Se habían reconstruido 58 metros de playa para que quedaran 25, dicen autoridades
"Prevista", la erosión en Cancún
La empresa garantizó la conservación de la arena por cuatro años, pero no en caso de huracán
Ampliar la imagen Deslave de arena en las playas de Cancún Foto: José Luis López Soto
El gobierno de Quintana Roo y la Secretaría de Turismo (Sectur) de la administración federal salieron ayer en defensa del proyecto de recuperación de playas de Cancún, que el pasado fin de semana sufrió una fuerte erosión de arena, y coincidieron en que "ya se tenía previsto" que eso sucediera, aunque reconocieron que se dio en un tiempo menor al que pensaban.
Ambas posturas se basaron en un estudio realizado por el Departamento de Oceanografía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el cual habría pronosticado una pérdida de arenales por oleaje y temporales de viento.
Gabriel Mendicuti, secretario de Infraestructura y Transporte, encargado del proyecto de recuperación de playas en el gobierno del estado, dijo que en previsión de una situación de este tipo, la empresa Jan de Nul vació hasta 58 metros de ancho de arena en los más de siete kilómetros reconstruidos, para que una posible erosión dejara las playas en 25 metros.
Por su parte, un comunicado de la Sectur dijo que estos reacomodos de arena son "normales", y que en breve "se reacomodará en la parte superior de la playa". Agrega que "el Departamento de Oceanografía de la CFE informa que ya se tenía previsto dicho comportamiento", pero enfatiza que "de ninguna manera se puede afirmar que la arena ha salido de la zona de obra, y mucho menos que se ha perdido".
Las playas de Cancún amanecieron el pasado domingo con 15 metros de ancho menos de lo que tenían luego del proyecto de recuperación, por efecto de un viento norte que azotó las costas de Quintana Roo en los días previos.
"Simplemente -dijo la Sectur- debe precisarse que se está presentando un equilibrio entre el material depositado y la reconformación del fondo marino".
Asimismo, dijo que al disminuir la altura de las olas y el periodo de oleaje, lo cual ocurrirá conforme se aproxime el final de la temporada, "la arena que se distribuyó en la parte baja de la playa, cuya función era atenuar el oleaje de invierno, se colocará nuevamente en la parte superior de la playa, reconformando esta área con un ancho promedio de 28 metros".
La Sectur insistió en que los trabajos de reconstrucción estarán listos el 30 de abril, de acuerdo con lo previsto por la empresa Jean de Nul.
Los fuertes vientos son positivos: González Canto
El gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, minimizó los daños que sufrieron las playas de Cancún por los fuertes vientos y aseguró que este fenómeno no retrasará la reconstrucción de la zona.
Entrevistado antes de reunirse con el candidato presidencial Roberto Madrazo, González Canto explicó que se han rehabilitado siete kilómetros de playa y sólo fueron afectados entre uno y medio y dos. Incluso consideró que los efectos de los fuertes vientos son positivos, pues la empresa que rehabilita las playas se da cuenta de las garantías que debe dar.
El gobernador explicó que el compromiso de estas compañías es dejar las playas de Cancún con 60 metros de ancho para que la erosión finalmente las ubique en 30, cifra que de cualquier manera es el doble de lo que se tenía antes del huracán Wilma.
Continuará la erosión si no se reforesta: Conanp
La erosión de la arena de las playas de Cancún por vientos y temporales seguirá produciéndose mientras el proceso de recuperación del arenal no vaya acompañado de un proyecto de reforestación, consideró Alfredo Arellano, director regional de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Según el biólogo, la vegetación propia de las playas, plantas rastreras, arbustivas, y las palmas propias de la duna costera, sirve para atrapar arena, y de reforestarse esa zona se lograría extender la vida útil del proyecto de recuperación de playas y se ahorraría dinero.
Si no se toma una determinación en ese sentido, las playas de Cancún durarán, en el mejor de los casos, cinco años, pero en un escenario del paso de un nuevo huracán, desaparecerían en cualquier momento. El biólogo dijo que se ha acostumbrado a los turistas a presentarles playas de pura arena, algo que no es natural y conspira contra cualquier proyecto para recuperar y mantener las playas destruidas por el huracán Wilma.
Incluso el mismo gerente del proyecto de la empresa Jan de Nul, contratada para realizar la obra, Marc Verheart, reconoció el día que se inició el proyecto, en enero pasado, que la garantía que ellos daban era por cuatro años, siempre y cuando no apareciera un nuevo huracán.
El proyecto tiene un costo total de 217 millones de pesos, pagado en su totalidad por el gobierno federal, aunque ya se trabaja en un plan para llevar el ancho hasta 60 metros por un monto adicional de 160 millones de pesos.