La manifestación por el 30 aniversario del golpe, la más grande de los últimos años
Por provocación, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo se retiran del acto final
Se estima que en toda Argentina marcharon unas 500 mil personas en repudio a la asonada
Lamenta Estela de Carlotto que la fecha haya sido usada para atacar al presidente Kirchner
Ampliar la imagen Miles de personas llenan la Plaza de Mayo para recordar una fecha de duelo para la democracia argentina. A la derecha, un manifestante arranca una reja durante disturbios en Buenos Aires Foto: Ap
Ampliar la imagen Miles de personas llenan la Plaza de Mayo para recordar una fecha de duelo para la democracia argentina. A la derecha, un manifestante arranca una reja durante disturbios en Buenos Aires Foto: Ap
Buenos Aires, 24 de marzo. Triste final de una gran marcha, cuando Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, las verdaderas protagonistas, debieron retirarse del acto más grande registrado en los últimos años, en el que más de 100 mil argentinos se constituyeron en esta capital en una barrera humana contra toda posibilidad de olvido.
Pero en total, se estima que fueron unas 500 mil personas las que marcharon este día en numerosas ciudades de todo el país, en un acto multitudinario de repudio a los regímenes militares a 30 años de distancia de cuando se instauró la dictadura más cruel de la historia en Argentina (1976-1983).
Lamentablemente, el documento leído esta noche en la Plaza de Mayo, aparentemente consensuado por más de 300 organizaciones sociales, parecía una consigna de expresión de los sectores más radicales de la izquierda argentina, y en algún momento algunos de los asistentes lo sintieron como una "provocación" contra el gobierno de Néstor Kirchner.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, lamentó "la utilización de un acto de dolor y recuerdos, como sucedió. Utilizar ese dolor es una estafa para las miles de personas que vinieron aquí", afirmó en relación a los diferendos surgidos entre las organizaciones participantes que impidieron que el documento fuera firmado por todos.
A medida que avanzaba el discurso, "prácticamente al escucharlo, parecía que el gobierno de Néstor Kirchner fuera igual que la dictadura", señaló una de las madres. Había elementos en el discurso de una similitud asombrosa con los que utiliza la ultraderecha en un boletín de Internet para denigrar al gobierno.
Se vio rápidamente el desconcierto de Madres de Plaza de Mayo, y de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien decidió retirarse al mencionar que no habían firmado ese documento.
"Cuesta mucho unificar fuerzas para luego venir y utilizar un acto de dolor, una recordación como ésta para otros fines. No era esa la propuesta. El discurso fue violento e injusto", afirmó.
Muchos de los manifestantes exigían que hablara Carlotto, pero algunos voceros de los organizadores lo impidieron, lo que creó un momento de enorme tensión. Antes había hablado Marta Vázquez, de Madres de Plaza de Mayo y de Familiares de Detenidos Desaparecidos, para agradecer a la multitud que las acompañaba.
"Con 30 mil desaparecidos, madres y familiares exigimos justicia desde hace 29 años. Se los llevaron muy jóvenes. No respetaron a nadie; 500 niños que faltan en sus hogares tienen derecho a conocer su identidad. Les pedimos a todos ustedes ayuda para encontrarlos. Los desaparecidos, los torturados, los exiliados, todos fueron víctimas. Nos falta toda una generación" de argentinos, dijo.
Asimismo, recordó que "la plaza no es nuestra ni de ustedes, es de los 30 mil desaparecidos", y sostuvo que las madres no van a descansar hasta "que sepamos toda la verdad y se haya hecho justicia".
Denunció que la dictadura fue un plan implementado por todos aquellos que pasaron por la Escuela de las Américas, "un plan que se aplicó en todos los países y arruinó a todo el continente".
Fue muy breve, después que la lectura de la carta abierta a la primera junta militar, enviada por el escritor y periodista Rodolfo Walsh, en marzo de 1977, en el primer aniversario de la dictadura, que fue reproducida y repartida en todo el país por iniciativa de la Central de Trabajadores Argentinos y había impactado a todos.
"El balance es igualmente positivo, porque tantos miles hoy aquí reunidos han sido una respuestas muy importante a cualquier sueño de dictaduras", dijo Carlotto, quien recordó que tanto Madres como Abuelas de Plaza de Mayo "estamos trabajando contra las intolerancias, para que sean aceptadas las diferencias".
