Tiende a radicalizarse el conflicto en Francia; Nicolas Sarkozy rechaza dimitir
Muere de "causas desconocidas" estudiante que participaba en protesta en Estrasburgo
Ampliar la imagen Estudiantes votan en asamblea general en Niza por continuar las protestas contra el CPE Foto: Ap
París, 22 de marzo. El conflicto sobre el Contrato Primer Empleo (CPE) tendía a radicalizarse de cara a las manifestaciones previstas para este jueves y el temor de que se desaten disturbios, en momentos en que en Estrasburgo se informó sobre la muerte "por causas desconocidas" de un estudiante que participaba en una protesta.
"No hubo enfrentamientos. Estaba acostado en un colchón cuando sus amigos se dieron cuenta de que no estaba bien y llamaron a los bomberos", dijo un portavoz de la Universidad Marc Bloch, y añadió que el estudiante de ciencias sociales estaba muerto cuando llegaron los socorristas.
El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, quien descartó dimitir a su cargo, se distanció del primer ministro Dominique de Villepin al abogar por un periodo de prueba de seis meses para el controvertido CPE, que ha provocado crecientes protestas de estudiantes, sindicalistas y los partidos de izquierda.
Sarkozy, el principal rival dentro de las filas conservadoras de Villepin con miras a las elecciones presidenciales de 2007, dijo que el experimento por seis meses sería una "solución sabia, que permitiría a todas las partes no claudicar" en sus posiciones.
El funcionario, del que se insiste podría verse obligado a renunciar, recibió sin embargo el apoyo a su propuesta del ministro de Educación, Gilles de Robien. Esa sería "la prueba más evidente de la buena fe gubernamental", señaló.
Para Sarkozy "existe el peligro de que esta efervescencia de los estudiantes de liceos y universidades despierte la agitación de los suburbios, que siguen bajo una fuerte tensión", en alusión a la revuelta de finales del año pasado.
Por su parte, De Villepin hizo un llamado a las partes a una discusión, pero "sin condiciones previas". Sus palabras fueron interpretadas como "una mano tendida" a sindicatos y estudiantes, que en cambio reiteraron su reclamo de que se retire totalmente el CPE como condición previa para cualquier negociación con el Ejecutivo.
Fuentes cercanas a De Villepin dijeron que su llamado significaba "una vuelta importante en la crisis" y que ya había "un cierto número de contactos" con los sindicatos, y que su deseo es que las discusiones empiecen "lo antes posible".
Pero la protesta tendía a crecer al reportarse bloqueos en carreteras de acceso en ciudades como Potiers y el número de universidades en huelga aumentó a 18.
En ese contexto, los sindicatos y el movimiento estudiantil preparan un martes negro para el 28 de marzo, con manifestaciones y huelgas en los transportes, el tráfico aéreo y las universidades, lo que podría paralizar al país.