biblia
La traducción de la Biblia al tzeltal comenzó a elaborarse desde la llegada de los jesuitas a la misión de Bachajón, en 1958. A los pocos años se efectuó el Concilio Vaticano II, a partir del cual el obispo Samuel Ruiz inspiró los trabajos de la diócesis en un espíritu de inculturación con el cual los misioneros prosiguieron esa traducción.
En 1964 ya había aparecido el Nuevo Testamento en tzeltal de Bachajón, trabajado por Mariana Slocum, de la sociedad Bíblica de México. Sin embargo los sacerdotes Ignacio y Mardonio Morales descubrieron bastantes alteraciones del original. Se trataba de una edición bilingüe en la que la versión en tzeltal se apartaba de la castellana.
La sociedad bíblica no aceptó la proposición de los jesuitas de hacer una traducción conjunta y emprendió la notable traducción del Antiguo Testamento bajo la asesoría de Ignacio Morales, y la del Nuevo, bajo la supervisión de Eugenio Maurer (doctor en antropología, quien vive en la misión jesuita de Bachajón), que se distribuyó a los tzeltales el 12 de julio de 2005 y que el miércoles 15 de marzo se presentará en Casa Lamm (avenida Alvaro Obregón 99, colonia Roma), a las 19 horas.
Bosque de símbolos
-¿Por qué resultó mejor esta traducción que la hecha por Mariana Slocum de la Sociedad Bíblica?
-Mira, por la sencilla razón de que Mariana se aparta del original y comete graves errores teológicos; además usa numerosas palabras en castellano en vez de los vocablos tzeltales, lo cual lleva poco a poco a la destrucción de la lengua.
''Al traducir se corre el riesgo de ser -traductor, traidor, traduttore, tradittore-, pues se puede caer en el error de transferir los conceptos propios de una cosmovisión y cultura determinadas a otra cosmovisión y cultura diferentes.
''Cuando se trata de lenguas de estructura semejante, como el francés y el español, el problema de la traducción no es tan grave, pues ambas cosmovisiones son occidentales.
''Como bien sabemos, la cosmovisión de un grupo es su manera de ver e interpretar el universo y la forma en que el grupo se relaciona con la realidad que lo rodea. Cada cultura tiene interpretaciones y vivencias únicas de la realidad, que originan un 'bosque de símbolos' que es necesario descifrar.''
-¿Se corría el riesgo de ''traicionar" la Biblia, tratando de traducirla desde una postura occidental?
-Así es. La cosmovisión tzeltal, maya asiática, es radicalmente diferente, está iluminada por otra luz. Fue necesario elaborar un marco conceptual que relacionara lo menos inadecuadamente posible esta lengua y el castellano, teniendo siempre en cuenta que los conceptos de una cosmovisión con frecuencia no tienen un paralelo exacto con la otra. Por tanto, debimos estar muy atentos al sentido que una expresión occidental podía tomar en la cultura tzeltal.
''Para que el 'mensaje' pueda inculturarse, se requiere que se capte según la propia cosmovisión y mediante la lengua de cada grupo o etnia.
''Los misioneros llegados de España trajeron el arbolito del mensaje evangélico germinado en tierras ibéricas y alimentado con la cultura de esas regiones. Además lo traían en trastos de fierro y pensaban que se podía traspasar directamente a las ollas de barro de los indios sin siquiera imaginar que necesariamente cambiaría de forma, dado que un rasgo cultural proveniente de determinada cultura queda modificado por la que lo recibe. Tal fenómeno lo explica perfectamente Melloni al decir: 'Las interpretaciones que cada religión da de las experiencias místicas no son arbitrarias, sino que están condicionadas por el medio cultural en el que acontecen'.
''La religión católica hispánica se sentía única y universal y no aceptaba la posibilidad de otra cosmovisión distinta, y mucho menos que se expresara de forma diferente. Es cierto que muchos misioneros se esforzaron por hacer inteligible el mensaje mediante imágenes de los ángeles, del nacimiento de Jesús, de la Trinidad, etcétera. Pero eran símbolos que provenían del bosque simbólico occidental. Imagínate qué podría significar para los indios la Trinidad representada por un triángulo.''
