Usted está aquí: lunes 20 de marzo de 2006 Capital Se extinguen ferias por falta de apoyo y abusos de líderes

Durante décadas fueron parte de fiestas populares

Se extinguen ferias por falta de apoyo y abusos de líderes

Para los bancos sus dueños no son sujetos de crédito

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Ampliar la imagen Aspecto de una feria tradicional en la colonia Tránsito Foto: Yazmín Ortega Cortés

Una parte del folclor capitalino está en agonía: las ferias de juegos mecánicos.

Durante muchos años formaron parte del escenario de las festividades en las colonias, barrios y pueblos de la cuidad de México, pero hoy están desapareciendo ante la falta de apoyos y programas gubernamentales, la cerrazón de la banca privada, que no ve a los ferieros como sujetos de crédito, y por el "monopolio" que sobre estas actividades ejercen líderes de ambulantes o gente ligada a los funcionarios públicos delegacionales.

Hasta hace un par de décadas, era común ver en cualquier punto de la ciudad, y de manera permanente, la clásica rueda de la fortuna, la oruga, el torbellino, las tazas giratorias o los juegos de destreza y suerte como las canicas, los aros o la lotería.

Hoy, sólo en cinco puntos del Distrito Federal se les puede ve y disfrutar toda la semana. En el resto de la ciudad se instalan únicamente para las festividades importantes, sobre todo las religiosas, y por dos días, lo que hace que sus ingresos sean muy bajos.

En entrevista con varios representantes de organizaciones de ferieros, detallan cómo esa situación les ocasiona que haya semanas o incluso meses en los cuales no se pueden instalar, lo que los coloca en un estado de imposibilidad para poder renovar los juegos mecánicos que han llegado a su vida útil y, por ende, tienen que ser reparados continuamente.

La situación es evidente al recorrer algunos de los espacios donde se instalan ferias, sobre todo en las delegaciones Cuauhtémoc, Iztapalapa y Coyoacán, donde se puede observar juegos deteriorados.

Vicente Serrano, líder de la Unión de Propietarios de Espectáculos Populares de la República Mexicana, remarca que uno de los obstáculos que también han encontrado es que líderes ambulantes, mayordomías o comités vecinales llegan a apoderarse de las festividades, y ellos son los que establecen el cobro para cada feriero. "La respuesta es: si quieren instalarse, paguen eso, si no, pueden retirarse". Cita, como ejemplo, las delegaciones de Tláhuac y Milpa Alta, donde se repite esa situación.

Un elemento más en su contra, añade, es el hecho de que algunas autoridades delegacionales "venden al mejor postor" los espacios para que se coloquen las ferias, y el asunto se repite. "Si de por sí estamos varias semanas sin trabajar, y luego nos quieren cobrar muy caro ¡pues de dónde!".

Rogelio Becerril, con 20 años de feriero, rememora: "somos una de las tradiciones más arraigadas entre la gente, somos un motivo para la reunión familiar y ya instalados nos convertimos en polos de atracción para otros muchos negocios, como son los vendedores de globos, dulces, alimentos, fotógrafos, y muchos más".

Precisa que hasta hace una década era posible que los ferieros sólo pidieran permiso a la delegación, se hiciera el respectivo pago, que era mínimo, y ya nos instalábamos en algún punto de la ciudad.

Estos cada vez más limitados espacios para que se instalen los hace andar de itinerantes, de una delegación a otra, buscando siempre la que mejores posibilidad de colocar sus juegos les permite.

Para ellos, las demarcaciones que se han convertido en las más complicadas para su actividad son Tlalpan, Venustiano Carranza, Coyoacán, Alvaro Obregón o Xochimilco, pues es donde más se "venden" los festejos a líderes de ambulantes o gente ligada a los funcionarios y estos fijan cobros muy altos a los que se quieran instalar.

Aquí, Vicente Serrano le pone nombre y apellido: "en Tlalpan, Alvaro Obregón y Coyoacán, Héctor Franco es el que compra todos los lugares en el centro de la delegación; es líder de romerías, de antojitos, pero no es feriero, y es el que decide a quién acepta y a quién no".

A él -a decir de Ruth Martínez, líder social- se suman nombres que "monopolizan" las festividades, como Alejandro Páez, en Tláhuac; Magdalena Acuña, en Cuauhtémoc, y Blanca Estela Vallejo, de Benito Juárez.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.