Usted está aquí: miércoles 15 de marzo de 2006 Sociedad y Justicia Ariel a Mezcal por mejor cinta; Las vueltas del Citrillo lo obtuvo por dirección

Ojalá llegue López Obrador al poder para que apoye al cine nacional: Alcázar

Ariel a Mezcal por mejor cinta; Las vueltas del Citrillo lo obtuvo por dirección

En desangelada ceremonia, ambas películas se adjudicaron seis galardones cada una

JUAN JOSE OLIVARES

Ampliar la imagen Mayahuel del Monte festeja su premio Ariel a la mejor actuación por la cinta Noticias lejanas; en tanto José María Yazpik, actor de Las vueltas del Citrillo, otra de las ganadoras de la noche, recibe a nombre de Felipe Cazals el reconocimiento a mejor director, durante la ceremonia en el Palacio de Bellas Artes Foto: Carlos Cisneros

Ampliar la imagen Mayahuel del Monte festeja su premio Ariel a la mejor actuación por la cinta Noticias lejanas; en tanto José María Yazpik, actor de Las vueltas del Citrillo, otra de las ganadoras de la noche, recibe a nombre de Felipe Cazals el reconocimiento a mejor director, durante la ceremonia en el Palacio de Bellas Artes Foto: Carlos Cisneros

"Ojalá llegue al poder Andrés Manuel López Obrador para que le podamos golpear al hígado y le entre a apoyar al cine mexicano, tan aplastado por la bota de Hollywood y que este sexenio quiso desaparecer", comentó en breve entrevista Damián Alcázar, ganador del Ariel -lleva seis en su haber- como mejor actor en la 48 ceremonia de entrega de estos premios que organiza la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, efectuada anoche en el Palacio de Bellas Artes.

En un acto cada vez más desangelado, dirían muchos reunidos, reflejo "de la lucha que tiene nuestra cinematografía contra la mala distribución, exhibición y falta de apoyo, las películas Mezcal, de Ignacio Ortiz, y Las vueltas del Citrillo, de Felipe Cazals (quien no estuvo presente en la ceremonia por ir a un festival), se repartieron los galardones al obtener seis cada una. Cabe señalar que ninguna de las dos sea estrenado comercialmente.

La academia, cuestionada recientemente por sus criterios de selección, eligió como mejor película a Mezcal, que también resultó ganadora en el rubro de fotografía, otorgada a Serguei Saldívar Tanaka; por mejor sonido, para Samuel Larson, Pablo Fernández, Antonio Diego y Ernesto Gaytán; el de mejor música, para Lucía Alvarez; la mejor edición a Sigfrido Barjaous, David Torres e Ignacio Ortiz, y el de diseño de arte para Gloria Carrasco y Lizeth Ponce.

En tanto que Las vueltas del Citrillo, que posiblemente esté en pantalla en abril próximo, ganó por mejor dirección a Cazals; mejor actor, Alcazar; mejor coactuación masculina para José María Yazpik; mejor guión original de Felipe Cazals; mejor maquillaje para Elvia Romero y mejor vestuario para Adriana Olivera.

La estatuilla a mejor opera prima fue para Noticias lejanas, del arquitecto devenido cineasta Ricardo Benet. Esta película también se llevó el premio de mejor actriz para Mayahuel del Monte, y el de coactuación femenina para Gina Moret. El reconocimiento a mejor documental cayó en manos de Tin Dirdamal por De nadie, dedicada a "los que cruzan la frontera del norte y son asesinados, aseguró el realizador".

El premio de cortometraje documental se lo llevó Bajo la Tierra, de Lola Ovando y Juan Manuel Sepúlveda, esta cinta narra la vida de los mineros de Pachuca y fue "para ellos que están vivos y para los muertos", aseguraron los realizadores. El mejor corto de ficción fue El violín, de Francisco Vargas, quien anunció que es la tercera parte de un largometraje que pronto se rodará.

La academia entregó tres arieles de oro: uno al Centro de Capacitación Cinematográfica, institución creada en 1975 dependiente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y que el gobierno de Vicente Fox pretendió desaparecer.

Otro para el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, dependiente de la UNAM que a lo largo de sus 42 años de existencia ha formado a generaciones de cineastas.

Uno más al actor y productor Ernesto Alonso, quien participó en algunas de las películas representativas del cineasta aragonés Luis Buñuel, tales como Ensayo de un crimen.

En su ya tradicional discurso de apertura, la presidente de la academia, Diana Bracho, anunció un acuerdo que tiene la institución que preside y la UNAM para conformar un patronato en el que participarán miembros prominentes "de nuestra sociedad", sensibles al desarrollo académico de la cinematografía nacional.

Bracho también afirmó: "el cine mexicano sufre siempre dolores de parto. Las luchas de los cineastas por llevar a buen término sus proyectos se encuentra emplazada por dificultadas y retos, obstáculos que sólo se resuelven gracias a sus empeños, a su pasión y a su locura creativa, con 53 cintas filmadas en 2005 tenemos un repunte esperanzador, como que queremos confiar en el México de los próximos años, el apoyo a la cultura, en especial a nuestro cine, para que no sea un mal necesario sino un bien esencial".

Después de la ceremonia hubo un brindis, y el destino de algunos actores, actrices, directores y productores fue la celebración posterior.

 
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