Método 6 veces más riesgoso que el natural; se antepone el factor financiero: ONG

Monterrey, "capital de cesáreas"; clínicas privadas las practican en 90% de partos

ALFREDO VALADEZ Y DAVID CARRIZALES CORRESPONSALES

Monterrey, NL, 19 de marzo. Monterrey y su zona metropolitana se han convertido en "capital de la cesárea", pues ahí se practica esta cirugía a mujeres parturientas en un porcentaje mayor al avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), dieron a conocer Elizabeth Cholou y Bárbara Brittingham, integrantes de la organización no gubernamental Amayal, promotora de un congreso internacional sobre "nacimiento humanizado", a realizarse del 20 al 22 de marzo en esta ciudad, con la participación de especialistas de Francia, Inglaterra, Brasil, Estados Unidos y México.

Las activistas aseguraron en entrevista que 90 por ciento de los partos en clínicas privadas de la localidad son por cesárea, mientras que la cifra en hospitales públicos llega a 60 por ciento.

Destacaron que es un problema ligado a los dividendos que obtienen médicos y hospitales, factor que se antepone a la salud de la madre y los recién nacidos, pues "está probado que hay seis veces mayor riesgo de muerte en una cesárea que en un parto normal". Comentaron que el porcentaje de cesáreas en Estados Unidos está por debajo de 25 por ciento contra 75 de partos naturales, "y en Europa es mucho menor".

Dijeron que para Amayal, la inseguridad pública e incluso la violencia intrafamiliar en Monterrey están ligadas al elevado número de cesáreas que se practican, pues este método de nacimiento incrementa el trauma posparto en el niño, a quien los médicos "al nacer lavan el estómago con una sonda, ponen nitrato en los ojos, lo bañan y ponen en una incubadora, porque, como fue de cesárea, tienen que vigilarlo".

Destacaron que "al niño que no tuvo el proceso natural de nacer, que sólo reconoce el latido del corazón de su madre, su voz, lo llevan a un lugar frío y extraño y dice '¿qué está sucediendo?' Ese es el primer sentido de violencia y abandono", añadieron.

Bárbara Brittingham acotó: "La OMS advierte que una cesárea tiene seis veces más riesgos que un parto natural, y señala que lo normal es que nazcan entre 12 y 15 por ciento de bebés por cesárea, "el método sólo debe utilizarse cuando exista un riesgo grave de muerte para la madre o el niño, o una complicación severa. Es ahí donde podemos hacer uso de esa práctica".

Agregó que las mujeres se "autoengañan", porque "no decimos 'me van a hacer una cirugía abdominal mayor', decimos 'me van a hacer una cesárea'; como para no darnos cuenta de que nos estamos sometiendo a un riesgo que tenemos que pagar, por las infecciones, hemorragias, daños y lesiones a órganos, incluso para el bebé".

Elizabeth Cholou recordó: "Hace dos semanas estuve en un hospital de Monterrey; ese día nacieron 30 niños, de los cuales 29 fueron por cesárea, y sólo hubo un parto natural".

Señaló que se carece de estadísticas exactas sobre el problema, porque "no están a la vista, y cuando se acude a un hospital a buscarlas no las dan amablemente. Yo batallé mucho para conseguir algunos datos. Un mes estuvimos en varios hospitales sin buenos resultados".

Agregó que "allá por 2001, la revista Newsweek de Estados Unidos publicó un artículo en el cual se nombró a Monterrey no capital industrial o del progreso, sino como la número uno en cesáreas".

Ambas activistas consideraron que "el factor dinero tiene mucho que ver aquí", ya que los costos en un hospital público o privado por un parto natural van de 3 mil 500 a 5 mil pesos, pero por cesárea un médico privado gana de 25 mil a 30 mil pesos, pues requiere mayor hospitalización, uso de quirófano y diversos estudios clínicos.

Cholou y Brittingham afirmaron que "el problema no es nada más de los médicos, sino también de las mujeres y sus parejas. ¿Dónde están? ¿Por qué no se hacen responsables de sus procesos reproductivos y de sus niños?"