La barca y sus navegantes reptiles acuatizaron el sábado observados por la autora
Cocodrilo, de Leonora Carrington, posa en su nuevo lecho de agua sobre Reforma
La artista expresó sentirse muy contenta por la reubicación, realizada en el contexto de Tlalocan
También inauguraron tres muestras, que incluyen escultura, foto y pendones
Ampliar la imagen La embarcación Cocodrilo Foto: José Antonio López
Ampliar la imagen Leonora Carrington Foto: José Antonio López
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Este sábado al mediodía, iluminado como una deidad solar y luego de un paseo en un camión que lo llevó de Chapultepec al Zócalo, la escultura embarcación Cocodrilo, de Leonora Carrington, volvió a volar por los aires para posarse, ahora sí de manera definitiva, en su nuevo lecho de agua: una fuente colocada en el andador de Paseo de la Reforma, en la esquina con Havre, en la Zona Rosa, cerca de Insurgentes.
Al acuatizaje de la barca-lagarto y sus seis navegantes reptiles, con un peso de cinco toneladas en bronce y ocho metros de largo, ayudaron una grúa y varios trabajadores, quienes chapotearon en la fuente durante la maniobra, observada por Carrington y el jefe de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas, por artistas como Vicente Rojo y Fernando González Gortázar, promotores culturales como Isaac Masri y funcionarios como Claudia Sheinbaum y Raquel Sosa.
El traslado definitivo desde una fuente de la segunda sección de Chapultepec a su nueva sede comenzó para los cocodrilos y su lancha desde la mañana, ante la sorpresa de los transeúntes que se cruzaron con el inusitado espectáculo visual durante el recorrido en un camión-plataforma.
Carrington, Encinas y los demás llegaron a Reforma y Havre cerca de las 12:30 horas. Mientras la artista sólo pudo declarar a La Jornada que estaba muy contenta y que le parecía un sitio excelente para esa escultura, que donó a la ciudad de México en 2000, el jefe de Gobierno comentó por su parte que la reubicación de Cocodrilo era un homenaje a Carrington.
Dijo que con acciones así la capital del país se hace un espacio "más vivible" para los ciudadanos. "Y qué mejor que convertirla en un espacio escultórico", agregó, para luego recordar que la reubicación de los cocodrilos se realiza en el contexto de Tlalocan, Festival Internacional por el Agua, que a su vez se organiza como parte de las actividades del gobierno capitalino por el cuarto Foro Mundial del Agua, que se desarrolla en el Distrito Federal.
Antes, Isaac Masri había hecho un amplio recuento de las tres exposiciones que ese mediodía inauguraría el jefe de Gobierno, además de la reubicación de la obra de Carrington: Campanas, agua y fuentes, de escultura; H2O, de fotografías; y Agua y figura, de pendones.
Luego, en dos turibuses, se hizo un recorrido desde Havre y Reforma hasta Chapultepec y de ahí, de regreso, hasta la Alameda Central, en avenida Juárez. Desde uno de los turibuses Masri mostró a Encinas, Carrington y acompañantes las esculturas, fotos y fuentes de los andadores de Reforma.
Las otras siete esculturas-fuentes móviles, que ahí mismo algunos de los artistas donaron a la ciudad por medio de Encinas, son de Vicente Rojo, Ricardo Ragazzoni, Gilberto Aceves Navarro, Fernando González Gortázar, Jesús Mayagoitia, Brian Nissen y Manuel Felguérez. Y entre las campanas de las más impensadas formas pudieron verse una de Carrington y otras de Rojo.
Ya en la Alameda, Encinas inauguró H2O, que consta de 105 fotografías de gran formato colocadas en ese parque y en la explanada del Palacio de Bellas Artes, en la que participan 35 fotógrafos amateurs y profesionales, como Lourdes Almeida, Paulina Lavista, Francisco Mata, Antonio Turok y Michel Zabé.
Durante el recorrido pudieron verse algunos de los muchos pendones de Agua y figura, en la que creadores y personalidades como Rafael Barajas, El Fisgón, o Astrid Hadad salen en fotos con frases suyas al pie referentes al tema del agua.