"No estamos de acuerdo con venir a disparar una bronca así a la deriva. Hay mucho que reflexionar y utilizar el dolor es una estafa para la gente que vino aquí esperando otro acto", en referencia a los puntos que no compartieron del documento final.
Otras madres también manifestaron que no los firmaron tal cual se leyó. "Fue un documento muy largo y al final muchos no lo leímos porque se estaban agregando varios puntos al redactarlo, y ahora vimos que estaba destinado a sembrar la discordia en el último momento", dijeron.
Carlotto señaló que "nunca hemos tenido un gobierno que hizo tanto por los derechos humanos y si tenemos que decir algo, lo decimos bien, pero no defraudamos a más de 100 mil personas que vinieron a escuchar, después de tantas jornadas de memoria, que han sido únicas en nuestra historia de los últimos años".
Todos habían ido allí para decir "nunca más" al terrorismo de Estado, a las dictaduras militares y a los poderes económicos cómplices, por encima de las diferencias políticas que pudieran existir. Quedó un sabor amargo de un mal final.
"Es una recuperación extraordinaria. Es el trabajo educativo sobre la memoria que se extiende por todo el país. Sólo basta un ejercicio de la imaginación para entender lo que esto sería si hubiera unidad monolítica frente a los enemigos comunes", dijo el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien encabezó una de las marchas que confluyeron en Plaza de Mayo.
Las madres llegaron anoche acogidas por canciones como la que se refiere a la memoria cantada por León Gieco, uno de los artistas que siempre estuvieron en la primera línea de la solidaridad.
A las 3:20 de la mañana, hora local, entraron al lugar los Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S de desaparecidos).
Algunos miles de piqueteros y organizaciones, seguidores de Kirchner, también se manifestaron antes del acto central en la Plaza de Mayo.
Por otra parte, grupos de izquierda realizaron un escrache (denuncia pública) frente al domicilio de José Alfredo Martínez de Hoz, ex ministro de Economía de la dictadura militar, ubicado en un edificio muy antiguo, el primero más alto del país y, por tanto, una joya arquitectónica en la zona de Retiro, un barrio de gente con fuerte poder económico.
Allí, los manifestantes arrojaron pintura al edificio de departamentos, donde viven cientos de personas, y lanzaron una andanada de piedras contra los policías que cuidaban el lugar, incidente que dejó cinco agentes heridos.
En respuesta, intervino la policía antimotines, que reprimió a los manifestantes con gases lacrimógenos.
El final imprevisto de la marcha en Plaza de Mayo, sin embargo, no enturbió lo acontecido en la semana de la memoria, donde se produjeron cientos de actos, imposibles de enumerar, y se dieron a conocer una cantidad de filmes documentales que enriquecieron los archivos de la memoria colectiva.
Este día también hubo otras acciones muy simbólicas, cuando unos 61 diplomáticos acreditados aquí visitaron los predios de la que fuera la Escuela de Mecánica de la Armada, el mayor centro clandestino de detención y donde la marina desapareció a unas 5 mil personas.
Ese lugar será convertido en un Museo de la Memoria de la dictadura más tenebrosa de la historia argentina.
Entre los diplomáticos asistentes estaban los representantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Brasil e Israel, quienes escucharon en silencio y conmovidos los relatos de de uno de los sobrevivientes, Martín Grass.
"Debajo de donde ustedes están parados fueron torturadas y desaparecidas al menos 5 mil personas, y sólo un centenar de personas, entre hombres, mujeres y niños, salieron con vida", dijo Grass.
No obstante, añadió que ese lugar no es un cementerio, como muchos argentinos lo consideran, sino un lugar de lucha, hermandad y solidaridad.
El embajador español, Carmelo Angulo, comentó que por allí "pasaron 44 españoles y cientos de hispano-argentinos", y se declaró "impactado por la barbarie".
En tanto, la prensa internacional reportó que la embajada de Argentina en Uruguay conmemoró en Montevideo el día nacional de la memoria por la verdad y la justicia, y en La Habana también hubo un acto con motivo de esta fecha, que se realizó en la embajada argentina en Cuba.
España expresó su solidaridad con Argentina, mientras que Francia entregó a la nación sudamericana archivos relacionados con el último golpe de Estado en ese país, que describió como "un periodo trágico de la historia" argentina.