Grupo México prohíbe a los obreros salir a los patios para hablar con periodistas
"Nadie volverá a bajar, aunque nos paguen mil pesos la hora": mineros
"Si antes del accidente el sitio estaba bastante mal, ahora está mucho peor": trabajador
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Los mineros de Pasta de Conchos en San Juan de Sabinas, Coahuila, recibieron ayer la orden de no salir de los vestidores, que se encuentran en el edificio del fondo a la derecha , para que no platicaran con personas ajenas a la empresa
Foto: María Meléndrez Parada
Nueva Rosita, Coah., 13 de marzo. En respuesta a las denuncias de los trabajadores de Pasta de Conchos, publicadas ayer por La Jornada, según las cuales fueron "una farsa" las labores de rescate en la mina que se derrumbó el 19 de febrero pasado, los directivos de Grupo México, el consorcio propietario del yacimiento carbonífero, prohibieron hoy que los obreros salieran a los patios de la planta para evitar que hablen con los escasos periodistas que aún rondan por ahí.
Asimismo, ofrecieron doble paga a quienes accedieran a explorar de nuevo las ruinas de los túneles destruidos por una explosión de gas metano 21 días atrás, pero la propuesta no fue aceptada por ninguno de los integrantes del turno matutino porque, dijeron algunos de ellos a los enviados de este diario, "en primer lugar no tiene caso y, en segundo, si seguimos bajando en cualquier momento va a haber más muertos".
Francisco Hernández y Javier Rivera, familiares de los mineros cuyos cuerpos se encuentran a más de 150 metros bajo tierra desde hace tres semanas, descendieron el sábado hasta la plancha del socavón y al regresar a la superficie dieron a conocer que les fue imposible avanzar más allá del diagonal 3, desmintiendo así informes de la empresa, de los gobiernos federal y estatal, según los cuales las cuadrillas de rescate habrían llegado hasta el diagonal 9.
Represalias
Esta mañana, la empresa ofreció doble salario a quienes se atrevieran a reanudar la búsqueda de los restos de sus compañeros. "Yo gano casi 100 pesos diarios, sin descuentos, ¿verdad?, pero ni yo ni nadie vamos a volver a bajar, ni aunque nos paguen mil pesos la hora", aseguró un minero que pidió ser identificado simplemente como Juanito por temor a las represalias que, en su opinión, se avecinan para él y todos sus colegas.
"Si antes del accidente la mina estaba bastante mal, ahora está mucho peor; además de los derrumbes, todos los tramos que siguen en pie están sentidos y en cualquier momento podríamos tener otra desgracia. Aparte de eso, hay muchísimo gas y el asunto se pone más peligroso conforme la acumulación aumenta. Nosotros no vamos a volver a bajar porque estamos seguros de que puede haber más muertos y no nos vamos a jugar la vida a lo tonto", reiteró.
Con el recibo de su salario más reciente en la mano, en el cual consta que después de los descuentos que le aplican el sindicato y la empresa le quedan 426 pesos con 62 centavos por el esfuerzo de seis días en turnos de 9 o 10 horas cotidianas, Juanito contó que por las noches trabaja de mesero en un restaurante de Sabinas, ciudad contigua a Nueva Rosita, porque no le alcanza para mantener a su familia.
Agregó que espera sus inminentes vacaciones para irse al otro lado de la frontera, donde tiene familiares en el negocio de la gastronomía. "Cada año voy para allá y en dos semanas de jale (trabajo) como lavaplatos me gano más o menos 12 mil pesos, un dinero que ni de chiste junto en todo el año con lo que saco de la mina", comparó, burlándose del hecho absurdo con una risita vacía.