Proponen que organizaciones como la ONU tomen control de las reuniones
Trasnacionales deben sacar las manos de la cumbre: Bolivia, Venezuela y Cuba
Fauchon critica a esas naciones por defender que el líquido sea un derecho humano
Ampliar la imagen Dos niños cubanos juegan en la cascada artificial construida en la fachada del Hotel Nacional en La Habana. Agua y cultura fue el lema que la UNESCO seleccionó para el día mundial del líquido Foto: Ap
Aunque la Declaración Ministerial del cuarto Foro Mundial del Agua fue aprobada tal como fue recibida hace dos días, sin ninguna modificación, en la sesión plenaria se presentó otra de carácter "complementario", encabezada por Bolivia, Venezuela y Cuba, en la que no sólo se afirma que el acceso al agua es un "derecho humano fundamental", sino también se plantea la necesidad de que estos foros sean realizados por organismos multilaterales como la Organización de Naciones Unidas (ONU), sin la intervención de instituciones financieras y corporativas internacionales.
En conferencia, el presidente del Consejo Mundial del Agua, el francés Lois Fauchon, prácticamente insultó a las delegaciones de Bolivia y Venezuela. Dijo que la postura paralela emitida por esos dos países sudamericanos consta de "declaraciones desagradables" y "descorteses". Incluso mencionó que como esos dos países tienen petróleo y gas, "simplemente no les interesa la cuestión del manejo del agua".
En tanto, los países integrantes de la Unión Europea, al fijar públicamente su posición en la reunión ministerial, pusieron especial énfasis en el reconocimiento al derecho de acceso al agua y al saneamiento, e identificó el líquido como una "necesidad humana de carácter primario".
Sin embargo, esta posición de los ministros del Medio Ambiente de los países europeos quedó todavía lejos de la misma resolución que el pasado 15 de marzo emitió el Parlamento Europeo, que explícitamente pidió a su comisión participante en este foro que defendiera. Naciones como Inglaterra, Holanda y Francia, a las que casualmente pertenecen importantes empresas trasnacionales ligadas al agua, impidieron que la posición de la Unión Europea como bloque fuera más ambiciosa en este cuarto foro.
Las conclusiones de la reunión ministerial
Así, tras dos días de trabajos, la reunión ministerial a la que asistieron 146 delegaciones, 77 de ellas encabezadas por sus respectivos ministros del Medio Ambiente, aprobó la declaratoria final, documento que en realidad no añade nada nuevo a lo que ya existía a lo largo de los últimos años como objetivos recogidos desde distintas cumbres internacionales.
No hubo sorpresas. Sólo al final, a unos minutos de que concluyera la reunión ministerial, a la que la prensa sólo tuvo acceso por un breve periodo, los representantes de Honduras y Angola pidieron explícitamente incorporar el concepto de acceso al agua como derecho humano. El secretario del Medio Ambiente de México, José Luis Luege Tamargo, en su calidad de presidente del foro, dijo que ante la imposibilidad de hacerlo en el documento oficial, sería recogido en las "memorias" del encuentro y en los documentos anexos.
En la clausura de la ministerial, el secretario Luege se vio obligado a ofrecer disculpas públicas por las "fallas" y "errores" cometidos en la organización de la reunión, luego de los constantes cambios en la agenda, la mala organización sobre todo de la Comisión Nacional del Agua e incluso por el bochornoso incidente que ayer vivieron los ministros, quienes tuvieron que esperar varios minutos a ingresar al salón de plenos, en un espacio reducido por los retenes de seguridad impuestos por el Estado Mayor Presidencial.
Entrevistados al término del acto, el ministro del Agua de Bolivia, Abel Mamani, y el viceministro del Agua de la República Bolivariana de Venezuela, Ernesto Paiva, aclararon que sus países habían adoptado la resolución final del foro, pero también habían entregado a la secretaría general su pronunciamiento particular, al que también se sumaron Uruguay y Angola.
El funcionario venezolano insistió en la necesidad de pensar cómo hacer foros internacionales, pero con formatos que permitan mayor participación, inclusive de la sociedad civil, y que fomenten asumir compromisos reales en beneficio del pueblo. Espacios como éste son patrocinados por las corporaciones e instituciones financieras internacionales, que tienen motivaciones e intereses distintos a las de los pueblos. "Los gobiernos tienen el corazón y en el fondo saben que el acceso al agua es un derecho humano fundamental, pero tienen algún temor en cuanto a asumir públicamente con una firma un documento como éste."