ASTILLERO
Tirantez política
La Presidencia, fuente de encono
Ciudadanos confrontados
LA TENSION POLITICA crece cada día. Los tres principales candidatos presidenciales van aumentando el tono de sus discursos conforme el calendario les aproxima a las urnas pero, además de esa escalada retórica, los partidos sufren convulsiones a causa de la postulación de aspirantes a cargos legislativos. La rispidez natural de una contienda política de las dimensiones que se está viviendo debería, sin embargo, contar con mecanismos institucionales de control que ayudaran a serenar los ánimos y a dar seguridad de que las disputas sólo llegarán a los linderos permisibles y pactados.
SUCEDE, SIN EMBARGO, que el principal elemento de ese esquema institucional, el Presidente de la República, ha decidido vigorizar el papel faccioso que él mismo se ha adjudicado a lo largo de su mandato. En este tramo reciente de envenenamiento de la política ha tratado de convertirse en lo contrario de su esencia, denunciando tipologías que le corresponden, pero pretende transferir a su adversario favorito que es Andrés Manuel López Obrador. Así ha sido posible escuchar a Vicente Fox convocando a negar el voto a quienes prometan soluciones fáciles o criticando a quienes en sus discursos de campaña utilizan frases burlonas o hirientes.
ADEMAS, HA VOLCADO el erario en una acometida propagandística que pretende asociar los supuestos logros extraordinarios de esta administración federal con la necesidad electoral de mantener el rumbo (panista). A pesar de que judicialmente le fue prohibido continuar con esos anuncios inductores del voto, la Presidencia de la República los mantuvo retadoramente durante largos días más y ahora, en una treta de abogadillo marrullero, ha hecho que las secretarías de Estado -no el Presidente en persona- continúen con la estrategia electoral de insistir en la conservación de "el mismo camino". Fueron políticamente desafortunados el tono y las palabras escogidas por AMLO para enfrentar esa hipócrita campaña propagandística oficial (sobre todo, la referencia a las chachalacas, y el deletreo provocador), pero tampoco pueden entenderse esas referencias del tabasqueño (de gran impacto mediático: todo mundo quería saber algo acerca de los famosos pajarracos) sin el antecedente de las provocaciones y los abusos de un presidente decidido a asumirse como activista de partido, y no como jefe de Estado, y que ahora pretende convertirse en paladín de la libertad de expresión, arguyendo que taparle la boca en cuanto a uso de recursos públicos para propaganda partidista disfrazada es un atentado a sus derechos básicos. ¡El héroe de las faldas represoras de Proceso, el creador del vacío de poder que ha permitido asesinatos de periodistas, ahora se cree Belisario Domínguez!
PERO EL ENTORNO de la contienda electoral va siendo cada vez más peligroso (en especial, después de que Carlos Salinas alertó en Estados Unidos sobre la amenaza que la izquierda significaría para las democracias latinoamericanas). El día en que se celebraron 200 años del natalicio de Benito Juárez, los reportes estuvieron cargados de datos violentos. En primer lugar, desde luego, en el propio Guelatao, donde profesores no gordillistas enfrentaron a elementos del Estado Mayor Presidencial e increparon al Presidente y a su esposa. También en otros puntos del país hubo metralla verbal cruzada y roces físicos entre grupos de ciudadanos que defendían con ardor determinada postura política (en Puebla, el gobernador Mario Marín tuvo que organizar un homenaje relámpago y casi clandestino al Juárez a cuya figura -a pesar de todo- pretende semejarse, tratando así de evitar confrontaciones entre una minoría que le apoya y la mayoría que lo repudia).
REFLEXIONAR SOBRE LA violencia, sus causas, sus promotores y sus beneficiarios, es importante en un día como hoy, en que se cumple un aniversario más del asesinato de Luis Donaldo Colosio (por cierto, fecha aprovechada por los estrategas pejerredistas para anunciar en la víspera el cierre del ciclo que inició con aquella carta del secretario particular de la Presidencia de la República en la que renunciaba y criticaba duramente la conducta política de Vicente Fox y de Marta Sahagún: Alfonso Durazo se incorpora a la campaña de Andrés Manuel López Obrador). Violencia política como la sucedida ayer en hoteles de La Paz, Bolivia, donde hubo explosiones que dejaron muertos y heridos. El gobierno de Evo Morales, que se encamina a nacionalizar recursos naturales como el gas, acusó al gobierno de Estados Unidos y a grupos oligárquicos bolivianos de estar tras los estallidos y de buscar desestabilización. La larga mano gringa de la provocación está presente en toda Latinoamérica y, en especial, atenta a lo que suceda en México, país que según propia confesión es el que más le interesa en cuanto a resultados electorales.
ASTILLAS: QUE DICE EL vocero Rubencito que los extranjeros no deben intervenir en la política mexicana (no explicó si esa regla, aplicable a quienes se apelliden Chávez, tiene como excepción a los invitados que se apelliden Aznar)... Que dicen los diputados de la coalición antipeje que van a indagar los presuntos nexos entre el presidente venezolano y el candidato pejerredista, mientras éste vaticina que los legisladores unidos sólo harán el ridículo... Que dice el secretario federal del trabajo, Paco Salazar, que se le puede extender su (re)toma de nota a Napoleón II si la asamblea en que se hizo reelegir cumple con los requisitos estatutarios del sindicato minero... ¿Irá López Obrador al programa televisivo Otro Rollo, con Adal Ramones, como ya lo han hecho Felipe Calderón, Roberto Campa y, la noche del martes, Roberto Madrazo?... Que el PRI madracista filmó en Guanajuato la película Querido, encogí al candidato, haciendo que el nuevo aspirante, quien era presidente del comité estatal tricolor, sea más chico...Y, mientras la Policía Federal Preventiva oscurece aún más el caso de la muerte del secretario Ramón Martín Huerta, al declarar el expediente oficial en reserva que durará seis años, ¡hasta mañana!
* Fax: 5605-2099 * [email protected] *