-¿Cual ha sido entonces el reto mayor de esta traducción, que va a caballo entre dos cosmovisiones y culturas?
-Creo que el principio iluminador de nuestra obra es la inculturación, luz que nos guió en todo el proceso. Había que sembrar el mensaje con semillas adecuadas a la tierra, es decir, mediante expresiones que fomentaran que éste germinara y se desarrollara en esa cosmovisión.
''Ese método recibe el nombre de traducción dinámica; transmitir los conceptos de tal manera que fueran inteligibles en los modelos de esa cultura, valiéndonos de vocablos o expresiones equivalentes. Inclusive los diseños de la Biblia, realizados por Verónica Martínez Loera, que plasman las expresiones simbólicas, fueron traducidos a símbolos tzeltales.
''Corríamos también el riesgo de empobrecer la lengua indígena traduciendo al pie de la letra las expresiones menos ricas del castellano, y tomamos muy en cuenta la pregunta de Pitt-Rivers: ¿cuál es el sentido que un rasgo cultural puede adquirir una vez traspuesto a otra sociedad (...) cuál será su función en un sistema diferente de pensamiento?
''Te doy un ejemplo: en un poblado de Bolivia un agente pastoral, tratando de consolar a los fieles de la muerte de un niño pequeño, les dijo: '¡No se aflijan! El niño ya está en el cielo'. El efecto en sus padres fue el de una bomba: para ellos el cielo era el lugar del frío y de la nieve. ¡Mandar allá al niño era la peor desgracia! ¡Su sitio era en el seno calientito de la madre Tierra!
''Afortunadamente dos de nuestros traductores son tzeltales y dos pertenecemos a la cultura occidental. Nuestro diálogo con ellos fue continuo y una parte importante de nuestra tarea fue también ir explicando al traductor, lo más minuciosamente posible, lo que entrañaba cada concepto de la cosmovisión occidental para que él lo tradujera a la tzeltal.''
Respeto al lenguaje autóctono
-¿Y en caso de no existir determinado vocablo?
-Entonces resucitamos algunos que habían caído en desuso e hicimos préstamos de la liturgia antigua y de otras variedades o dialectos tzeltales, y elaboramos 'neologismos' basándonos siempre en las raíces de la lengua. Por ejemplo: llave: j amojibal: instrumento para abrir; barco: nuxelbehibal: vehículo para navegar.
-¿Y en relación con términos más abstractos?
-Logramos traducirlos mediante circunlocuciones, aunque resultaran a veces un poco largas. Por ejemplo, libertad: u'untayel bahil, ser dueño o señor de sí mismo. Solidaridad, u'uninel swokol - stse'elil yo'tan mach'ayuk: hacer suyo el sufrimiento, o la alegría de alguien.
-¿Cuales han sido los logros de este trabajo?
-Bueno, pues nosotros, al profundizar en nuestra propia teología, para poder verterla en los moldes de la cultura indígena, logramos mayor comprensión de la palabra, iluminados por la luz de su cosmovisión, que nos ayudó a meter el corazón en la inteligencia.
''En el campo de la cultura y la lengua el proceso de aprendizaje fue también muy rico, puesto que el lenguaje es el vehículo más importante de expresión cultural.
''Fuimos logrando un mejor conocimiento de la forma y la sintaxis, deduciéndolas de la estructura de la lengua hablada. El fruto fue una gramática tzeltal en la que sintetizamos y explicitamos la sintaxis, y fijamos las reglas de ortografía. Esto fue de gran ayuda para la uniformidad en la redacción y en la escritura de la Biblia.
''Como indiqué, aumentamos el vocabulario resucitando vocablos y elaborando neologismos para las palabras que no existían. Abelino y yo hemos ido trabajando en un diccionario que consta ya de unos 8 mil vocablos con sus frases correspondientes.
''Dado que los traductores Gilberto Moreno Jiménez y Abelino Guzmán Jiménez conocen a fondo su propia lengua y la manejan con soltura y elegancia, esperamos que la Biblia, además de su función pastoral, sea asimismo un libro de texto clásico para que los tzeltales profundicen en el conocimiento y manejo de su lengua.''