Aceptarían una tregua y suspenderían movilizaciones contra el TLC con EU
Indígenas presionan al gobierno de Ecuador para que anule contrato con petrolera
Amenazan con tomar Quito para obligar al presidente a convocar a un plebiscito
Ampliar la imagen Continuaron las manifestaciones de indígenas ecuatorianos contra la negociación del TLC con Estados Unidos, a pesar del estado de emergencia decretado el martes por el gobierno. La imagen, en la comunidad de San Miguel del Prado, al norte de Quito Foto: Ap
Quito, 22 de marzo. El movimiento indígena de Ecuador condicionó este miércoles una posible suspensión de las protestas contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos a la terminación de un contrato con la petrolera Oxy, la segunda de las exigencias con la que presionan desde hace 11 días al gobierno de Quito.
''La cosa es que por lo menos logremos uno (...) Creo que eso sería un éxito para todos los ecuatorianos y ecuatorianas'', afirmó Luis Macas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), en un encuentro con la prensa extranjera.
El dirigente señaló que si el gobierno se niega a suspender la ronda de negociación del TLC prevista para este jueves en Washington, los indígenas aceptarían una posible tregua si a cambio deroga el convenio con la compañía Occidental (Oxy), acusada de violar la ley interna.
''La caducidad del contrato sería una carga menos'', señaló Macas, y agregó que, de adoptarse la decisión, la dirigencia indígena consultaría con las bases la suspensión del levantamiento.
Además de exigir la salida de la petrolera y una consulta popular sobre el TLC con Estados Unidos, la Conaie defiende la realización de una asamblea constituyente para transformar el Estado.
El vicepresidente de la organización, Humberto Cholango, insistió en que el movimiento aceptaría un diálogo con el gobierno sobre la base de que se suspenda la negociación del jueves en Washington.
''Pero si el gobierno no suspende y termina las negociaciones, nosotros esperaremos en las calles hasta que el equipo negociador regrese para someter a la consulta popular'' el pacto, sostuvo.
Ecuador declaró el martes el estado de emergencia y dispuso la militarización de cinco provincias, con el propósito de contener las protestas contra el TLC.
La Conaie -que agrupa a la mayoría de etnias- amenaza con tomar Quito para obligar al presidente Alfredo Palacio a convocar a un plebiscito, en vísperas de que se inicie en Washington la que podría ser la última ronda de negociación comercial entre Ecuador y Estados Unidos.
Previamente, los indígenas de Ecuador habían ignorado la advertencia de mano dura del gobierno y anunciaron que seguirían presionando con medidas de fuerza para que someta a plebiscito un TLC con Estados Unidos, pese al estado de emergencia.
''Podemos asegurar que este decreto de emergencia ha exacerbado más los ánimos de las comunidades, por lo que mantendremos inalterable la movilización y vamos a continuar con la lucha contra el TLC'', dijo Humberto Cholango, líder de la Conaie.
El estado de excepción adoptado el martes por el presidente Alfredo Palacio en las provincias de Cotopaxi, Imbabura, Chimborazo, Cañar y dos cantones de Pichincha -todos en la sierra andina-, crispó el ánimo del movimiento indígena.
''En el pasado ha habido muchísimos decretos de emergencia y no nos han amedrentado, así que vamos a mantenernos. Hemos recibido reportes de las provincias que nos aseguran que la gente no se va a amedrentar'', afirmó Macas.
Amparado en el decreto de emergencia, Palacio dispuso la militarización de las cinco provincias, para impedir el avance de las manifestaciones hacia Quito, adonde ya llegó un nutrido grupo de nativos que ha realizado marchas pacíficas.
Asimismo, el presidente entregó el control de la sierra al mando castrense y restringió, por tiempo indefinido, derechos como los de movilización y reunión.
El gobierno aseguró que los militares, con ayuda de maquinaria pesada, empezaron a despejar las vías, y la normalidad regresa paulatinamente, como ocurrió a finales de la semana pasada, cuando la protesta pareció perder fuerza.
Sin embargo, la Conaie sostuvo que hay unos 7 mil indígenas provenientes de la sierra centro que se dirigen a Quito para fortalecer su medida de fuerza.
''La situación nunca se nos ha salido de las manos, estamos abriendo las vías desde el primer momento en que empezó el estado de emergencia, para garantizar el estado social de derecho'', indicó el ministro de Gobierno (Interior), Felipe Vega.
El funcionario indicó que la mayoría de los ''20 puntos de bloqueo'' ya fueron habilitados para el tránsito, al tiempo que su despacho llegó a un acuerdo con alcaldes de Cotopaxi para levantar la medida de fuerza.
Sin embargo, el líder indígena de esa provincia, Jorge Herrera, señaló que el gobierno intenta confundir a la opinión pública, al presentar un arreglo con las autoridades que reclaman recursos como ''si fuera un acuerdo con los indígenas que protestan contra el TLC''.
Hace una semana, cuando recién tomaba fuerza el levantamiento, Palacio advirtió que detrás de las protestas había un intento de golpe de Estado.
Pero el martes el secretario de Comunicación, Enrique Proaño, desmintió un informe de la revista colombiana Semana, según el cual ''un grupo de militares estaría planificando la salida del mandatario ecuatoriano'', al tenor de las protestas indígenas.
''Esto es absolutamente falso y además ofende a las Fuerzas Armadas de Ecuador'', indicó Proaño, quien atribuyó los rumores a un intento de la prensa colombiana para presionar a que su país coopere militarmente con Bogotá en la lucha contra la guerrilla.