Un europeo consume al año cuatro toneladas de petróleo, según experto italiano
Homo energéticus, modo catastrófico de consumo insostenible para el planeta
Traduce las actividades cotidianas en emisión de CO2, principal causa del cambio climático
París, 10 de marzo. El modo de vida de un europeo, que implica un consumo promedio de energía equivalente a cuatro toneladas de petróleo por año es insoportable para el planeta, afirma Jean-Marc Jancovici, un experto en cuestiones de clima y energía.
Jancovici, asesor del gobierno francés y de grandes empresas, acaba de publicar un libro que pretende ser un grito de alerta: Llene el tanque, por favor. La solución al problema de la energía.
Si se traducen en su equivalente en trabajo humano, pagado al precio del salario mínimo francés, esos hábitos suponen que cada europeo tiene a su servicio en forma permanente el equivalente de 100 trabajadores domésticos.
A continuación, según sus cálculos y redondeando, se presenta lo que cuestan algunos hábitos del homo energéticus, en sus equivalentes en combustible y emisiones de gas carbónico (CO2) en la atmósfera. El CO2 es uno de los principales gases con efecto invernadero responsables del cambio climático.
La base de cálculo es un litro de combustible igual a 2.7 kilogramos (kg) de CO2 emitido:
Un año de uso de automóvil, es decir, 14 mil kilómetros (km), equivale a mil 400 litros de gasolina (incluida su fabricación), lo que es igual a 3 mil 780 kg de CO2.
El trayecto París-Nueva York-París en avión equivale a cerca de 600 litros de gasolina, igual a 1.6 toneladas de CO2.
Un año de iluminación de una casa promedio, según el modo de producción de electricidad (represas o centrales a carbón, por ejemplo) es igual a 400 kg de CO2 (en Grecia, 450 kg de CO2; Noruega o Suiza, 2.5 kg).
Un año de calefacción a fuel de una casa de 100 m2 equivale a mil 800 litros, es decir, 4.86 toneladas de CO2.
La calefacción a fuel y el desplazamiento en automóvil tienen índices similares de emisión de CO2, pero con la calefacción a gas, las emisiones bajan 30 por ciento.
Un kilo de carne vacuna en el plato es igual a 1.4 litros de carburante, es decir, 3.7 kilogramos de CO2 (esencialmente debido a la fabricación del tractor y a la agroquímica, sin contar el gas metano que emiten las vacas ni el protóxido de los abonos químicos).
Un kilo de pescado de Francia es igual a 0.6 litros de diesel, es decir, alrededor de 1.6 kilogramos de CO2.
Un kg de atún (pescado en alta mar, por lo que su tonelaje supone más combustible) es equivalente a 1.2 litros de diesel, es decir, alrededor de 3.2 kg de CO2
Un kilogramo de langostinos, igual a tres litros de combustible, es decir, más de ocho kg de emisiones de CO2.
Una botella de champaña equivale, en emisiones de CO2, a siete km en automóvil, lo que es igual a 1.7 kg de CO2.
Fabricar una computadora con pantalla plana equivale a 400 litros de combustible (sobre todo por el carbón utilizado para alimentar las centrales eléctricas que permiten funcionar a los fabricantes de componentes en Asia y en Estados Unidos) equivale a 1.3 toneladas de CO2.
Si un litro de gasolina significa la energía desplegada por 10 pares de piernas trabajando por ocho horas, se necesitarían mil hombres para hacer un trayecto de mil kilómetros en automóvil, y 6 mil esclavos para un vuelo trasatlántico.